A la pata coja...

...tuvo que salir Tom Carroll de Waimea el día antes del Eddie Aikau (lunes pasado). Calentando para el Eddie Would Go que se disputó anoche -Carroll era uno de los invitados-, una ola le cerró encima y el impacto del labio le aplastó contra su propia tabla. Al salir del consecuente revolcón el pie le colgaba -inerte- del tobillo pues se había salido de su sitio. Tom tuvo fuerzas para volverlo a poner en su sitio y remar hacia la playa donde fue ayudado. En un examen posterior le descubrieron también una fractura del peroné.

Un accidente similar al que tuvo hace muchos años Titus Nihi Kinimaka, el príncipe de Kauai que, también calentando para un Eddie Would Go en Waimea, fue aplastado contra su propia tabla al caerle el labio de una ola enorme encima. Tuvo que ser sacado del agua por otros surfistas pues tenía el fémur partido.

Espero no haber sido yo el le haya traído mal fario a Tom Carroll con mi entrada del domingo pasado. La verdad es que al lado de las olas que a día de hoy se cogen en tow-in en Jaws, Mavericks Ghost Trees, las olas de Waimea de ayer no parecían gran cosa; y menos vistas en la pantalla del portátil desde el sofa de casa. Pero cuando uno piensa en las consecuencias que puede tener un error - o una mala jugada del océano - para la vida de estos surfistas, llega a la conclusión de que la saturación de imágenes espectaculares que nos llegan continuamente no hace otra cosa que banalizar lo que es todo menos... banal! Waimea no tiene el tubo de Pipeline o Teahupoo, y las posibilidades de tocar el fondo en caso de una caída son muy escasas... pero tiene un labio enorme que cae con mucha fuerza y rompe en una bahía cerrada sometida a muy fuertes corrientes.

Lo de ayer quizá parecía fácil y pequeño comparado con las olas de Jaws o los tubazos enormes de Teahupoo que vemos regularmente en internet. Pero como las lesiones de Carroll y Kinimaka atestiguan -amén de las muertes de Dickie Cross en los años 40 o de Donnie Solomon en el 95-, era una exhibición de algunos de los mejores tamañeros del mundo en condiciones mucho más extremas de lo que podrían parecer a primera vista.

Y uno de ellos era nuestro Ibon que no defraudó y, tal como habíamos predicho en este blog hace un par de años, a pesar de su relativo desconocimiento de Waimea cuajó un excelente papel. Ibontxo went... in style!!