viernes, 29 de febrero de 2008

De Mundaka, Billabong y Portugal

Difícil no hacer mención de lo de Mundaka aquí, y más cuando fui el primero en anunciarlo. El surf profesional está montado diferente a cualquier otro deporte y los deportistas tienen la última palabra.

¿Os imagináis a Federer y Nadal decirles a la ATP que quiten a Wimbledon del calendario por que están hartos de aguantar las interrupciones de partidos por culpa de la lluvia? ¿Y a los señores de la ATP hacerles caso?


Poster Mundaka Pro 2006
Bueno, pues el equivalente a eso en el surf profesional sí es posible. Y eso es lo que ha pasado con Mundaka a la espera de la oficial confirmación de la ASP. La razón: por supuesto la falta de olas… pero (quizá) no es la única. Como me decía –durante el Mundaka Pro del año pasado – alguien que conoce muy bien el campeonato y también a muchos de los pros: “Están aburridos. Si no hay olas, se aburren como ostras por que no hay chavalas jóvenes para los solteros (y alguno que no lo está), no hay juerga, no hay campos de golf en el mismo pueblo… y además llueve. Ellos quieren olas de p. madre y, en su defecto sol, juerga, muchas chicas jóvenes fáciles y campos de golf cerquita, que no tengan que conducir…” .


Poster Mundaka Pro 2007
El otro lado de la moneda es Billabong. Sigue teniendo la licencia de la ASP para organizar un WCT en el 2008. Para el grupo Billabong (Billabong, Nixon, Element, Kustom Von Zipper, Xcel, Honolua, Palmers) Europa representa un mercado importante de su facturación total (un 21% del total) y el que crece de forma más espectacular de un año para otro. Y si hay un país en Europa donde Billabong es la marca número uno, este es Portugal. La blogosfera portuguesa ha visto en la suspensión de la prueba de Mundaka, una oportunidad para volver a contar con una prueba del WCT en sus costas. Teniendo en cuenta la fuerza de Billabong en Portugal quizá la consigan.

Si es así, me alegraré por dos motivos:
1) Por que habrá quedado demostrado que Joao Capucho estaba totalmente equivocado cuando decía que la razón por la que se mantenía el WCT de Mundaka era puramente por voluntad del gobierno vasco.
2) Por que mejor en Portugal que en un país no europeo o que en ninguna parte.

Por lo tanto, y si finalmente la prueba de Mundaka es sustituida por una prueba en Portugal, sinceramente les deseo la mejor de las suertes con todo. Y también con las olas. Y, sobretodo, que tengan más suerte que la última vez que hubo una prueba del WCT en Portugal, cuando no pudieron acabarla por falta de olas (Figueira Pro 2000). Al menos, en Mundaka siempre se ha logrado terminar el campeonato.

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Y para acabar mucha suerte y una pronta recuperación a Aritz y felicidades a Surf30 por haber entrado en el ranking de blogs de surf de Blogged. A pesar de que lo tiene difícil por el idioma –casi todos son blogs escritos en inglés-, mucha suerte y que pronto esté muy arriba.

martes, 26 de febrero de 2008

Si hoy es martes, esto es… Niegà

(Pues sí, martes y viernes. Por si no os habíais dado cuenta estos son los días en los que normalmente escribo algo en el blog. Así, por un lado tengo tiempo para preparar lo que escribo, y por otro lado el blog no está más de cuatro días sin material fresco.)

Un fin de semana más de surf y poco a poco voy recuperando sensaciones. El Domingo surfeé en una playa en la que no había estado nunca. Salía una ola buena (entiéndase: que abría) cada 10 minutos pero eso era lo de menos para mí. Lo importante es que, cerrase o no, yo me tiraba al hueco y a pesar de que eran rápidas, conseguía bajarlas de pie y encarar la pared. Mi otorrino seguramente diría que no le extraña pues todas las olas rompían de izquierdas y, como ya me demostró el jueves pasado, tengo el equilibrio hacia el lado izquierdo más rápido que hacia el lado derecho. ¿Será fruto todos esos años de surfear en las izquierdas del Maresme …o acabo de inventarme una teoría muy determinista del surf?

Por si acaso –y también por que soy regular- he decidido empezar a surfear derechas más asiduamente, y he hecho una lista de cinco olas que me gustaría coger algún día. Aquí está:

Cinco derechas pendientes.1: Honolua Bay, Kirra, Rincón, Scorpion Bay y Jeffreys (ya estuve, pero vale la pena repetirla).



Y después de ese ejercicio baladí (pues últimamente acabo o en Zarautz o en la Zurriola… cuando no en Hendaya), hice una segunda lista, más realista:

Cinco derechas pendientes.2: Lafitenia, las rasas mareales de entre Zumaia y Deba (ya sé que sobretodo hay izquierdas, pero…), Ogeia, Orrua y Yerbabuena (comparada con las de la primera lista, está cerca).

Este fin de semana también me ha dado tiempo para descubrir un par de pelis muy interesantes. Una ya salió al mercado hace tiempo (9 años), pero la encargué ahora como homenaje a la retirada de Occilupo: The Occumentary; el homenaje a Occy. Acusadme de carroza, pero la retirada de Occy cierra una etapa -para mí la más interesante- de la ASP pues era el único superviviente de la época pre-Slater. Occy compitió contra Wayne “Rabbit” Bartholomew (actual presidente de la ASP) y Shaun Tomson en sus precoces inicios (1983), un año después del último título de Mark Richards. Fue contemporáneo de Curren, Carroll, Hardman, Barton Lynch, Derek Ho y Elkerton. Luego se enfrentó a la generación Momentum (Slater, Machado, Dorian, Williams, Robb); ha sido testigo de la llegada de las generación post-Slater (Fanning, los hermanos Irons, Dean Morrison, Parko) y sus primeros triunfos, y el año pasado ya compitió contra “el futuro” (Dane Reynolds y Jordy Smith). En muy pocos deportes individuales hay casos de estrellas que se hayan mantenido durante tanto tiempo en la élite. En fin, una peli recomendable y llena de extras que cuenta la historia de un tipo fenomenal y auténtico.

La otra peli que descubrí este fin de semana sigue la línea de las de Andrew Kidman (Litmus, Glass Love) aunque en este caso el bueno de Andrew no está detrás de la cámara, si no delante. Se llama Believe y es australiana. Habla de personas (o “personajes”) que no forman parte de la primera división del surf mainstream, si no que se mueven por confines un poco más alternativos (una de las dos palabras de este texto que me hace chirriar los dientes): Rasta y Dick van Straalen, los Fitzgerald (padre e hijos), Neal Purchase Jr, Nat y Beau Young, Timmy Turner y sus comparsas, Albert Falzon o el mismo Andy Kidman. Música lenta, muchas historias interesantes y pocas maniobras radicales sincopadas al ritmo de una pseudo-canción de estribillo de tres palabras. Es decir, una peli con menos pornografía y más erotismo que la mayoría de pelis de surf. Al estilo de Thread o One California Day… pero sin la silicona embellecedora –ni los presupuestos- de estas.

Hablemos de tablas: Litmus y Tom Curren fueron los detonantes del renacimiento del fish como diseño, cuya funcionalidad es reconocida a día de hoy. Eso abrió la puerta a un sinfín de diseños retros (la otra palabra que me hace chirriar los dientes) que ahora forman parte del paisaje de muchas playas. Pues ya os adelanto la futura moda, el más retro (¡y dale!) todavía, más que los displacement hulls de Greg Liddle –demasiado difíciles y complicados de surfear- y los S.U.P.: los olo y alaia. Es decir, las tablas tal y como las utilizaban los antiguos hawaianos: sin quillas, hechas de madera, de forma rústicas y de tamaño y peso descomunal comparado con lo que estamos acostumbrado.

(¿Un local del murito de la triangu (por ej.) en el 2012? Taparabos opcional.)

Y si no esperad a que se estrene Musica Surfica. A iniciativa de Derek Hynd, una serie de surfistas conocidos (el mismo Derek, Tom Wegener, Tom Carroll o Belinda Baggs) y menos conocidos, se reúnen en King Island (a medio camino de Tasmania) con Richard Tognetti, surfista y violinista principal y Director Artístico de la Australian Chamber Orchestra. El objetivo: experimentar con tablas sin quillas - ya sea réplicas de olos y alaias o creaciones más modernas, pero siempre SIN quillas-, en las diferentes olas de la isla y que eso sirva de inspiración para Richard y el resto de su orquesta. ¿El resultado? un documental que promete mucho. Todavía no lo he visto, aunque me han comentado que una copia ya corre por estas latitudes (¿quizá para un preview antes de ser incluida en el programa de algún festival de surf de este verano?). Si queréis ver fotos y demás, visitad el blog de Mick - el productor de la peli- especialmente las entradas de Mayo a Julio del 2007, o aquí. Ya veréis, pronto estaremos todos cortando árboles para hacernos un alaia (taparrabos opcional). Ah, y ya hay otras varias películas que también apuntan en esa dirección a punto de estrenarse, como Seaworthy.

En fin, el mundo sigue adelante y nosotros, los surfistas, cada vez miramos más hacia atrás para ver qué es lo que nos hemos perdido, o descartamos demasiado deprisa en su día. Al menos nos divertimos haciéndolo, que es más de lo que muchos otros pueden decir.

viernes, 22 de febrero de 2008

¡¡Hagan juego!!

Empieza el WCT y creo que una de las novedades de este año que más desapercibida está pasando no es el hecho que haya cuatro europeos juntos, ni que el Globe Pro de Tavarua haya vuelto al calendario después de un año de ausencia, ni mucho menos la llegada de gente como Jordy Smith y Dave Reynolds. Ni tampoco que este año el circo del WCT nos pille más cercano debido a la presencia de Aritz… aunque este hecho es el que seguramente nos ilusiona más.

Voy al grano: creo que una de las novedades más importantes –y de la que menos se habla- es que este año, de forma legal y sin movernos de casa, cualquiera de nosotros puede ganar (o perder) dinero con las pruebas del WCT. Y eso es así por que parece que, al igual que ha sucedido en muchos otros deportes, las apuestas deportivas han llegado al surf profesional; al fin y al cabo en los países anglosajones existe una gran tradición de las apuestas deportivas, y recordemos que el surf como deporte profesional es un deporte anglosajón.

Pero vayamos por pasos. A finales de los 80 ya hubo algunos intentos de introducir las apuestas deportivas en el surf, y en algún campeonato en Australia una casa de apuestas montó su chiringuito en la playa, para que el público que quisiera pudiera realizar sus apuestas a la vez que asistía al evento. Por ejemplo: “10 a 1 que Richie Collins se hace 3 floaters en su primera ola de la manga contra Carroll” o “8 a 1 que Curren coge la ola que le permite ganar la manga a falta de menos de 1 minuto para el final”. Pero eso fue antes de la era del internet y no tuvo mucho éxito pues los campeonatos no siempre congregaban un gran público… y éste era un público diferente al que acostumbra a apostar, pues le basta ver las olas y las maniobras para segregar adrenalina, sin tener que añadir el reto de ganar dinero mediante una decisión propia.

Luego, ya en la era de internet, la revista Surfer adoptó el esquema Fantasy Team para crear el Fantasy Surfer. Un juego que ha tenido un notable éxito y no solo en los Usa, si no en todo el mundo. La pega es que si no resides en territorio USA no puedes llevarte los premios que dan al primer clasificado (surftrips y demás…). Es más, según me contaron (pero como este mes ya he cubierto el cupo de rectificaciones os ruego que no me hagáis mucho caso, pues no sé hasta qué punto es cierto), parece ser que eso fue lo que le pasó a cierto surfista de Zarautz no hace mucho: acabó el año en primera posición pero, como no residía en Kansas ni en Ohio no tuvo derecho a ninguno de los premios. Pero el Fantasy Surfer no son apuestas, aunque hay varios elementos comunes con esa actividad.

Y este año se ha ido más lejos y ahora mismo son varias las casas de apuestas, australianas y norteamericanas, en las cuales es posible apostar on-line sobre la clasificación final del circuito o de cada prueba del WCT. Y para hacerlo más fácil ya existe una web que recoge las diferentes cuotas (odds) para cada surfista en cada una de las casas de apuestas. Interesante es ver que Mick Fanning consta como favorito para volver a proclamarse Campeón del Mundo. Y Aritz pues, como es natural, no goza –todavía- de la confianza de las casas de apuestas… por lo que ahora mismo su victoria final daría (además de muchas alegrías) un buen fajo de billetes a quien apostase por él.

Las personas que están acostumbradas a apostar en competiciones deportivas dicen que un factor que puede jugar en contra de las apuestas en el surf es la falta de cobertura televisiva de los campeonatos. Pero si las marcas que tienen las licencias para las pruebas del WCT siguen el camino iniciado por Quiksilver en Hossegor este año, con una web diferente a la típica de la ASP, muy currada y que permite ver repetidas algunas mangas y olas… sin ser la tele, la retrasmisión vía web se le acerca mucho.

Desde luego el panorama es muy diferente al que veo cada vez que voy a cierto bar en Hendaye, a escasos metros de la frontera española. En ese bar, sea la hora que sea, el televisor sintoniza las carreras de caballos francesas y los habituales del antro se ventilan sus ahorros en la estafeta que una casa de apuestas tiene en la misma barra. Y todo ello entre una densa nube de humo de Gitanes y el olor a Pastís y Marie Brizzard. Nada que ver con apostar unos euros a favor de nuestro surfista favorito durante un WCT, desde casa y después de ver el resumen de las mangas del día anterior en una web, en la que además encontramos todo tipos de estadísticas e información que ayudan a decidirnos. Nada que ver… pero el hábito que puede crear es el mismo.

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Mucho más saludable y con una recompensa mucho más golosa es la porra que la gente de Alaplaya ha organizado para los que sigan las etapas del WCT desde su web: el ganador se lleva una cena para dos en el restaurante de Karlos Arguiñano de Zarautz.

martes, 19 de febrero de 2008

Una forma de describirlo

Hace muchos años (unos quince) una amiga recién casada regresó de su viaje de novios a Nueva Zelanda y al verme, y tras del clásico intercambio de preguntas y respuestas, me dijo:
“Por cierto, vi a surfistas en Nueva Zelanda”.
Yo por aquél entonces no había estado todavía en Nueva Zelanda y claro, el tema me interesaba.
“Y ¿qué tal? ¿Dónde?” Le pregunté. “¿Te gustó lo que viste?”
“No,” -me contestó seriamente,- “fue muy aburrido, apenas hacían nada. Eran como un grupo de patos sentados en el agua, el uno al lado del otro y sólo de vez en cuando alguno cogía una ola, pero tardaban mucho…”

En aquella época el surf en Barcelona era todavía más desconocido que hoy, y esta chica no había visto surfear nunca (fuera de la televisión o el cine) hasta ese día en Nueva Zelanda. De ahí su decepción, pues lo que vio distaba mucho de los típicos clichés a los que había sido expuesta hasta entonces. Pero la realidad del surf, muchos días y para muchas personas que no lo practican y que sólo lo observan de lejos es así: aburrida.

Y si no que se lo pregunten a Laurie Nadel, la periodista del New York Times que redactó la crónica del Unsound Pro Surf Contest de Long Beach (Nueva York) en el 2001, campeonato que formaba parte del circuito WQS.


(Cartel de la edición del 2007 del campeonato.)

Qué fácil es describir una maniobra, una ola, una sesión a otro surfista, ¿no? Y cuando nuestro vocabulario castellano nos falla recurrimos a esas palabras inglesas que tantas veces hemos leído y que forman parte ya de nuestra identidad: “glassy”, “reentry”, “off the lip”, “bottom turn”, “cut back”...

Pero en cambio qué difícil debe ser, para alguien con escasísima –o nula- experiencia de surf describir a otras personas -que se encuentran en su misma circunstancia- la manga final de un campeonato. Y en el caso de Laurie Nadel el resultado fue este (párrafo 7 de la segunda página de este artículo):

"La manga final transcurrió tan rápidamente que parecía una serie de secuencias o flashes de imágenes. El Sr. Logan cabalgó la primera ola durante unos 3 segundos. El Sr. Townsend, deslizándose a lo largo de la cresta de la ola, ejecutó 2 giros completos durante 6 segundos, remando rápidamente para coger la siguiente ola que llegaba, la cual cabalgó durante 12 segundos por la cresta, haciendo una serie de giros de 180 grados en un movimiento fluido de monopatín. 3 segundos más tarde, el Sr. Carlson se dió la vuelta hacia el labio de la ola y se agachó mientras esta se deshacía en espuma. En la siguiente ola, realizó seis giros en 6 segundos. Saltando desde el labio de otra, el Sr. Myers giró en el aire realizando una maniobra de 3 segundos en total. El Sr. Logan se levantó encima de una ola, realizando 3 giros en cuatro segundos justo cuando el Sr. Martin anunciaba por el micrófono, « Cinco minutos más ». El ritmo se aceleró con el Sr. Myers y el Sr. Carlson saltando hacia la misma ola, que abrió en direcciones diferentes, durante unos 6 segundos cada uno. El Sr. Townsend acabó la manga con 12 largos segundos de giros fluidos de monopatín a lo largo de la cima de una pared móvil de espuma blanca."

¡¡Y yo que me he quejado a veces de lo sosos que son los comentarios durante las pruebas del WCT !!

viernes, 15 de febrero de 2008

Ranking chupacámaras (VI)

Pues ya tenemos revista nueva. Acaba de salir la última 3sesenta (nº 126), que si destaca por algo es por no tener casi nada de Euskadi, apenas un par de fotos.


Portada de la 3sesenta nº 126.

He aquí los correspondientes rankings (las normas, puntuaciones, bla, bla, bla están en entradas anteriores con este mismo título):
Ranking top 30 surfistas actualizado



A destacar:
-La subida espectacular de José Mª Cabrera del 115º puesto al 5º, con portada incluida.
-El 6º puesto de Bruce Irons, obtenido únicamente gracias a la publicidad. Tres de sus principales patrocinadores (DC, Volcom y Dakine) lo utilizan en sendos anuncios de doble página en este número solamente. Es el único surfista del Top 10 que no ha tenido ninguna foto de editorial en las revistas que he contabilizado desde que empecé.

Ranking top 30 fotógrafos actualizado



A destacar:
-Las subidas de Guille Álvarez (del 19º al 11º y cuya ayuda fue fundamental para realizar realizar el reportaje de Tapia), de J.V. Glez (del 23º al 12º), de Alex Amorós (del 26º al 17º) y de J.M. Donaire (del 49ª al 18º). Todo sigue igual por arriba.

Vamos a tener que ir acostumbrándonos a esto… (3)

He tenido que sacar esta noticia después de enterarme que varios aspectos que yo comentaba no están confirmados, y que eso podía conducir a confusiones.
En cuanto se confirme la noticia en todos sus extremos, la volveré a colgar.
Mis más sinceras disculpas a todos.
Niegà

martes, 12 de febrero de 2008

bahasa indonesia: “k”

“K” como en kretek (nombre genérico que reciben los cigarrillos perfumados al clavo). Ejemplo: “Saya mau beli kretek.”

En 1996 oí hablar por primera vez de un lugar mágico en Indonesia, una isla que tenía nombre de pan. Era mágica por que ahí, frente a un pequeño pueblo de cultivadores de algas, rompía una izquierda muy larga… Tan larga que la mayoría de días rompía en 3 secciones que no conectaban entre ellas, pero cuando el mar estaba grande, era una única ola que barría todo el arrecife. Es más, decían que a diferencia del pan, esa ola no se pasaba nunca y que cuando más grande, mejor. Pero esa ola también se podía surfear con dos palmos e, independientemente del punto de marea, siempre se podía surfear en alguna sección. Esa ola a veces tomaba el nombre del pueblo y otras veces el que le dio el australiano Jim Banks -el primero en surfearla-.

(La ola en cuestión. La foto me la pasó otro amigo que ha estado ahí)

Le conté todo eso a un buen amigo que se iba para Indo en el 1998, y consiguió llegar hasta esa isla. A su regreso me contó que todo lo que le yo le había dicho era cierto y que en frente de esa ola había un par de sitios donde alojarse, muy tranquilos y baratos, con peña auténtica. Eso sí: “Indo style”.


(Cuando baja la marea el arrecife queda totalmente al descubierto. Al fondo otra isla -donde se rumorea que también hay buenas olas-. El velero siempre estaba ahí, y era donde se alojaban algunos de los australianos que estaban construyendo el surfcamp de lujo.)
Yo no conseguí ir a este lugar hasta el 2005, cuando esa ola ya había salido en varias revistas y ya estaba en wannasurf.com, pero aún así me encontré con lo que esperaba. Y también me encontré con un barco que, semana tras semana, estaba anclado delante de la izquierda y exprimía a sus clientes (que pagaban 100USD/día) para no moverse de esa izquierda. Izquierda que compartían con nosotros, los “pobres”, que vivíamos en el pueblo… cuando ahí cerca había muchas otras olas que podían haber surfeado sólos, pues únicamente eran accesibles en barco. Y también me encontré con un surfcamp de lujo que estaba siendo construido delante mismo de la ola, y que ya debe estar abierto cuando escribo estas líneas. Mientras tanto unos cuantos disfrutábamos del lugar por 10€/diarios, paquete de kretek incluido.

viernes, 8 de febrero de 2008

bahasa indonesia: “m” y “u”


“M” como en maaf (disculpe). Ejemplo: “Maaf, ¿dimana jalan pompa bensin?”
(1996) Éramos cuatro: un neozelandés, un canadiense residente en Australia y nosotros dos (la chica con la que salía entonces y un servidor). Nos conocimos en Nusa Dua (Bali), en plena época de lluvias, y trabamos amistad. No una amistad de esas para toda la vida, pero sí lo suficientemente interesante (e interesada) como para que nos apeteciera viajar juntos un par de semanas.

Entre los cuatro alquilamos un kijang, atamos nuestras tablas al techo de forma rudimentaria, pusimos unas cuántas rupias dentro de cada uno de los sobres que nos dio el de la “agencia” -contenían “notas explicativas” que debíamos entregar a los policías que controlan los accesos a los ferries - y nos largamos hacia Lakey Peak, en Sumbawa. No teníamos una miserable guía de viaje de Indo, ni siquiera de Bali (y mucho menos un mapa de carreteras), pero conseguimos copiar un mapa de Sumbawa, encontrado en una guía de viajes, en un trozo de papel.

Acabamos cruzando 3 islas (Bali, Lombok y Sumbawa) en plena época de lluvias, con un coche de alquiler ilegal, sin un solo mapa y sabiendo una sola frase de Bahasa entre los cuatro: “Disculpe ¿dónde está la gasolinera?”.


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“U” como en ular (serpiente). Ejemplo: “¡Ular besar!”
(2005) Acabábamos de llegar a Uluwatu. Éramos seis, de los cuales cinco nos íbamos para el agua. Mientras evaluábamos la situación del pico desde el acantilado, uno de nosotros desapareció para aliviarse contra una pared, entre unos coches aparcados. Cuando ya estaba meando, un nativo se acercó y le imitó, situándose a un par de pasos de distancia. De pronto el nativo le miró de reojo, primero a la cara y luego a la entrepierna y, riendo, lanzó un grito de asombro: “¡¡Ular besar, ular besar!!”.

Al acabar de mear el nativo le tendió la mano, para expresarle su "admiración". Había nacido un mito XXL: Big snake.

(Más sobre viajes en Indo en las siguientes entradas de este diccionario. Una letra = una anécdota)

Y de bonus un izquierdita que he encontrado en Indo gracias al Google Earth. Observad qué bien abre. Una preciosidad.

martes, 5 de febrero de 2008

Aclamado por una multitud

Cuenta la leyenda que en una ocasión, una muchedumbre se congregó en el acantilado de Uluwatu y coreó el nombre de Gerry Lopez. Sucedió al poco de que Uluwatu fuera surfeado por primera vez, mucho antes de que se convirtiera en el circo actual. Cuando todavía había que andar un buen trecho por entre campos de arroz para llegar a la cima del acantilado, o negociar con algún motorista para que le llevase a uno de paquete. Cuando todavía no habían construido la rampa y escaleras de hormigón que bajan a la cueva, ni tampoco había tropocientos mil warungs intentando vender el "combo" massage/plaityourhair/transport en todos los idiomas del mundo.

Sucedió en los 70 y coincidió con una marejada enorme. En el agua estaba Gerry Lopez, solo. A medida que el sol se ponía las condiciones eran cada vez más grandes, más huecas y más perfectas. Y Mr. Pipeline estaba surfeando esas olas en plena sintonía con los elementos. Cogiendo olas en Temples y pasando secciones, por dentro y por fuera. Al final de cada ola dudaba un segundo… y regresaba de nuevo al pico. Sus compañeros ya le esperaban en la cima del acantilado y, preocupados por que veían que el sol se ponía y Gerry no salía del agua, empezaron a llamarle a gritos: “Gerryyyyyy….” Esos gritos fueron oídos por los campesinos, curiosos y monjes que pululaban por ahí cerca y se acercaron a ver qué pasaba. Cuando llegaron al acantilado vieron a unos occidentales que, asomados desde la cima del acantilado, gritaban algo incomprensible a otro que estaba en el agua, deslizándose en medio de unas olas enormes. Rápidamente dedujeron que le estaban animando y, así fue como esos mismos campesinos, monjes y curiosos empezaron a corear ese extraño vocablo también. De pronto había más de cincuenta o cien – como pasa con todas las leyendas, nadie sabe exactamente cuántas,- personas coreando su nombre al unísono, como en un estadio, mientras Gerry López iba hilando tubo tras tubo : “Geeerrryyy, Geeerrrryyy, Geeeeerrrrrryyyyyy….” Los cantos duraron un buen rato hasta que Gerry López, cuando ya apenas quedaba un único rayo de luz, empezó a remar hacia la cueva para aparecer en la cima del acantilado unos minutos después.

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Este domingo pasado en Zarautz no había nadie coreando ningún nombre excepto el de algún perro que, dejándose llevar por el instinto, era reclamado por sus dueños. En un rincón desierto de la playa, más o menos donde la vista de la costa no se ve obstruida por casas ni edificios, un surfista se adentraba en el agua y empezaba a remar. A pesar del frío, del viento infernal que soplaba y de los granos de arena que se pegaban a su cara, su traje y su cabello, desde muchos metros de distancia se podía leer una mirada de determinación en sus ojos. Las condiciones no eran muy difíciles, más bien al contrario, pues sólo alguna serie grande llegada al medio metro; pero para ese surfista constituían un reto tan grande como si de un Uluwatu de tres metrazos se tratase.

Llegó la primera serie y le pilló fuera de posición por poco. Una vez se dio cuenta de donde rompía la ola exactamente, se colocó para esperar la segunda serie. Cuando esta llegó, dejó pasar la primera ola y remó la segunda con fuerza, para contrarrestar los efectos del fortísimo terral que estaba soplando. Notó que la ola le llevaba, puso las manos a la altura de su pecho y se impulsó con un movimiento elástico y felino (o eso le pareció) hacia arriba. Apenas sus manos se despegaron de la tabla que su cuerpo empezó a inclinarse hacia un lado y se cayó. Cuando sacó la cabeza del agua, un par de segundos más tarde, corría agua dulce por su cara… pero el viento se encargó de llevarse las lágrimas mar adentro. En su cabeza le pareció oír un “OOOOOOHHHHHH” proveniente de la orilla, donde estaban todos mirándole. Pero antes de que le invadieran pensamientos negativos, se estiró encima de la tabla y volvió a remar hacia el pico. Otro surfista se había unido a él mientras tanto, y nuestro surfista observó como cogía una izquierda hasta la orilla. Todo era fluido y fácil en ese otro surfista, y eso le frustró. Se desplazó un poco hacia la izquierda, para situarse mejor y recuperar el terreno perdido por culpa de la corriente, y otra serie apareció en el horizonte. Remó una izquierda, delante de la mirada atenta del otro surfista, y esta vez consiguió erguirse de pie encima de la tabla antes de tambalearse y, de nuevo, caer espantosamente al agua.

Tuvo que hacer un esfuerzo para no gritar su rabia y frustración al viento. De haber estado solo seguramente lo hubiera hecho. Cogió la tabla y se fue mar adentro, más allá del pico. Dejó que el otro surfista cogiera varias olas sin ninguna oposición y, de paso, esperó a que sus latidos bajaran de revoluciones. El ruido del viento y los tapones en los oídos formaban una barrera acústica formidable, pero aún así estaba seguro de oír los murmullos del público en la playa, un público que empezaba a dudar de que fuera capaz de surfear una ola, pero que seguía esperando estoicamente a merced del viento y del frío.



Al cabo de unos minutos se acercó un poco más a la orilla, para situarse en la zona de la rompiente. Una serie se acercó. Dejó pasar las primeras olas hasta encontrar una que, estaba convencido, iba a romper como a él le gustaban: ni demasiado rápida, ni demasiado lenta. La remó un poco en diagonal, hacia la izquierda, y se dejo llevar por la misma una décima de segundo sin hacer ningún movimiento, todavía en posición horizontal, mirando la pared lisa que se le ofrecía. De pronto realizó el movimiento para levantarse, quizás menos bruscamente que en las veces anteriores, y se encontró de pie encima de su tabla, arriba de la ola y con una pequeña -pero hermosa-, pared delante suyo. Bajó la ola, hizo un par de giros -los estrictamente necesarios para mantenerse cerca de la espuma-, y se dejó llevar hasta que la ola desapareció. Y ahí, totalmente erguido encima de su tabla -que se iba hundiendo bajo su peso-, levantó los brazos al aire y escuchó como toda la playa coreaba su nombre y le vitoreaba.

Abrió los ojos y vio lo que ya sabía: que la playa estaba vacía, como lo había estado todo el rato. Pero él seguía oyendo como coreaban su nombre, como Gerry aquél día en Uluwatu.

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Después de un mes y pico, y todavía con restos de vértigo, este pasado domingo intenté surfear de nuevo. Tras unos inicios un poco duros, al tercer intento conseguí ponerme de pie y recorrer una ola. Dos semanas antes lo había intentando y me había sido imposible, cayéndome una vez tras otra, lo cual me había espantado mucho. Es un tópico, pero no sabemos lo importante que es algo hasta que lo perdemos. Y desde luego, estar días y días sin el más mínimo sentido del equilibrio, hasta el punto de no poder sentarme, es una sensación que además de invalidante y desagradable, asusta mucho.


Para mí la prueba de ayer era muy importante, de ahí que con este texto quiero agradecer a todos los que me han apoyado y, virtualmente, estaban conmigo en la playa de Zarautz animándome. ¡Niegà is back!

P.S.: Todas las fotos (menos la de Uluwatu) son del blog de Nico, que está lleno de pequeños tesoros como estos.

viernes, 1 de febrero de 2008

Y… ¿qué tal?


Es frecuente que cuando un blog cumple años se mencione este hecho en el mismo; pues bien, hace unas semanas fue el primer aniversario de este blog. Y lo que para mí es mucho más importante, también se ha cumplido un año desde que nos mudamos a Donosti. Un año durante el cual nos han pasado muchas cosas; con momentos duros pero también con muchas risas… y así son la mayoría de años ¿no? En fin, he pensado que esta era una buena oportunidad para reproducir aquí un texto que escribí para el número 3 de la revista Inside (el 4 debe estar a punto de salir a la calle), una revista gratuita del Medi donde colaboran varios amigos y conocidos míos.

Y… ¿qué tal?

Hace escasos días me encontré con un amigo, cántabro él, que me conoce desde hace años. Él sabe que desde principios de año he abandonado mi Mediterráneo catalán para instalarme en Euskadi. Y eso fue lo que me preguntó: “Y… ¿qué tal?” Muchos amigos catalanes, con los que me encuentro por estas costas norteñas estos días de verano, también me lo preguntan.

Ya llevo siete meses en Donosti. Siete meses hace que dejé la costa del Maresme, concretamente El Masnou, para empezar nuevo curro y nueva vida. Y el balance es positivo, pero no únicamente en lo que respecta al surf: el trabajo, el poco tráfico, la calidad de vida que hay comparada con la del gran Barcelona, el… vale, vale, me dejo de tonterías y me ciño al surf.

Las olas: (casi) siempre hay, mejores o peores, pero si se echan ganas uno puede bañarse cada día… o casi. Pero las olas están condicionadas por un elemento que puede llegar a ser el gran aliado… o el gran enemigo: la marea. Más que el viento o el tamaño de las olas (hasta cierto punto) lo que condiciona el baño es la marea, y cuando eres un currante, con un horario normal y el sol se pone 45 minutos después de que salgas de la oficina (en invierno), saber cómo está la marea y qué playas funcionan con cada marea es lo que hace la diferencia entre echarte un baño ese día o no.

El surf: creo que en estos siete meses apenas he tenido un par de baños que excedieran las dos horas de duración. Algo que en Catalunya sólo ocurría si (a) se hacía de noche o (b) tenía que ir a la oficina. En el Mediterráneo cuando hay olas hay que aprovechar. Aquí es diferente. Se aprovecha el rato bueno y como mañana o por la tarde habrá más, se guardan las fuerzas. De hecho, mucha gente que he conocido recientemente por aquí acostumbra a darse baños muy cortos, de menos de una hora, aunque igual se dan cuatro o cinco el mismo día.

El nivel: ¡¡qué vamos a decir!! La playa donde surfeo más a menudo es Zarautz, de donde están saliendo algunos de los mejores surfistas europeos, tanto famosos como desconocidos del gran público. Lo bonito es que a pesar de que seguramente soy el más paquete de todos los que están en el agua, nadie salta una ola… hasta que llega el fin de semana, o las vacaciones, y las playas se llenan de surfistas de postal… o de gente que tiene un monazo que no se aguanta (y poco nivel) y va a por todas.

Así ¿todo es bueno? Pues no, hay cosas que en el Mediterráneo son mejores. Dejando de lado que todavía tengo más amigos ahí que aquí, la gran diferencia es que en el Mediterráneo el surf es un deporte mucho más social, casi colectivo o de equipo. Me explico: cuando hay olas en el Medi, la gente está excitada pues es algo inusual, es la excepción. ¡¡Es fiesta!! En el agua todo el mundo habla más, grita más, se ríe más. Es un surf de sangre más caliente; más latino. Eso se acentúa los días de olas no muy buenas, en los que te dedicas a ver y comentar qué hacen los demás: que si fulanito estrena tabla, que si menganito está haciendo el boya y no pilla ni una, etc. Digamos que, excepto en contadas excepciones, el surf en el Medi (tal y como lo recuerdo) es menos serio, menos trascendental y nos remonta a la infancia o adolescencia. Aunque también es mucho más caótico.

¿Qué más? La luz y los colores. Ya sé que en el Medi muchas veces las olas coinciden con mal tiempo, pero esos fríos días de invierno con sol, con la atmósfera limpia, los colores vivos y el mar de ese azul que sólo ahí existe. Esto aquí no se da. Lo que más se le parece son los días de viento Sur… pero el azul del mar no es el mismo. Una lástima, pero es un precio que pago muy a gusto.

¿Estoy contento? Sí, aunque tampoco estoy teniendo muchas sesiones mágicas de olas largas, viento terral, 4 en el agua y calorcete. Sólo alguna de vez en cuando.

¿Me he saciado de surf? ¡¡NO!!

Así pues, volviendo al título de este texto, y… ¿qué tal? Pues MUY BIEN!

Niegà
Agosto 2007



Pero volvamos a este blog. Me he dado cuenta que en mi caso lo utilizo no solo para vaciar mi buche personal de chorradas, experiencias y ansias ligadas al maravilloso mundo del surf, si no también para conocer a mucha gente. Así que aprovecho para mandar un abrazo a todos los que he conocido personalmente a través de este blog. Y a los que sólo conozco virtualmente, pues bien, ahora que Willy Uribe dice que nos va a invitar a todos a unas birras seguramente tendremos ocasión de saludarnos. Esto del blogging es curioso; es como un facebook o un myspace pero más disimulado y sin intenciones sexuales (en todo caso por mi parte).

Pero menos chorradas y dejadme que os hable de ideas y proyectos que tengo en mente: Ideas, por suerte, hay muchas; proyectos hay menos. El problema es que las ideas están todavía más lejos de convertirse en realidad que los proyectos. Así de entrada, y dejando de lado mis colaboraciones para 3sesenta (y cualquier otra revista que me lo pida siempre y cuando me apetezca el tema y encuentre tiempo), he empezado a escribir un texto que podría acabar teniendo formato de libro… si alguna vez es publicado... algo que no sabré hasta que lo acabe. Aunque siempre queda la opción de publicarlo yo mismo y venderlo a través de este blog. Pero bueno, digamos que de momento quiero acabar un primer borrador antes de Agosto y luego ya veremos si intento que vea la luz o, al contrario, lo dejo morir en algún cajón virtual del disco duro.
Sí, es ficción.
Sí, el surf es un elemento importante del mismo.
Y no, no habrá sexo explícito.



¿Qué mas…? Siempre he pensado que un programa de radio sobre surf no sería nada descabellado. Ya hay un par de cosas parecidas en el extranjero (aquí, aquí y aquí) pero no como yo lo plantearía. Estoy pensando en un programa que se podría escuchar en directo únicamente por internet, los lunes de 8 a 9 de la noche por ejemplo, con secciones fijas de contenido variado: actualidad local e internacional, entrevistas, previs para la semana, algún concurso para los oyentes -que podrían llamar en directo-, etc… y que luego se alojaría en la web para escucharlo en diferido o bajarse el podcast para los que prefieren escucharlo en el coche o en el metro (en este último caso habría que tener en cuenta la música utilizada y la SGAE). El programa viviría de la publicidad y creo que para eso sí que hay dinero disponible, aunque no forzosamente de la industria del surf. Hay muchas marcas de coches, refrescos, telefonía móvil… que están entrando en el surf, y este es un producto suficientemente nuevo y muy diferente. Mmmm... tengo la sensación que no sería muy difícil conseguir financiación.
(Está claro que hacer un canal de televisión por internet seguramente sería más espectacular, pero la complejidad y el desembolso inicial serían mucho más importantes. De todas formas algo ya se está haciendo aquí y no parece tener mucha continuidad.)
Yo no voy a hacerlo, pues soy un negado para temas tecnológicos (la última vez que intenté cambiar la plantilla de este blog un poco más y me lo cargo). Y sin embargo creo que sería una buena oportunidad para los alaplaya, buenasolas y demás portales de por aquí; pero bueno, tampoco quiero meterme donde no me llaman (…aunque acabe de hacerlo, glups!). Eso sí, me presto voluntario a colaborar y si alguien va en serio y quiere contar conmigo, tiene mi e-mail arriba.

Y de momento vamos a dejarlo aquí. Hoy no me apetece hablar de la industria del surf, y eso que últimamente hay noticias suculentas: Volcom –la marca “rebelde y diferente”… pero que cotiza en la bolsa de NY- ha comprado la marca de gafas Electric. El grupo Billabong / Kustom / Von Zipper / Nixon / Honolua / Element / Palmers ha comprado Xcel. Las acciones de Quiksilver están bajando en picado y parece ser que hay un gigante del deporte esperando el momento adecuado para hacerle una O.P.A. (¿¿saldrá algún Pizarro reaccionario??). De momento Quiksilver ha decidido vender sus productos desde su propia web (lo que le ha valido algún cabreo por parte de las tiendas; a eso lo llamo yo “morder la mano que te da de comer”) y poner a la venta Rossignol (que sería la responsable de la bajada de las acciones de Quiksilver).

Y tampoco me apetece hablar mucho de los pros: en Billabong no están muy contentos con la actitud de Andy Irons y sus “pequeños problemas”; Chris Ward firmó el final de su carrera profesional hace unas semanas en una estación de esquí y, para acabar, resaltar que Jordy Smith también ha fichado por DVS tras su multimillonario contrato con O’Neill.

Y es que en el fondo, muchos cambios pero todo sigue igual…

P.S. Inicio con este post una nueva etiqueta llamada “diarrea verbal”: mucha letra y poca sustancia. Ideal para noches de insomnio.