Parece mentira que en el espacio de solamente 4 años el diseño de las tablas y el nivel de surfing cambiase tanto!! Os aconsejo que miréis los 3 trailers por este orden para poder apreciar los cambios de estilo (especialmente en backside), de formas y tamaños de las tablas. Todas las pelis son de Paul Witzig (no confundir con John Witzig).
Al final, y debido a un cambio de mis planes, no pude entrevistarle en Australia. Tuve la ocasión de conocerle en Donosti hace unos años y es una de esas personas que más está haciendo por mantener la verdadera cultura hacia las tablas. Si os interesa de verdad este tema y tenéis una mente abierta, os aconsejo que os compréis su último libro/dvd lost in the ether. Y además Andrew no surfea nada mal; aquí en acción en Australia surfeando sus propias tablas.
“Simon Anderson acostumbraba a surfear Greggy’s Jump y no aparecía en las olas famosas del North Shore hasta el día del campeonato. Era un tipo sencillo, humilde. Alguien que me recuerda un poco a él es Dane Reynolds. Dane es como un Simon Anderson moderno, pero sin la visión revolucionaria del shape de este. Pero comparten esa actitud de no esforzarse demasiado. Dane proviene de un ambiente parecido, de trabajadores, que se asemeja bastante a Narrabeen; donde no quieres subir demasiado alto para no alejarte de tus raíces. Simon era muy popular por que no quería ser una estrella del surf, al igual que Dane Reynolds, que a día de hoy es muy popular por que parece que no quiera esforzarse ni darlo todo. Pero de vez en cuando, al igual que con Simon, verás esa llama interior.”
Shaun Tomson acerca de Simon Anderson en el North Shore en 1980
Adriano de Souza acaba de ganar el Billabong Pro de Rio. He visto algunas mangas ayer y algunas más hoy; olas bastante malas para ser un WCT la verdad. Pero una vez acabado el evento me he enterado que ha habido bastante polémica en la manga de cuartos de final entre Owen Wright y Adriano. Al final ha ganado este último, pero de forma bastante discutida, pues con su última ola le han dado la puntuación necesaria para superar a Owen que iba delante. He recuperado la manga para que hagáis de jueces y votéis, en vuestra opinión y teniendo en cuenta los criterios de la ASP, quien debería haber ganado la manga. Recordad que solo se toman en cuenta las dos mejores olas de cada surfista, que son las que nos muestran en este video. Ved la manga y votad a continuación. Así veremos qué malos jueces somos todos!!
Precisosos dos primeros capítulos de las aventuras de Cyrus Sutton por Baja California. Con olitas de esa calidad yo también tendría un quiver compuesto por fishes retros y hulls!!
Me gusta (mucho) el concepto y me caen bien Sergi y Sergio. Así que para despejar las dudas de mi anterior entrada, aquí tenéis un video más explicativo:
Estando yo en Bells Beach, Rip Curl anunció la ubicación de The Search 2011. La verdad es que cuando se nos anunció que se iba a disputar en Ocean Beach, la playa de San Francisco, la decepción fue bastante palpable. Indonesia? Fidji? Tahiti? Canarias? Perú? México? No; una playa urbana de la 13ª ciudad más poblada de los USA y que en invierno recibe mucho mar, mucho viento, mal tiempo y corrientes hacia todos los lados; para que nos entendamos un poco como Las Landas un día de temporal de Noroeste en Enero. Por otro lado era de esperar, pues aunque el calendario no lo diga hemos regresado a los años 80: campeonatos en playas abarrotadas y la final el domingo a mediodía haya las olas que haya. Y si no mirad el circuito WCT de este año: Billabong Pro en Rio de Janeiro (actualmente sin olas), Quiksilver Pro en NY y Rip Curl Pro en San Francisco (y Nike 6.0 acaba de anunciar un gran evento en Sydney para el 2012). Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que la ASP, entonces encabezada por Rabbit, formuló aquello del “Dream Tour: the best surfers in the best waves”!! Parece que el cambio de Director de la ASP, ahora encabezada por Brodie Carr, ha coincidido con un giro hacia campeonatos multitudinarios, donde el surf es una atracción más junto con conciertos, exhibiciones de patines en línea y demás chorradas (aun que hay que matizar que el de San Francisco será únicamente 100%surf, sin conciertos y demás).
En Bells Beach tuve el placer de conocer personalmente a uno de los mejores periodistas de surf de competición: el australiano Steve Shearer, que firma como The Outsider en las páginas de Swellnet.com.au. Con su bisturí bien afilado, Steve acostumbra a diseccionar con mucha honestidad la realidad del los eventos del WCT y demás noticias relevantes del surf profesional. Por eso tenía ganas de ver como iba a tratar la noticia de ese cambio en la política de la ASP. Os dejo con unos párrafos de la entrevista de Steve a Brodie Carr, Director de la ASP, sacados de aquí:
Steve: La gran pregunta que todo el mundo se hace es qué ha pasado con el Dream Tour? Perdimos Cloudbreak (Fidji) y Mundaka y en su lugar tenemos Río de Janeiro, NY y San Francisco…
Brodie: Bueno, Cloudbreak lo perdimos hace tiempo y Río es otro evento en Brasil. Hemos cambiado un lugar de Brasil por otro. Y Mundaka se ha visto sustituida por Peniche, lo cual ha resultado bastante bien. Así que desde mi punto de vista hemos ganado NY, que, desde un punto de vista de cobertura mediática, será enorme. Es el final del Dream Tour? (silencio)… Tenemos que encontrar ese equilibrio entre olas de calidad mundial y una cobertura mediática enorme. Si no llegamos a la gran masa nos quedaremos estancados con los surfistas core y la industria core, así que tenemos que expandirnos y conseguir llegar a la gran masa.
Steve: Entonces admites que el rumbo de la anterior directiva de la A.S.P. de ir a lugares exóticos ha cambiado en pos de buscar la aprobación de las masas?
BC: No. Se trata de buscar ese equilibrio entre lugares exóticos con olas increíbles y lugares más comunes. Y también hay que tener en cuenta donde quieren los patrocinadores gastarse el dinero. No puedo encontrar un patrocinador para Fidji. Es un lugar genial. Slater quiere volver ahí. Yo quiero volver ahí. Pero hay que encontrar a ese patrocinador que quiere invertir en Fidji y que se conforma con la cobertura mediática que tendrá desde ahí. Organizar una etapa del WCT cuesta mucho dinero, unos 3 millones de dólares, y los patrocinadores quieren estar seguros que van a tener un buen retorno a esa inversión.
Steve: OK, profundicemos un poco más. Cuales son los impedimentos para celebrar un evento una prueba del WCT en un lugar exótico como Indonesia?
Brodie: Encontrar un patrocinador.
Steve: O sea que es un tema únicamente de pasta?
Brodie: No hay ningún otro impedimento, excepto el de encontrar alguien que esté dispuesto a poner 3 millones de dólares encima de la mesa.
Steve: OK.
Brodie: Quizá regresemos ahí muy pronto. Estoy trabajando en un par de opciones. Es una búsqueda constante para encontrar el equilibrio perfecto. Nuestro objetivo es el de tener 6 WQS Prime y 6 WCT por semestre
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Nadie tiene el poder de decisión sobre el surf. O, mejor dicho, el surf pertenece a todos los que lo practicamos; es como una anarquía no violenta. De ahí que nadie pueda decidir lo que es bueno y lo que es malo para el surf. El surf de competición en cambio – un submundo dentro del surf- tiene unos actores muy definidos: los pros. Y unas marcas que los patrocinan y que gobiernan el futuro de este submundo a través del peso que tienen en la ASP. Y estas empresas miran por sus propios intereses. Parece ser que los surfistas core no somos suficientes, y quieren convertir el surf en un deporte de masas (no lo digo yo, lo dice el Presidente de la ASP). Eso me recuerda unas declaraciones de Nick Carroll (periodista australiano de surf, antiguo editor de Tracks Magazine –Australia- y Surfing Magazine –USA-, antíguo surfista profesional, hermano del 2 veces campeón del mundo Tom Carroll y autor de varios libros de surf) en una entrevista para la emisora ABC radio:
“Cuando profundizas en su origen te das cuenta que el surf profesional es en su esencia un timo; uno de los mejores que ha habido. Fue inventando por Rabbit (Bartholomew) y Shaun (Thomson) entre otros para poder seguir surfeando el resto de sus vidas. Y creo que cuando ha habido un distanciamiento entre el surf profesional y el resto de surfistas, ha sido cuando los surfistas profesionales se han olvidado de que forman parte de un timo a la sociedad, en el que se les paga enormes cantidades de dinero simplemente para ir a surfear.”
Ya os hablé de mi amigo Sergi Galanó hace un tiempo AQUÍ. Pues Sergi, junto con su socio Quim Puig, acaba de presentar un nuevo proyecto alrededor de tablas de madera con una pinta excelente y que se llama Flama.
A finales del siglo XIX el interior de Australia era una tierra tan o más dura que ahora, pero llena de nuevas oportunidades en las que hacer dinero en granjas, plantaciones o minas. Escritores nacionalistas, a través de las páginas del The Bulletin, ensalzaron las virtudes de esos colonizadores del interior que, enfrentándose a las dificultades del clima y de la naturaleza, sobrevivían a base de trabajo duro, independencia, libertad y autosuficiencia. Y donde cada hombre (y cada mujer) era dueño de sí mismo y de las tierras que estaba dispuesto a trabajar. Lejos de las leyes de las ciudades y de la corona británica, estas tierras (especialmente el interior de Queensland) se regían por un código donde todos eran iguales, sin diferencias sociales; y donde la amistad y la ayuda que se prestaban los unos a otros (mateship) eran fundamentales. Esta realidad sin embargo tenía una mancha muy oscura, que el Gobierno Australiano no ha conseguido limpiar hasta el 2008: la del racismo. El 13 de Febrero de ese año el Gobierno Australiano, a través de su Primer Ministro Kevin Rudd, pidió perdón a todos los descendientes de las diferentes tribus aborígenes australianas por todo el daño realizado desde que el Capitán Cook pisara Australia por primera vez en 1770. No hay que olvidar que hasta 1970 era perfectamente legal para un matrimonio blanco acercarse a alguna de las reservas aborígenes y secuestrar de por vida, con la ley de su parte, a los niños que ellos quisieran para “adoptarlos” como servicio doméstico; niños que en muchos casos nunca más volverían a ver a sus padres.
Ese sentimiento racista, que todavía existe especialmente en el interior de Queensland, fue una gran sorpresa para mí cuando estuve en Australia en 1996-7. Cruzando el país en coche, un día aterricé en un pueblo que no aparecía en mi mapa de carreteras. Era una reserva aborigen y, a pesar de ser las 3 de la tarde, la mayoría de personas que vi en ese pueblo estaban ebrias. Cualquier australiano que demuestre tener algo -aunque sea muy poco- de sangre aborigen en sus venas tiene derecho a cobrar un subsidio de por vida, y puede vivir gratuitamente en una casa de una de las zonas especialmente reservadas para ellos. Zonas donde (15 años atrás) el alcohol era mucho más barato que en el resto del país; así no molestaban. En 2011 me he llevado la grata sorpresa de poder hablar con muchas personas abiertamente sobre el tema de los aborígenes, y encontrarme con una mentalidad muy diferente a la que ví entonces. Además en muchos coches conducidos por jóvenes blancos –especialmente en las zonas rurales- he visto pegatinas contra el racismo en Australia.
Waltzing Matilda es una canción de origen incierto que evoca esa vida en el outback (zonas rurales del interior) de forma romántica y ensoñadora. Cuenta la leyenda de un buscavidas que un día roba una oveja para comer y, al encontrarse acorralado por los soldados que el poderoso granjero le ha mandado, prefiere morir ahogado en un billabong (pequeña laguna) antes que ser apresado. Es, en cierta manera, el himno oficioso australiano; un himno a la libertad contra los ricos y terratenientes. Hasta aquí todo bien si no fuera por que evoca una época en la que uno de los valores fundamentales de la humanidad (el de la igualdad entre todos los hombres), solo existía entre los blancos. Quizá por eso prefiero la versión de Tom Waits a la más tradicional y popular de Slim Dusty.
LAST PLANE OUT OF SYDNEY IS ALMOST GONE (Khe Sanh)
Escribo estas líneas sentado en el aeropuerto de Sydney y esperando para embarcar mi largo trayecto de regreso a Europa. El vuelo tiene dos horas de retraso, debido (de eso me he enterado más tarde) a que la tripulación ha encontrado un teléfono móvil escondido dentro de un chaleco salvavidas debajo de un asiento. Malas noticias cuando hace pocos días que han matado a Osama Bin Laden y yo vuelo con Emirates Airways. Una vez más, igual que a mi llegada a Melbourne, los servicios de Inmigración han vuelto a cebarse conmigo. Será que el asunto de Christopher Skase todavía colea y las relaciones entre los Gobiernos Australiano y Español siguen siendo delicadas como en los 90? Curiosamente el agente de Inmigración –de origen asiático- que me ha interrogado (has venido a trabajar? has venido a buscar trabajo? tienes previsto regresar a Australia en breve? donde has estado alojado en Australia?, etc) apenas habla inglés. Manda webs!
DON'T DREAM IT'S OVER
Esta gran canción de los Crowded House cerró su concierto de despedida antes de la disolución del grupo en 1996. A ese concierto, en los jardines alrededor de la Sydney Opera House, pertenece este clip de Youtube y en algún lugar del público estaba yo.
He pasado mi último día en Sydney –y en Australia- recorriendo rincones de Manly, surfeando (muy buen baño durante media hora hasta que el viento ha entrado a saco) y en modo contemplativo. Los dueños de la Manly Beach House han sido muy amables y me han permitido utilizar sus instalaciones –y parking- todo el día. Todo un lujo en los tiempos que corren. Hoy también he entrado en un par de tiendas. Me he quedado impresionado con la selección de tablas en el Quiksilver Store de Manly pues además de las Quiksilver y Channel Islands / Al Merrick (bonzer incluído), amén de una amplia selección de DHD, JS, Mark Richards, Simon Anderson, etc… tenían varios bonzers de Malcom Campbell (shapeados bajo licencia por Luke Short de LSD), unas Brewer magníficas y unas Byrning Spears con canales preciosas. Poseer una Byrning Spears con canales shapeada por Al Byrne en persona es uno de esos sueños húmedos recurrentes que tengo desde hace años; quizá algún día?
Hablando de tablas y de surf he notado las siguientes diferencias con respecto a la zona donde me muevo habitualmente (Euskadi/Francia):
1) Muy pocos longboards en el agua, pero los pocos que hay se nota que se dedican a ello en serio. Con eso me refiero que mi impresión del longboard en Australia es que es un tipo de surf (que quede claro que no he estado en Noosa Heads) muy minoritario y que únicamente es practicado por aquellos que realmente aman el longboard. Y, normalmente, tienen un nivel muy alto. Es decir que no he visto gente que entra al agua con un tablón simplemente por que así coge más olas. Y lo mismo con los mini malibús: en las tiendas apenas hay, y los pocos que ven son de plástico para iniciación/escuela/alquiler.
2.- Lo mismo se podría decir de las tablas retros y, especialmente, de los fishes y similares. Se ven muy pocos en el agua, y los pocos que los surfean acostumbran a ser muy buenos surfistas a los que les gusta –y saben- utilizar ese tipo de tablas. Y eso me lleva al tercer punto.
3.- La gran selección de tablas que hay para todo tipo de pesos y tamaños en las tiendas. Si uno tiene la desgracia –desde un punto de vista del surf- de medir más 1m85 y pesar más de 80 kg, a menos que sea un muy buen surfista en Europa solo tiene dos opciones: jugándosela encargando un tabla a medida a algún shaper o tirar de retros pues son tablas que acostumbran a llevar más volumen. En nuestras tiendas encontrará pocas tablas (o ninguna) modernas para su peso/altura. En cambio en una tienda de surf australiana -al menos las que yo he visitado- será como para un niño entrar en una tienda de juguetes: todos los shapers ofrecen tablas cortas modernas de entre 6’4’’ y 6’10’’ pero anchas (20’’, 21’’ o incluso 22’’) y gruesas (de entre 2 ¾’’ hasta 3’’). Y no estoy hablando de step-ups y miniguns para olas potentes, si no de tablas para ola normal. E incluso en tallas inferiores, la gente está surfeando tablas con más volumen (más anchas y gruesas) que la gente de aquí, sin ser fishes ni otros diseños híbridos. Quizá donde menos diferencia hay entre Australia y el Cantábrico en las medidas y volúmenes de las tablas, es entre la gente que anda MUY bien (una minoría, como en todas partes). Y cuando hay más de 1’5/2m de ola la gente no se corta de entrar con sus pinchos (6’10’’, 7’2’’ o incluso 7’6’’), especialmente en aquellas olas de correr (Winkipop por ejemplo).
4.-Precio; de todas las cosas, las tablas de surf es donde la diferencia de precio entre Australia y España quizá sea menor. Si por ejemplo tenemos en cuenta que un aguacate en el súper cuesta 2€ en Australia, que un paquete de Marlboro Light sale a 12€ y que un 6 pack de Coopers (es decir 6 birras) son casi 20€ en el bottle shop (o una caña 3.3€ en el bar), el precio de las tablas no es muy superior al que tenemos aquí. Una tabla nueva de un shaper tope de gama (DHD, JS, Simon Anderson, Maurice Cole, Warner, Mark Richards etc…) standard, para olas pequeñas, blanca, tri fin sale por unos 700-800 dólares australianos (unos 525€ – 600€). Es decir un poco más cara que su equivalente aquí; pero no mucho más si tenemos en cuenta la diferencia en el coste de la vida. Eso sí, si se la encargas directamente al shaper te costará un poco menos que si la compras en una tienda.
Ya está. El viaje terminó y la verdad es que me lo he pasado en grande (espero que se haya notado a través del blog). He dormido poco, he bebido… un poco y he surfeado más de lo que puede parecer al leer mi blog. Además he podido controlar mis impulsos más primitivos al entrar en las diferentes tiendas de surf que he visitado (seguramente gracias a lo fuerte que está el dólar australiano, que sino otro gallo hubiera cantado). La experiencia en Torquay ha sido muy positiva; la historia del campeonato de Bells Beach se palpa en el ambiente y agradezco mucho a Rip Curl que se centre en hacer un campeonato de surf CORE y que no aproveche la excusa para montar desfiles de moda, exhibiciones de patines en línea y demás chorradas. La Eurodrinkingforce ha marcado un antes y un después en la vida nocturna de Torquay, y les hemos enseñado a los aussies que con vino tinto y una buena sobremesa las resacas son más memorables si cabe al día siguiente. El resto del viaje, si bien ha sido agotador, me ha permitido conocer rincones y personas de este gran país que de otra manera no hubiera sido posible. Espero haberos transmitido una visión personal, pero honesta, de la Australia que he conocido. Me disculpo por las muchas referencias al pasado, pero 15 años son muchos y era la única manera de poder contextualizar mi experiencia presente.
Muchas gracias a Rip Curl (especialmente a Iñigo y a Marie-Pascale) y a 3sesenta por haberme brindado esta oportunidad. También a mis compañeros de la Eurodrinkingforce, a Mick Sowry y a Justin Brady; todos habéis colaborado a que mi viaje fuera más agradable si cabe.
Y gracias a todos los que habéis leído y a los que me habéis dejado un comentario, habéis participado en la porra del Rip Curl Pro de Bells Beach (esos ganadores, las fotos ya tardan ;-)!!) o mandado un mail. Soy consciente que me he salido un poco de lo que acostumbro a escribir en este blog; espero no haberos aburrido… demasiado.
Y si lo he hecho, pues ánimos que no será por falta de blogs interesantes ahí fuera!
Esta mañana lucía el sol en Ulladulla, la tormenta había pasado, el viento había rolado más hacia el Suroeste (mejor) …y el mar había bajado considerablemente. Vaya, pensaba que estas cosas únicamente sucedían en el Medi! Solamente un pico funcionaba (Cowells) y a pesar de que estaba bonito, las series tardaban mucho y ya eran muchos los “patos” apelotonados en el pico. Así que he ido a correos a mandarme a mí mismo un par de libros (me han dicho que tardaran de 3 a 4 meses en llegar …por barco; menos mal que no me corren prisa) y me he puesto en ruta hacia Sydney y luego Manly. El viaje ha sido aburrido al principio y algo estresante luego al encontrarme con mucho tráfico en las cercanías de la gran ciudad.
Some things change, some stay the same…
Por fin he llegado a Manly. Pensaba que me lo encontraría más cambiado. Es cierto que han pasado 15 años desde que estuve “afincado” en este suburbio del norte de Sydney durante un año largo, pero excepto algún que otro edificio nuevo, el resto sigue igual. Algunas tiendas han cambiado de dueños y de nombre (Shakespeare Pies se llama ahora Hamlet Pies y ya no hacen su famoso chicken tandoori pie, aunque sí siguen ofreciendo los no menos deliciosos cheese sticks). Otras han cambiado de sitio pero siguen ofreciendo las mismas maravillas visuales que antes (McCoy surfboards) y el backpackers en el que me alojé durante toda mi estancia en Sydney sigue abierto, aunque ahora el dueño es otro y es el doble de grande de lo que era. Me han dejado entrar a visitarlo y he reconocido muchos rincones que me han traído a la mente muchos recuerdos.
Luego he ido a la playa, concretamente a la zona de North Steyne, que es donde yo acostumbraba a surfear. Las redes de volley playa siguen ahí. Las olas también, y la mezcla de hot locals (Manly es la cuna de Midget Farrelly, Barton Lynch, Layne Beachley, Richie Lovett Dayyan Neve...), backpackers de paso y brasileños y japoneses que estudian en las muchas escuelas de idiomas también. También he entrado en un par de las muchas tiendas de tablas que he visto: McCoy Surfboards y 6 Ounce Boarstore. Os dejo las fotos abajo. Curioso que el dueño de 6 Ounce Boardstore se queja del poco conocimiento que tienen en NSW de las tablas alternativas y que vende mucho más en Victoria que en Sydney. La verdad es que la selección que tiene es amplia e impecable; mucho y de todo: Christenson, Mackie, Neal Purchase, Takayama, Bing, Kookbox, Gato Heroi, Van Straalen, Aipa, etc… Longs, hulls, fishes, minisimmons, twin fins, widow makers, flex tails, singles… Si no fuera por que el dólar australiano está tan fuerte igual hubiera hecho alguna locura.
Tras un baño entretenido en North Steyne he cenado con Michael, un surfista australiano de Newcastle, que lleva años en Sydney y que conocí en Marruecos hace unos 10 años. Hemos mantenido el contacto e incluso fuimos a Sagres juntos en otra ocasión. Michael lleva 5 años de nuevo en Australia (por aquél entonces trabajaba en Europa) y ahora es el director de marketing de una gran marca de café para Australia y NZ. Un buen filete y 3 stubbies de Coopers después, he conseguido regresar a mi habitación.
Es mi última noche en Australia y en algún lugar de de este país the beds are burning al son de Midnight Oil.
Fotos:
1 y 2.- Manly playa
3 a 10.- Instantáneas tomadas en la tienda de tablas exclusivamente McCoy.
Feliz Santo y una m….! Hoy, el día de mi Santo, me he despertado con la espalda y las lumbares bien tocadas. Tanto que hasta me he quedado acostado hasta las 8 (estos días suelo levantarme a las 7), pues pensaba que no podría salir de la cama. Un Voltaren más tarde ya estaba mejor, pero de ninguna manera estaba como para surfear. Así que me he tomado el día con calma y haciendo estiramientos cada par de horas, pues el día se presentaba aburrido.
Para empezar el tiempo: después de 2 semanas en Australia con sol y buen tiempo, hoy ha entrado un frente. Vientos fuertes del Suroeste que han ido rolando a Sur y lluvia. Al menos la temperatura ha rondado los 20 grados. Luego las olas: ha subido el mar y estaba todo muy movido. Me he dirigido a la zona donde vi gente en el agua ayer, y se mantenía algo resguardada del viento (aunque menos de lo que parece en las fotos). Ahí en un par de olas de roca de nombres tan evocadores como Kamikaze y Drainpipes (tubería de desagüe), unos cuantos jabatos estaban luchando contra los elementos: viento fuerte medio terral, series fantasma, rocas a flor de agua… Solo diré que había más gente fuera que dentro del agua. Después de ver muchas olas pero muy pocas buenas, he ido a ver LA OLA de Ulladulla: The Bommie (“la bomba”, otro nombre muy evocador). Desfasada de viento y nadie en el agua. Luego un almuerzo en Hayden’s Pies (deliciosas, si alguna vez pasáis por Ulladula os recomiendo que paréis y probéis su Morocco lamb pie) y me he encerrado en mi habitación en elSandpiper Motel (muy recomendable y cuyos dueños han sido muy amables) donde he aprovechado mi relativa convalecencia para acabar mi artículo sobre Bells Beach para la próxima 3sesenta. Espero que os guste (4000 palabras) pues contiene muchas anécdotas sobre la historia de Bells Beach, del Rip Curl Pro y de su importancia para el deporte y la evolución del diseño de las tablas.
A la tarde otra vuelta para chequear lo que me estaba perdiendo. El viento había girado más al Sur y solamente Cowells estaba surfeable. Algo más grande que ayer pero sobretodo mucho más movido. Aún así había una docena de personas repartidos entre la derecha y la izquierda, con alguno que otro que ha tenido que salir por las rocas al pillarle alguna serie fantasma o a recuperar su tabla después de partir el invento.
Luego algo más de escritura y al Marlin Hotel a cenar. Esta noche no había cazadoras de surfistas (ver mi post a de ayer), o sea que no me he quedado mucho rato. Mañana toca salir dirección a Sydney. No sé cuantos km son pero todo el mundo me ha dicho algo más de 2h y media. Voy directo a Manly, a ver si 15 años después de haber residido ahí durante 1 año largo reconozco algo. Empieza la cuenta atrás de mis últimas 48h en Australia… y hoy el día estaba para escuchar Split Enz (que luego formaron Crowded House) y su 6 months in a leaky boat,que hace poco me di cuenta que formaba parte de la banda sonora de Modern Collective.
Fotos:
Varias fotos de esta mañana y esta tarde: Drainpipes, Kamikazes, Cowells y The Bommie (pasada de viento).
Día agotador en la carretera. Las distancias en Australia no se miden en kms, si no en horas. La M1, o Princess Highway, la carretera principal que une Melbourne con Sydney por la costa, tiene un solo carril con frecuentes zonas de dos carriles para adelantar; y la velocidad está limitada a 100km/h con tramos a 90, 80, 70 y 60 km/h. Eso cuando no atraviesa alguna localidad, pues el término “circunvalación” o “variante” claramente no ha llegado a las antípodas. Pero claro, yo con mi mentalidad autopistera, veo un cartel que pone Ulladula (mi destino de hoy) 300km y pienso: “guay, en 3h. estoy ahí”. Craso error mi querido Niegà!! Esas 300km horas han significado 5 horas al volante, pues además de tener que cruzar todos y cada uno de los pequeños pueblos y ciudades entre Mallacoota y Ulladula, en Australia tampoco conocen los túneles. Así que hay que subir y bajar todas las colinas a 60km/h detrás de lentos camiones.
Pero empecemos por el principio: tras cerrar la barraca de Justin, he ido a mirar las olas. La playa de ayer estaba pasada y tocada de viento. Me he cruzado con una de las chicas con las que ayer coincidí en Davis Creek, y me ha dicho que iban a entrar en la orillera de Bastion Point; así que la he seguido . Han entrado 3 surfistas al agua, pero la ola cerraba que daba gusto. La verdad: no valía la pena, así que me he puesto a devorar kilómetros, con la esperanza de alcanzar Ulladula antes del anochecer. No ha sido así y he llegado cuando quedaban 20 minutos de luz. Al menos he tenido tiempo de ver un par de picos de Ulladula, una población de gran tradición surfera de la South Coast y que hace tiempo quería visitar.
Después de una buena ducha he ido a cenar al único lugar donde daban de comer comida no oriental: el Marlin Hotel and Pub. Me he zampado un fish 'n chips más que decente con una Tooheys Old, mientras admiraba como las dos chicas más feas del pueblo (y las más borrachas) intentaban ligar con dos surfistas cuarentones que estaban de paso. Su instinto asesinoera digno de un gran tiburón blanco; directas a la yugular. Me he largado antes de ver el desenlace final, pues nunca me han gustado las escena de violencia, cuando el depredador ya tiene acorralada a la víctima y la descuartiza en una orgía de sangre y vísceras.
Mañana -si todo va bien- surf al ritmo de un mítico grupo de rock australiano: los Hodoo Gurus!
Fotos:
1.- Cowells en Ulladula, poco antes del anochecer. 2.- Pelícanos en Eden.
Después de desayunar he pasado a ver el beachbreak de Jan Juc, a ver si por casualidad el mar había subido algo. Parecía que entraba un poco más que ayer, pero aún así estaba insurfeable. Hacia las 8 ya estaba de nuevo en casa preparando los bártulos. Después de cerrar la casa, junto con Joao hemos ido al aeropuerto de Melbourne. Ahí nos hemos separado, pues él regresaba hoy y yo he cogido otro coche de alquiler y, después de perderme varias veces, he conseguido llegar donde Mick Sowry me esperaba cerca del centro de Melbourne. Mick, ex creativo publicitario, es un surfista core que se dio a conocer un par de años atrás con su primera película: Musica Surfica. Mick y yo llevábamos meses intercambiando mails pero, excepto una muy corta conversación hace unos días durante el campeonato de Bells, no habíamos tenido tiempo de charlar. He pasado un rato muy agradable con él, hablando de Musica Surfica, de las viejas leyendas del surf local (Maurice Cole, Derek Hynd, Wayne Lynch…) y de su nueva película cuyo rodaje está a punto de empezar y que promete muchísimo. La entrevista entera en la 3sesenta muy próximamente.
Luego he iniciado mi camino hacia Sydney. Mi objetivo para hoy era llegar a Mallacoota, casi en la frontera de Victoria con New South of Wales, y donde hay una pequeña comunidad de surfistas junto a un point break de derechas que está en peligro; Bastion Point. Pero las obras en la carretera y la niebla me han retrasado más de lo previsto. Ahora estoy en un motel barato de carretera en Bairnsdale, en tierra de nadie. En la tele están retransmitiendo un partido de footy, o Australian Football Rules (AFL), entre los Adelaide Crows y St Kilda. De los tres deportes de valón ovalado que se juegan en este país/continente (el rugby union, el rugby league y el AFL), este último es con diferencia el más bestia y el más popular en el Sur de Australia (Victoria, South Australia y Western Australia). Mientras que el Rugby League es popular en New South of Wales y Queensland. El Rugby Union, que es el que nosotros conocemos como rugby a secas, solo atrae las masas cuando juegan los Wallabies (la selección nacional). No creo que pueda ver el partido entero; demasiada violencia para mi gusto.
Domingo 1 de Mayo de 2011
La otra Australia
Bajo este título un pelín pretencioso no quiero si no rendir un homenaje a East Gippsland, la zona donde me encuentro. Toma su nombre de un barco (el Gipsy, un schooner) que frecuentaba esta aislada costa durante el siglo XIX y es una zona que raramente se menciona en las guías turísticas de Australia (y estoy seguro que no es la única). East Gippsland es el último tramo de costa del estado de Victoria, limítrofe con New South of Wales y a la misma distancia (unos 500 kms) de Sydney y de Melbourne. Su –relativo- aislamiento es seguramente debido a este último aspecto.
Empecé a flipar al llegar a Snowy River, pues el paisaje se volvió mucho más frondoso y montañoso. Al parar en Cann River noté un cierto aire a déjà vu. Oregon? El Norte de California? Canadá? 4x4 destartalados, barbas frondosas, camisas de cuadros, jubilados con pintas de hippie, industria maderera y nombres como Dingo Creek, Bemm River, Shipwreck Creek, Sandpatch Point. Nombres que nunca antes había leído, y mucho menos en las revistas/guías de surf. En Cann River me encontré con varias auténticas familias de rednecks, conduciendo coches destartalos, con acentos ininteligibles y gorros de lana caseros debajo de sus cascos de motoristas rebeldes (muchas Harley). Tras comer una deliciosa pie comprada en Shortty’s Pie Shop (chicken with veggies; deliciosa), seguí mi camino dirección Mallacoota sin estar seguro de encontrarme todavía en Australia.
Go with the flow
Cuando me despedí de Mick Sowry en Melbourne ayer me preguntó donde iba a pasar la noche. Le conté que no hacía mucho, en un ejemplar de la Tracks, había leído que en Mallacoota –sitio del que nunca antes había oído hablar- había un point de derechas en peligro: Bastion Point. Y que como me quedaba de camino, pensaba pasar la noche ahí. Mick me dijo que justamente uno de sus mejores amigos pasa largas temporadas en Mallacoota, pues se está construyendo una barraca, y que le iba a llamar e igual podía alojarme en su casa. 2 horas después, ya conduciendo, recibí un mensaje de Mick con el teléfono de su amigo de Mallacoota, Justin, diciéndome que me esperaba para cenar. Tras llamar a Justin para avisarle de que se me estaba haciendo tarde, y que me iba a quedar a dormir por el camino, le prometí que esta mañana iría a visitarle.
Mallacoota es una de las últimas poblaciones de Victoria antes de llegar a la frontera, y está enclavada en la desembocadura de un largo y complejo sistema de lagos. Es una población pequeña (900 habitantes fuera de temporada) cuya subsistencia se basa en la pesca del abulone y del turismo. El abalone es un molusco que vive pegado a las rocas debajo del agua, y hay que sumergirse varios metros bajo el agua para encontrarlo. Vaya, que su pesca no es para cualquiera. La barraca de Justin se encuentra en medio de un frondoso bosque de eucaliptos justo en las afueras, y con vistas a un árbol al que un rayo partió y al lago. Justin es músico de profesión (fue integrante de Things of Stone and Wood, surfista y está enamorado de Mallacoota desde hace muchos años. Lustros atrás compró un terreno en el que poco a poco se va construyendo su cabaña en el más puro espíritu DIY (do it yourself). De hecho cuando llegué estaba acabando de soldar una chimenea para su barbacoa con forma de pájaro/dragón humeante al que hemos bautizado Sant Jordi. Tras charlar un rato con él fui a ver Bastion point (demasiado pequeño pero con muy buena pinta) y un par de playas más abiertas que se encuentran cerca. Al final decidí darme un chapuzón en Davis Creek, donde salía una ola limpia, aunque muy rápida y potente. En toda la playa (de más de 10 kms) solo éramos 4 surfistas en el agua… un domingo por la tarde!! Luego vuelta a la barraca de Justin para preparar la cena en la barbacoa, beber vino, charlar (mucho) y escucharle tocar un par de temas propios y ajenos.
Ahora son las 10 pasadas de la noche y Justin acaba de salir dirección Melbourne, donde mañana tiene ensayo con un grupo de blues con el que está tocando. Ahora mismo estoy solo, sentado en la terraza frente a su choza, rodeado de bosque y de ruidos de animales varios (parece mentira que los koalas puedan emitir esos rugidos). A mi lado una botella de tinto ya vacía (Shiraz Wendy Peak de De Bortoli, del 2008) y pensando que mañana… será otro día.
Fotos:
1.- Bastion Point en la actualidad.
2.- Proyecto para Bastion Point. Ese diagrama en gris es el espigón que proponen construir. Parece ser que l cambio de gobierno ha hecho para el proceso.
3.- El Cann River Cafe con Shortty's Pie shop justo al lado.
4.- Davis creek un domingo por la tarde.
5.- Carteles como este se encuentran por todo Mallacoota.
6.- Justin tocando Mallacoota Run antes de salir hacia Melbourne.
7.- El viejo twin fin de Justin.
8.- La barraca de Justin en el bosque, con él en primer plano acabando Sant Jordi.
