martes, 29 de enero de 2008

¿A qué precio?


Bonita foto, ¿verdad? De todas las maravillosas fotos que aparecen en las páginas del último número de la revista australiana Tracks, esta es la que más me ha impactado. Son un grupo de surfistas y vecinos de la Bass Coast, a poco más de una hora en coche al Este de Melbourne, que protestan contra la decisión del Gobierno del Estado de Victoria de construir una enorme planta potabilizadora (de unas 20 hectáreas, la mayor del hemisferio Sur) en su playa. La planta, parece ser, es necesaria para paliar las necesidades de agua potable que tiene la ciudad de Melbourne, pero los vecinos están preocupados por los efectos que puede tener la planta en su litoral. La playa en cuestión se llama Williamsons Beach, cerca de Kilcunda; una de tantas playas que hay en la costa australiana.

Australia es un país-continente, de apenas 20 millones de habitantes, rodeado por enormes océanos que se tragan toda la basura que les echen, y cuyos gobiernos más recientes han exhibido una política medioambiental tan inexistente como la de los USA. Aunque esto último puede ser que cambie a raíz de las elecciones de Noviembre pasado, en las que ganaron los laboristas (adivinanza: ¿En que grupo de rock tocaba el recién nombrado Ministro de Medioambiente australiano? Si no lo sabéis, pinchad aquí). Pero una cosa es el Gobierno y otra la gente de a pie. Y en este caso, unos vecinos se han movilizado para salvar una ola cualquiera… o mejor dicho: una playa cualquiera. Aunque para ellos no se trata de una playa cualquiera si no de SU playa. No han esperado a que vinieran grandes (o pequeñas) organizaciones nacionales (o internacionales), ni Federaciones (que reciben subvenciones de las Administraciones contra las que, muchas veces, hay que luchar) a ayudarles; se han organizado ellos solitos y de forma totalmente apolítica.

Como dicen en su web: Your Water Your Say es un grupo de acción independiente que quiere reintroducir la democracia en la manera de tomar las decisiones de nuestro gobierno.”

Ésta -crear un grupo de acción o plataforma o asociación… llamémosles como queramos, para defender unos intereses puntuales que nos afectan directamente- es la manifestación más básica de democracia… y la que menos vemos.

¿Os imagináis algo parecido a esto aquí? Mmmmmmm…

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Hace cosa de unos meses un buen amigo, que también tiene un blog y que sé que visita éste a menudo (pero al que no nombraré pues estoy seguro que prefiere el anonimato), me hizo la siguiente consulta: junto con unos amigos monta una serie de eventos más o menos ligados al surf, y gracias a los cuales se ganan un dinero extra. Pero no es una necesidad pecuniaria la que les empuja a montar estos actos, si no una necesidad vital de pasarlo bien haciendo algo que les gusta.
Pues bueno, hablando y hablando me comentó que tenían en mente montar un evento exclusivamente para recaudar dinero y donarlo a alguna asociación, grupo, club o demás que esté luchando para defender los intereses de los surfistas en alguna parte de nuestras costas, de forma activa e independiente. Estuvimos mirando las varias opciones y no encontramos nada parecido a lo que he descrito más arriba. Surfrider Foundation Europe está muy lejos de lo que andaba buscando (geográficamente, pero sobretodo en sus planteamientos y forma de trabajar); Save The Waves todavía más, y la opción de la A.C.S. se desestimó pues el objetivo era ayudar a otras causas y no siempre a la misma. La triste conclusión que sacamos es que parece ser que el activismo surfero no se estila muchos por estos lares desde la desaparición de la ADES canaria. ¡Y no será por falta de causas que defender!

viernes, 25 de enero de 2008

Andrés & Jorge


Esta historia es real y sucedió ya hace unos diez años. Uno de los surfistas –llamémosle Andrés- es conocido mío y durante una época nos veíamos a menudo. Ahora sólo coincidimos una vez al año como mucho. Al otro – llamémosle Jorge- no le conozco. La historia me fue contada por un tercero en el que tengo mucha confianza, y estoy convencido que me lo contó todo tal y como sucedió. Es más, muchos aspectos me fueron corroborados por Andrés mucho más tarde.

Sucedió en una playa que no suele ser muy frecuentada por surfistas, y donde solamente los que viven en esa pequeña ciudad acostumbran a surfear. Era un día de otoño de olas pequeñas y, quizá por que era fin de semana, en el agua coincidieron más surfistas que de costumbre. Andrés era un buen surfista, que ahora debe rondar los 40 años de edad, y muy agresivo en el agua. Con eso me refiero a que lucha por la prioridad constantemente y no regala nada… pero tampoco coge nada que no le pertenezca. Jorge, que por aquél entonces rondaba los 20 años como mucho, vivía el surf de forma muy intensa pues hacía relativamente poco que lo había descubierto. Además estaba en esa edad en la que uno acostumbra a surfear en grupo y a hablar muy alto, cuando no a gritar, para comunicarse con el resto de sus colegas, sin importarle que eso pueda molestar o no a los demás surfistas.

De pronto salió una izquierda y Andrés, que tenía la prioridad, la cogió. Casi al mismo tiempo y a su lado, Jorge –que NO tenía la prioridad- también la cogió y empezó a correrla delante de Andrés. Este, mientras surfeaba justo detrás, empezó a gritarle exigiéndole que saliera de “su” ola. Jorge, unos segundos más tarde de lo que hubiera sido prudente, decidió salirse de la ola de Andrés. Pero su maniobra fue desafortunada, fruto seguramente de un exceso de testosterona que le pedía hacer un gesto de rebeldía. El resultado es que la tabla de Jorge salió disparada hacia la cara de Andrés, impactando con violencia en ella y derribándole de su tabla y de su ola. Andrés emergió del agua en medio de un gran charco de sangre, y con varios cortes de aspecto muy serio en su cara. Antes de salir rápidamente para buscar atención médica, tuvo tiempo para gritarle un par de improperios a Jorge y amenazarle con represalias.


Andrés estuvo varios días hospitalizado y requirió cirugía plástica para poder reconstruirle su cara. Solamente una vez el padre de Jorge vino a visitarle. Según las palabras de Andrés, “venía a asegurarse de que no le haría nada a su hijo”.

Pero para Andrés el asunto no había hecho más que empezar. Presentó una demanda contra Jorge, reclamándole el importe de la atención médica que tuvo que pagar para que le reconstruyeran la cara, más daños y perjuicios. La demanda prosperó y el Juez se encontró ante un caso singular: si desde el punto de vista jurídico estaba claro que la tabla de Jorge había infringido un daño a Andrés y, por lo tanto, aquél era responsable del resarcimiento del mismo, ningún texto legal le servía para decidir si Jorge había contravenido alguna norma o no. Ni el derecho marítimo ni el código de la circulación (por ejemplo) decían nada sobre las normas de preferencia entre dos surfistas en las olas. Finalmente el Juez aceptó el razonamiento presentado por Andrés, reforzado con pruebas documentales, que defendía la existencia de unas normas no escritas (entiéndase como tal “no formuladas en ningún código con valor legal”) que regulan la práctica del surf en todo el mundo, y que todos los surfistas conocen, o deberían conocer. Y por lo tanto, quedaba claro que Jorge había contravenido esas normas al coger esa ola, pues no sólo Andrés tenía la prioridad si no que la había cogido antes; con lo cual su acción era doblemente punible.

La “saltada” le salió cara a Jorge, o mejor dicho a su padre. En la cara de Andrés todavía se observan unas cicatrices. Ambos siguen surfeando, en esa playa y en otras. Según me han dicho Andrés sigue siendo tan agresivo en el agua como entonces, pero siempre sin coger nada que no le pertenezca. Jorge ahora va con mucho más cuidado. Andrés me ha prometido escanear la sentencia y mandármela por e-mail, pero siempre se olvida.
¡Ah! y ese Juez ha sido -que yo sepa-, el primero que ha aplicado las normas de preferencia del surf en una sentencia. Esperemos que sea el último.

P.S.: Escribo este relato –totalmente verídico por lo que sé, excepto los nombres de los dos surfistas,- cuando faltan 6 meses para el verano. Con suerte muchas personas lo leerán estos días y lo recordarán cuando empiecen las tensiones en el pico. Fotos cortesía de internet.

martes, 22 de enero de 2008

Respuestas varias a una misma pregunta


Como quizá habéis visto en los dos últimos números de la 3sesenta, he tenido el placer de entrevistar a algunos shapers de por aquí, así como a otras personas que no son shapers pero que están totalmente involucradas con la fabricación de tablas, ya sea desde una tienda, un taller o una marca. El objetivo del reportaje era doble:
-Averiguar por qué a pesar de tener a shapers con muchos años de experiencia a cuestas, parece que lo que viene de fuera sea mejor.
-Reivindicar nuestra cultura del shape.

Hoy he dedicado 5 minutos en releer las respuestas que cada una de esas personas me ha dado a la pregunta de “¿Por qué no hay más shapers de aquí?”. Aquí tenéis la parte más importante de algunas respuestas:

“(…) el negocio de las tablas es muy poco rentable y necesitas tener una posición un poco acomodada para poder vivir de esto.” Marcos – Slash.

“Buscamos más marca que producto. Y basado mucho en las revistas. Lo que sale es lo que la gente quiere. Y lo que sale son profesionales con tablas de última moda y la mayoría son extranjeras.” Sergio González – Custom Glass.

“Creo que es un trabajo en el que sufre mucho y no se gana mucho dinero. Hay que mantener la pasión por encima de todo lo que puede pasar, por que si no… nadie va a hacer shapes.” Hiucif Rahim – HR Surfboards.

“(…) por que no hay tanta cultura de hacer tablas como hay en otros sitios. (…) Pero ahora con el tema de las máquinas de pre-shape van a salir cada vez más shapers, por que no hay duda que la máquina ayuda muchísimo.” Hugo López de Asiaín – Full & Cas.

“Quizá por qué es un trabajo sucio. Quizá es algo cultural. En Australia hay mucha gente que dice: cuando tenga 16 tacos me largo de la escuela y busco un curro y surfeo todo lo que puedo.” Chris Hunt – Sindustry Surfboards.

“(…) ahora no vienen chavales al taller como antes, no necesitan dinero, y los pocos que vienen quieren empezar a shapear directamente.” Koa - Eukaliptus.

“Igual es por que la gente busca el dinero fácil, puede ser. Las tablas valen casi lo mismo ahora que hace 20 años; esta puede ser la razón (…).” Kike Panera – Styling.

“Aprender por uno mismo sale muy caro. No es un trabajo limpio para nada, y luego hay que tener habilidad para hacer la tabla. Aquí en Euskadi creo que también es un tema generacional.” Mikel Agote - Kream.

“(…) La verdad es que es un trabajo muy romántico visto desde fuera, pero cuando vas a un taller es muy tóxico y tienes que hacerlo por amor al arte; no te haces rico.” Sanse - Essus.




“Es una cuestión de amor y hay que saber sacrificar el afán de lucro. Hasta que no haces 3.000 o 4.000 tablas de surf (…) eres un “proyecto de shaper”. También es cierto que hay muy pocas oportunidades para empezar.” Txema Lorenzo – LTX.

“Nuestro proyecto es hacer unas tablas a nivel internacional y no ha habido el nivel suficiente aquí para hacer ese tipo de tablas hasta muy recientemente (…).” Ignacio Abaitua – Olatu.

Y en primicia, pues su entrevista saldrá en el próximo número, Edu Echeverría - Zips: “Shapear es muy bonito, pero hay que currar mucho. Y no ligas nada, lijas; siempre digo que hay gente que ha nacido para ligar y otros para lijar.”


El verdadero objetivo de tener una tabla hecha a medida, además de que esté adaptada a nuestro verdadero nivel de surf, es que se adapte también al tipo de olas que surfeamos normalmente.
Hay muchos tabloneros que se empeñan en comprarse tablones hechos en California, pensados para largos points de derechas como aquí no tenemos. Hay muchos surfistas de tabla corta que prefieren tener una tabla de un shaper que pasa la mayor parte de su tiempo en Hawaii o Australia -donde las olas son muy diferentes a las de por aquí-, que de un shaper local que surfea las mismas olas que ellos.
Qué opináis vosotros: ¿Por qué hay pocos shapers locales y por qué, cuando una marca trae a un shaper de fuera, esas tablas se venden mucho mejor?

sábado, 19 de enero de 2008

2 competiciones sui generis y una incongruencia

Billabong nos vuelve a sorprender con un proyecto que guarda cierto paralelismo con uno de sus mayores aciertos: los XXL Big Wave Awards. Se llama el Billabong’s Freewave Challenge y consiste en una competición de surf libre, si es que ello es posible…



¿Cómo funciona? Se establece un lugar, por ejemplo el North Shore de Hawaii para la primera edición, unas fechas -del 1 de Octubre hasta el 31 de Diciembre- y una serie de categorías (mejor tubo y ola mejor surfeada). ¿Quién puede participar? Todo el mundo. Cualquier persona puede registrarse y empezar a grabar olas de cualquier surfista (teniendo en cuenta las fechas y lugar, todo son pros o locales del north shore) y luego mandar el video clip a la web. Ahí un jurado decide cuales son los finalistas (idéntico sistema que para los XXL Awards) y en breve sabremos quienes son los vencedores en cada una de esas dos categorías. Será curioso saber si este concepto va a ser trasladado a otras fechas y otros lugares a lo largo del año, como por ejemplo Indo durante el verano (cuando multitud de surfistas del WCT aprovechan el parón del circuito para ir) o la costa vasco-landesa en otoño, cuando coinciden buenas condiciones y muchos buenos surfistas. Ya veremos…


Los premios, como en los XXL, se reparten entre el surfista y el que ha filmado la secuencia… pero en este caso se premia a los 5 primeros en cada categoría y en total suman 40.000USD. Ahora mismo el Jurado está en fase de deliberación para decidir los ganadores de entre los 5 finalistas de cada categoría. Desde luego, yo me inclino por el tubo de Garrett McNamara en Pipeline …a remo!!!



Y ya que hablo de remo o S.U.P. (–siglas en inglés de Stand Up Paddle-) me ha llamado la atención que una marca que se presenta como, atención a la frase: “(...) una colección de ropa para el hombre al que le puede gustar el surf pero que no necesita tener granos de arena en sus pies.”, sea el patrocinador de uno de los campeonatos que, para mi, mejor definen la polivalencia y la experiencia de un surfista en el entorno marino. Me estoy refiriendo al Ku Ikaika Challenge de Makaha, un campeonato de olas grandes en S.U.P. en Makaha (west shore hawaiano). Y sí, la marca a la que hago referencia es QuikSilver Edition, la submarca de Quik para aquellos que -según la propia marca- “les pueda gustar el surf”.

martes, 15 de enero de 2008

¿Qué pasa con Water?

La revista californiana Water, una de mis preferidas y de la que he hablado en este blog un par de veces ya, ha sufrido un gran cambio últimamente. Water es una revista cuatrimestral que nació en el 2002, de la mano de Steve Zeldin y en una línea muy similar a The Surfer’s Journal, aunque más contemporánea:
-muy poca publicidad.
-maquetación, edición, impresión, textos y fotografías muy cuidados.
-reportajes extensos y trabajados, alejados de lo que es noticia o actualidad.
Quizá la única diferencia con The Surfer’s Journal es que Water se centra en el surf más moderno, entendiendo como tal el que se empezó a practicar partir de los años 80, con la llegada de la tabla corta de tres quillas.

(Primera portada de Water con un surfista. Normalmente sólo salían olas.)
Pues bien, Water ha sido comprada por el portal de internet Surfline, propiedad del gurú de la predicción de olas Sean Collins. Sin duda el más completo y poderosos de todos los portales de surf. Y eso ha comportado unos cuantos cambios:
-Steve Zeldin deja de dirigir Water directamente y le sustituye Joel Patterson, ex de Transworld Surf.
-El ratio de publicidad aumenta considerablemente, aunque la línea editorial de la revista sigue siendo la misma.

Y, supongo que para ganar notoriedad y captar clientes, Surfline.com/Water Magazine están colgando números en internet. Aquí podéis leer los tres últimos. Como curiosidad, en la página 118 del número correspondiente a invierno 2007 hablan de cierto grupo de música de Zarautz.

Pero, sin embargo, creo que la noticia radica en el hecho de que un portal de surf, que según muchos es la gran amenaza de las revistas de surf como las conocemos, esté interesado en “el papel”.
Internet es el medio más adecuado para la noticia inmediata, actual y con un gran componente visual; ya sea en foto o video.
El papel (la revista) es más adecuado para aquellos temas que requieran reflexión, que no sean noticia de actualidad y que inviten a la lectura.
Así pues, opino que los portales de surf y las revistas de surf no solo pueden, si no que deben coexistir teniendo en cuenta que cada uno tiene su finalidad y sus debilidades.

En este sentido, me adhiero en gran parte a lo que Pablo Azkue y Willy Uribe comentan aquí, al respecto de la relación entre las revistas e internet.
Hasta ahora eran las revistas las que sacaban sus webs para (intentar) hacer frente a los portales de internet. Algunas con más éxito que otras. Aquí, Surfer Rule cerró su web mientras que ahora 3sesenta parece dispuesta a apostar por este medio. El caso de Surfline demuestra la fortaleza económica de los portales, lo que le ha permitido comprar una revista para completar su oferta. ¿Una nueva tendecia? Yo creo que se trata de un caso excepcional, pero el tiempo dirá.

domingo, 13 de enero de 2008

Como se reparte el pastel

Así es como se reparte el pastel de la venta de tablas de surf en los USA, clasificadas según su método de fabricación, tecnología y materiales utilizados:

Este estudio ha sido realizado a través de una encuesta a 15 tiendas de todo el territorio de los USA (costa Este, costa Oeste + Hawaii) que en total vendieron 22.804 tablas de surf (entiendo que durante todo el año 2007). Fuente: Surfing Magazine, Enero 2008.
Es interesante tener en cuenta que según la empresa GSI (Global Surf Industries), el 52% de los 2,4 millones de surfistas que se calcula que hay en los USA llevan 3 años o menos surfeando y, por lo tanto, se consideran novatos.

La conclusión es que las tablas de construcción tradicional (poliuretano + poliéster, hechas a mano) siguen siendo las más vendidas (69%), ya sea las fabricadas en pequeños talleres underground cerca de la playa local, ya sea las fabricadas por gente que no ha visto el mar en su vida en el interior de China.

Los tupperwares (fabricación en molde: NSP, Bic, Surftech barato, Santa Cruz, Placebo, etc…) están en el segundo puesto (22%). Mucho me temo que en Europa este % sea más alto que en los USA.

Las tablas de epoxy fabricadas a mano ocupan el tercer puesto (6%). Esta fue la opción que muchas grandes marcas (Rusty sobretodo) empezaron a trabajar en serio a raíz del cierre de Clark Foam. Shapear una tabla de surf en un foam de poliestierno y resina de epoxy no es ningún descubrimiento: en el mundo del windsurf de tabla corta (funboard), cuando había un gran mercado de tablas custom made (mediados de los 80), la mayoría se fabricaban en estos materiales. Y en esa época ya había algunos shapers de surf, en Europa y en los USA, que trabajaron el epoxy en serio. Pero si algo somos los surfistas es reacios a los cambios, y tuvo que ser el cierre de Clark Foam, el mayor productor mundial de foams, el que creara el pánico y obligara a mucho shapers a buscar alternativas a la ecuación tradicional de poliuretano + poliéster.

Y, por último, las tecnológicamente avanzadas (Firewire, Aviso, TL2 -la nueva “fórmula” de Surftech-) están en cuarto lugar, con un 1% del total, muy anecdótico.

Buenas noticias: los artesanos todavía no están muertos… aunque sería interesante saber cuántas de las tablas del primer grupo han sido fabricadas por surfistas y cuántas por asiáticos que no distinguen una tabla de surf de un kayak.

viernes, 11 de enero de 2008

Ranking chupacámaras (V)

Y pocos días después de la 3sesenta ha llegado la nueva Surfer Rule. La verdad es que los verdaderos triunfadores de este número son Aritz y Víctor González en cuanto a apariciones (¿puede ser que casi la mitad de las fotos de tamaño medio-grande de este número sean de Víctor G.?), aunque personalmente me quedo con el buen trabajo periodístico que se ha currado Juan Fernández sobre las olas en peligro.

Curioso que ambas revistas hayan sacado portadas del mismo estilo con apenas unos días de diferencia: retratos en blanco y negro de dos de los surfistas más en forma y representativos de Zarautz… por no decir de toda Europa.


Portada de la la nueva Surfer Rule.

No os recuerdo las normas, pues las encontraréis en las primeras entradas que hice con este mismo título.

Ranking top 30 surfistas actualizado con este número:


Comentarios:
-Subidas notables: Mick Fanning, del 11º al 5º lugar (sin contar con posters y demás…), convirtiéndose en el surfista guiri que más arriba se encuentra; y Gony (del 12º al 7º).
-Y por supuesto Aritz, que gracias a estos dos últimos números… o, mejor dicho, gracias a su estupenda temporada, ha logrado doblar el número de puntos a su inmediato perseguidor.


Ranking top 30 fotógrafos actualizado con este número:

Comentarios:
-Víctor González, de la 5ª a la 1ª posición, y con mucha ventaja gracias al reportaje sobre Aritz (portada incluida) y al viaje a la India.
-Sergio Villalba (de la 9ª a la 6ª) y Rubén Grimón (de la 18ª a la 14ª) suben notablemente.
-S. Cazenave entra por primera vez, y sube directamente a la 18ª posición gracias al seguimiento realizado a Aritz en Hawaii.

miércoles, 9 de enero de 2008

Noticias de Lusitania

La revista portuguesa Onfire ha tenido una brillante iniciativa en su último número (#30, Noviembre – Diciembre 2007) y ha repartido gratuitamente miles y miles de adhesivos entre sus lectores felicitando a Tiago Pires por su entrada en el WCT.


(Perdonad por la calidad del escaneado)
Notaréis que la campaña ha sido pagada por la revista, pues no sale ninguno de los patrocinadores de Tiago.

Mientras tanto, al Norte del Miño nuestras dos revistas de pago (3sesenta y SR) prefieren celebrar la entrada de Aritz en el WCT regalando posters y adhesivos de… ¡¡Fanning!! (además de calendarios y tablas de mareas de una empresa de telefonía móvil).

Por otro lado, mi buen amigo Joao me informa desde Porto que ha habido bastante polémica con esta columna que ya comenté aquí. Parece ser que Surf Portugal –la revista donde se publicó la columna- ha recibido cantidad de cartas desde este lado de la frontera quejándose al respecto. Incluso el Presidente de la E.H.S.F. ha escrito mostrando su indignación.
Mmmmm… no sabía que tanta gente de por aquí lee asiduamente la Surf Portugal.

martes, 8 de enero de 2008

Reflexión consumista desde la cama


Una gastro es lo que padecí la semana de Navidades, y un vértigo es lo que padezco desde el pasado 1 de Enero por la tarde, y me tiene encerrado en casa y, preferiblemente, tumbado. Así he vivido esa época de fiestas paganas llenas de símbolos comerciales y religiosos; pero no hay mal que por bien no venga, y eso me ha permitido leer y ponerme al día (o intentarlo) con las varias revistas y libros que siempre habitan mi mesita de noche. Y en una de estas lecturas encontré algo interesante: que como compradores no nos importa el medio ambiente, por muy surfistas que seamos… y por mucho que predicamos con el ejemplo en blogs, foros y demás. Y que en realidad nos llenamos la boca hablando de marcas como Patagonia o Finisterre, y demás pero, al fin y al cabo, compramos lo de la marca que nos gusta, aunque el daño medio ambiental de esa prenda en cuestión sea +1.000.000.000 unidades.

Y como muestra un artículo de la última The Surfer’s Path (número 63) y escrito por Brendan McAloon. Analiza hasta que punto las grandes (y menos grandes) marcas de surfwear tradicionales están apostando por el ecologismo o, en cambio, todos esos proyectos, ideas, donaciones y demás no son más que ejercicios de marketing y relaciones públicas. El veredicto es bastante positivo: todas las marcas, en mayor o menor medida, están cambiando no solamente la forma de producir los productos que nos venden, si no incluso su funcionamiento interno y sus valores corporativos y demás políticas. Muy bien… aunque recalquemos lo de “en mayor o menor medida”.

Pero luego el autor se va al otro extremo de la ecuación y hace un tour por algunas de los surfshops más importantes de las principales poblaciones de surf de Australia, con una pregunta clave:
¿Han notado una mayor demanda o interés, por parte de sus clientes, de productos más “verdes”?


Respuesta unánime: NO. Nadie, en ninguna de esas tiendas (y creo que el estudio se ha hecho con bastante rigurosidad) ha sido preguntado, por ningún cliente, por prendas ecológicas …o en cuya producción se haya tenido en cuenta políticas de defensa medioambiental …o cuya parte de su PVP sirva para algún proyecto de medio ambiente. Una sola de las personas entrevistadas dice que a veces le han preguntado por las marcas que fabrican en Australia, pero nunca por si tal prenda está fabricada o no con algodón orgánico, el tipo de tintes que han sido utilizados, etc…

Dejando de lado políticas anti-protocolo de Kyoto del anterior gobierno australiano (en manos de Howard), está claro que la sociedad australiana tiene una mentalidad pro-ecológica –sobretodo entre los surfistas- como mínimo comparable a la europea, o sea que cabe pensar que los patrones de comportamiento no serían muy diferentes aquí.


Pregunta(-s) rápida (-s):
¿Alguna vez has ido a una tienda de surf y no te has comprado una prenda de ropa que te gustaba simplemente por que no era "verde"?
¿Has escogido una (prenda) que te gustaba menos simplemente por que en su fabricación se reciclan botellas de plástico
(por ejemplo)?

¿Tenemos esta misma actitud en los demás aspectos de nuestra vida como consumidores?

Quizá será verdad que la única manera para cambiar nuestros hábitos es a través del castigo (tasas más altas para productos más contaminantes, por ejemplo, como ya han puesto en vigor para los vehículos….)

Si es así… triste.

Back to bed.


P.S.: Si alguien está interesado en conocer cómo tendría que producirse la camiseta ideal desde el punto de vista ecológico, le recomiendo que lea esto.

martes, 1 de enero de 2008

Amanece un año nuevo…

... y llega con nuevas luces, nuevas olas y sobretodo muchos proyectos, algunos relacionados con este blog y otros ajenos al mismo. Todo a su tiempo. De momento, y lo más importante, FELIZ 2008 A TODOS.



Foto del amanecer en La Isla (Asturias) después una noche helada en la furgoneta, y de camino a casa tras un par de días por la mariña lucense y el occidente astur. Fue el último amanecer del 2007.



Y esta es una ola del día antes (30 de Diciembre). Lo que no aparece en la foto son las hordas de surfistas y corcheros que se están cambiando en el parking. Nosotros nos fuimos a otra parte.