viernes, 30 de mayo de 2008

Agenda alternativa verano 2008

Ya está a punto de llegar la temporada tonta y parece ser que, un verano más, no va a ser parco en festivales ni demás eventos parecidos. Como de momento quedan unos cuantos eventos “alternativos” por confirmar (y algunos más sin fechas concretas), me limito a recomendar dos sobre los que tengo información bastante definitiva:


El primero es el European Fish Fry de Costa Caparica. Los Fish Fry son eventos para amantes de los fishes, ya sea como usuarios o como shapers. Se trata de compartir ideas, dejar probar tablas y pasar un día o dos surfeando. Algunos Fish Fry, como el de California y el de Australia, ya llevan un par de ediciones o tres. Aquí en Europa vamos un pelín retrasados: el año pasado se realizó uno en Cornwall, con gran éxito de participantes y al que asistieron varios shapers del otro lado del Atlántico; y este año, en Europa únicamente se ha confirmado el de Costa Caparica (Lisboa) el próximo 8 de Junio.


En el resto del mundo se realizan Fish Fry en la Gold Coast de Australia en Marzo, otro en Nueva York a principios de Mayo, otro en en Japón este mismo fin de semana y otro en Florida en Septiembre. Junto con el de Lisboa son cinco fritadas para el 2008. Si a eso le sumamos los Anything but 3 celebrados ya en California y en New Jersey -eventos parecidos pero que abarcan a cualquier tipo de tabla excepto las de 3 quillas, no únicamente fishes-, vemos que algo se mueve entre los fabricantes de tablas, llamémoslas, alternativas. Este año me perderé el Fish Fry de Portugal, pero si alguien va que cuelgue fotos y una crónica.


Aparte de varios fabricantes underground portugueses y de algún shaper americano, sé que también irá algún shaper del Reino Unido y Barrel Surfboards de Francia. Desconozco si algún shaper de nuestras costas tiene previsto participar.


Me encontré con Raúl García el otro día y, entre otras cosas, hablamos del Cosmic Children, evento del que es co-organizador. Este será su tercer año, siempre en la playa de Valdearenas (comúnmente conocida como Liencres) y esta vez lo hacen coincidir con el International Surfing Day… que es algo que todavía no entiendo muy bien de qué va, pues para mi todos son Surfing Days cuando puedo ir a la playita y hay olas. El fin de semana del 21 y 22 de Junio. Esperemos que las olas nos acompañen. Tenéis toda la información al respecto en su web, y os dejo además este pequeño clip de presentación.



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Hay más eventos, algunos confirmados como el Festival de Salinas… este año con la presencia de Joel Tudor, que acaba de lanzar una nueva colección de ropa. Totalmente recomendable (el Festival, de la ropa no he visto nada más que lo que hay en Internet), pero no he sabido encontrar fechas ni web al respecto.

¿Se repetirá el Cantabric Vibrations de Sopelana? Tampoco he conseguido encontrar nada al respecto en la web.

Y para acabar, un pequeño clip de surf-skate-snow que encontré por ahí. De lo mejor que he visto en mucho tiempo…



Como no sé si voy a postear esta próxima semana, pues estaré fuera por trabajo, os dejo con una entrada curiosa en el blog del Surfilm Festibal. A ver si alguien nos puede ayudar… ;-)

martes, 27 de mayo de 2008

¡Run, man, run!

Son 146km de monótona agonía; lenta y cruel angustia a los que una ligera curva hacia la izquierda pondrá final. Cuando yo empiezo no eres más que un ligero punto en el retrovisor, todavía trazando las últimas curvas que yo ya he dejado atrás. Nuestro Ford Falcon SW del 1981 ruge y transporta su carga eficazmente: dos tablas, el contenido de dos mochilas, un colchón, algo de comida, un ratón-polizonte y nosotros dos. Y varios meses de recuerdos y aventuras de viaje.



Salimos esta mañana desde Albany, tras pasar la noche en la cima de una colina con vistas a la bahía desde nuestra cama móvil. El ratón ha hecho de las suyas, y ahora sabemos a qué corresponden esos diminutos pasos que oíamos dentro el vehículo mientras intentábamos conciliar el sueño. Nunca llegaremos a verle a pesar de que nos acompañará desde Yallingup hasta Adelaide, donde hacen la mejor cerveza de este país. Poco más hay en Adelaide -aparte del almacén de cereales de la Coopers-, que le pueda interesar a un roedor.

Tras limpiar las sobras de la cena de nuestro valiente polizonte (algo de pasta y galletas), desayunamos en un bar del centro donde todos se parecían al Capitán Ahab. Aunque quizá fuese mi imaginación la que me hacía ver viejos lobos de mar en cada esquina, con ojos vidriosos llenos de 40 rugientes y temporales monstruosos. Al fin y al cabo Albany había sido un importante puerto ballenero en el pasado. El aire era fresco del Sudoeste y Albany lo recibía de cara, escondida dentro de su puerto natural y sin ningún Moby Dick que ocupar a esos lobos de mar que deambulaban por las calles, de bar en bar. Fuimos a ver un par de playas y apenas tuvimos valor para salir del coche.

Ya eres algo más que un diminuto punto negro. Consigo entrever tu forma y, sobretodo, tu tamaño. Me lo imaginaba: eres enorme. Todavía no consigo discernir tus colores. Me has visto y sé que me tienes en tu punto de mira. A mi lado ella duerme. Si el Nullarbor ya es aburrido de por sí este tiralíneas se lleva la palma. Intento que la tensión que me apodera en esta carrera no la despierte.

En Esperance nos llovió y no pudimos admirar nada de sus magníficas bahías. Ahí también dijimos adiós a la vegetación. ¡Qué contraste! 24 horas antes, camino de Albany, nos habíamos perdido cerca de Denmark y acabamos en una pequeña carretera secundaria. Conducíamos rodeados por gigantescos árboles que nos engullían y nos dejaban sin luz. Cada curva de esa carreterita servía para esquivar una de esas maravillas de la botánica; nunca ví un trazado tan integrado en la naturaleza. En las afueras de Esperance dejamos la costa y empezamos a seguir un trayecto paralelo a la misma... pero a un centenar de kilómetros al interior. Los árboles fueron sustituidos por arbustos bajos y una tierra de color grisáceo. Quizá era el reflejo del gris del cielo…. Desde luego que hace honor a su nombre: Nullarbor – ningún árbol.

Apenas llevamos la mitad y ya es notable la distancia que me has recortado. La ausencia de curvas te facilita el trabajo, desde luego. Intento esquivar cadáveres de canguros; sospecho que son otros como tú los que los han abatido en una de vuestras carreras nocturnas. En la última gasolinera en la que paramos el nuestro era el único vehículo que no llevaba los protectores especiales. También era el único coche sin prisa por llegar a su destino.



En Eucla volvemos a ver el mar. Llegamos de noche y nos dirigimos al pub después de improvisar una cena, con ayuda del fogoncito de camping que compramos en Margaret River. El pub es uno de los escasos edificios de esta localidad (junto con la gasolinera y las casas donde viven, respectivamente, el dueño del pub y el de la gasolinera). No llegamos a una decena los clientes del bar, pero rápidamente empezamos a hablar unos con otros. Todos van a cruzar -o acabamos de cruzar en nuestro caso- el desierto, en un sentido u otro. Todos excepto 3 personas: el propietario del bar y dos trabajadores de la vía férrea que han venido a tomarse una copa. Estos últimos, para tomarse una cerveza en compañía de otras personas han tenido que hacer más de 80kms en su viejo –pero fiable- 4x4. Viven al lado de la vía férrea, y esta circula en paralelo a la carretera pero mucho más al interior. Hace más de una semana que no ven a otro ser humano. Por no ver, ni siquiera divisan las caras de los que circulan en los trenes cuando pasan delante suyo. Unas horas más tarde será otro tipo de ceguera la que sufrirán: la del exceso de alcohol. Dormirán detrás de una duna hasta que el frío los despierte y, a trancas y barrancas, vuelvan a recorrer esos 80km hasta su choza cerca de la vía férrea. Nosotros conducimos por la mañana hasta la orilla del Océano. A nuestra derecha la Great Australian Bight, el gran acantilado de la costa sur australiana que transcurre durante kilómetros. A nuestra izquierda la costa de Cactus a sólo un par de centenares de kilómetros; pero la reputación de Cactus (localismo, tiburones) es más fuerte que mis ansias de surf y volvemos a nuestro asfalto.


Estás a menos de un kilómetro detrás nuestro. Eres de color rojo y blanco y levantas una enorme nube de polvo y humo detrás tuyo. Puedo adivinar la sonrisa en tu cara en mi retrovisor, pero me quedan un par de centímetros en mi acelerador. El Falcon responde a mi urgencia con pereza; es lo que tienen los coches automáticos. Ella se mueve a mi lado y se sube un poco la cazadora que utiliza a modo de manta. La ventanilla del copiloto no cierra totalmente y se cuela un poco de aire gélido. El desierto está frío y el viento del sudoeste que nos empuja también trae humedad del Océano hasta aquí. Según mis cálculos quedan menos de diez kilómetros y espero poder aguantar delante tuyo hasta el final.

Al pasar la frontera de un estado con otro tenemos que abandonar toda la fruta; forma parte de las medidas para evitar la proliferación de enfermedades y plagas. Como no nos preguntan si llevamos algún ratón no decimos nada, y nuestro polizonte –escondido en algún lugar que todavía no hemos descubierto- sigue a bordo. Poco después nos encontramos en medio de una ciudad que no existe. Al menos en el mapa de carreteras que tenemos. Dudamos de si estamos donde creemos estar o no… pero sí, seguimos estando en la carretera hacia Adelaide. En esta ciudad solamente vemos aborígenes; es una de esas realidades que desde Europa no conocemos y que el Gobierno australiano ha mantenido fuera de la opinión pública internacional durante años: un apartheid a la australiana, donde los aborígenes reciben todo tipo de ayudas para no moverse de allí. Para no molestar. Son varios los hombres borrachos que cruzan las calles, casi sin mirar, a nuestro paso. Según aprendo más tarde el alcohol es mucho más barato en esas “ciudades” que en cualquier otra parte de Australia.

La distancia se mantiene y ya quedan menos kilómetros. Ahora mismo todo es posible. De pronto veo una mancha muy grande que se acerca en dirección opuesta. Es lo que tiene estar pendiente del retrovisor: olvidas lo que tienes enfrente. Es otro monstruo y, como tú, también circula por el centro de la calzada. Tengo que apartarme y las ruedas de mi lado izquierdo muerden el polvo del arcén. Ella se mueve y parece que va a despertarse, pero al final el sueño la vence. El ruido del coche ha variado durante apenas unos segundos para volver a su rutina. Unos instantes más tarde oigo como os saludáis a base de bocinazos. Espero que eso te haya hecho disminuir la velocidad y eso me dé unos metros extras de ventaja. Ya quedan menos kilómetros…

Streaky Bay. Llegamos de noche. Mi guía de olas de Australia dice que hay algunas olas clásicas en esta zona, entre ellas Granites. Es un lunes y es festivo, y la única luz que vemos en todo el pueblo es la del pub. Entramos a los acordes de Brown Eyed Girl de Van Morrison. Toca un grupo local y el pub está lleno. Hay familias enteras; bebés y abuelos incluidos. En las paredes también vemos familias enteras… de tiburones. Apenas hay un trozo de pared que no tenga una fotografía de algún escualo pescado en aguas cercanas. Y en la mayoría de casos se trata de tiburones blancos, de enormes proporciones, colgando de una grúa en el muelle del puerto con el pescador posando, diminuto, a su lado. Reconozco varias caras de las fotos más recientes entre el público. El día siguiente amanece soleado y sin viento. En la playa del pueblo hay un pico y nadie en el agua. A pesar de que hace una semana que no me doy un baño… ni me lo planteo.


Si la vista no me falla ya veo el final de esta agonía. Mis manos, brazos y hombros están totalmente entumecidos por la falta de acción. Pero tu también lo has visto y has apretado el acelerador. Te acercas cada vez más. Quizá falten apenas un par de kilómetros. Pero ya estás ahí. Llega un momento en que el ruido de tu motor es más fuerte que el del Falcon. No te voy a dar el placer de avisarme de que me aparte, pero voy a intentar apurar al máximo. Haces un primer amago y sigo con la mirada como te desplazas hacia la derecha. Es entonces cuando me aparto y piso el arcén. Me adelantas y me saludas a la vez que anticipas la primera curva. Cabina + 3 trailers: un road train en toda regla y a toda prisa. Juntos hemos recorrido la linea recta más larga de Australia.




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1996 & 1997: Pasé 2 meses en Indo + 2 meses en Western Australia + 1 mes cruzando en coche desde W.A. hasta Sidney, y más de un año en Sidney y alrededores currando. Y uno de los recuerdos más frescos que tengo fueron esos 146km de línea recta con un road train detrás. Siento mucho la ausencia de fotos originales; la relación se acabó y las diapos se las quedó ella.

viernes, 23 de mayo de 2008

¡¡Basta ya de tomarnos el pelo!!

A finales de los 80 – principios de los 90 se perdieron varias olas en la costa del Sur de Tenerife, más conocida como las Américas; todo en pos del turismo de baja calidad. Se constituyó una Asociación de Defensa de las Olas (ADES) que tuvo mucho éxito concentrando a gran número de personas, y consiguiendo que incluso Tom Curren diese su apoyo a la causa visitando la isla. Si no recuerdo mal, algunos proyectos consiguieron pararse y otros no.


(Las Américas, paraíso natural y ecológico)

Fue un caso más de lucha entre desiguales, con un resultado final que como surfistas no puede agradarnos, pues raramente se consigue recuperar una ola que ha desaparecido.

Pero lo que descubro en las páginas de la última Cutback me deja consternado. No me asombra, pues mi capacidad de asombro creo que ya es muy ilimitada, pero sí me enoja ver que en veinte años no solamente no hemos evolucionado, si no que hemos retrocedido. Ahora no solo seguimos destruyendo olas, si no que se supone que debemos acoger como una buena noticia la creación de olas artificiales en un lugar donde antes había olas naturales… y donde algunas de las que quedan están todavía en peligro. Tal es el caso de Siam Park, un parque de atracciones (que seguro que dirán que “no es como los demás”) que alberga una piscina de olas en la costa de Las Américas, Sur de Tenerife. Y todo ello auspiciado por Billabong como partner de surf.


(Protestas en Gran Canaria contra espigones en La Cicer; siempre está la solución de hacer otro Siam Park.)
Los parque de atracciones en general son grandes consumidores de agua y energía, pero Siam Park insiste en su carácter ecológico y respetuoso con el medio ambiente. La verdad es que no es necesario buscar mucho para ver que el presunto carácter ecológico del parque no es tal: así como en el publireportaje de la Cutback los responsables del Siam Park aseguran que “la energía eléctrica necesaria se obtendrá en un futuro de su propio parque eólico que se construirá a tal efecto” (todo futuros imperfectos sin fechas), en la web del propio parque dicen “que parte de la energía que mueve la gran maquinaria Siam Park, se va a generar a través de la primera planta de gas natural utilizada en Canarias”. Es decir todo muy "ecológico"… pero de momento ni siquiera utilizarán energías renovables.

Si somos tan "ecológicos" (con fundación incluida), ¿no sería mejor invertir ese dinero en la recuperación de alguna de las olas destruidas a escasos metros de donde los hombres intentamos recrearlas artificialmente?

Por cierto entiendo que la Cutback, al tratarse de una revista gratuita que vive exclusivamente de la publicidad, no se haya atrevido a meter caña contra ese proyecto. Será interesante ver cómo lo tratan las revistas de pago.

martes, 20 de mayo de 2008

Oda al frío



Oda al frío, a las playas desiertas y ventosas,
a la costa donde el mar se desborda y la gaviota lucha contra el temporal
día tras día, semana tras semana.


Oda al surfista que habita esa costa por que
su lucha es contra los elementos y no contra los demás.
Su esfuerzo es noble por que sabiendo que perderá,
sigue luchando.


Oda a Irlanda, a las Shetland y a las Faroe.
A Islandia, Groenlandia, al Sur de Chile y al de Nueva Zelanda.
Oda a la Patagonia y a Vancouver Island.
A las Orkney y a Steward Island.
Oda a Escocia y a Galicia.
Oda a Jack (O'Neill) y al santo bendito que le hizo pensar
en el neopreno para fabricar trajes de surf.
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Para los patosos y mediocres como un servidor surfear siempre es una competición; tal y como está el tema si no compites no coges ni una. Y aún yendo a tope a menudo sales del agua con (demasiadas) pocas olas en el “haber”.
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En 1993 visité por primera vez dos lugares alucinantes: Sagres y la costa de Ferrol. A ambos lugares he vuelto varias veces, sobretodo a la zona de Sagres (al menos una docena de veces). Con el paso de los años el Algarve se ha convertido en un circo ambulante de surfcamps y escuelas de surf que no respetan nada… todo en pos del euro rápido; la culpa la han tenido los vuelos low cost y el clima.
Por otro lado la costa norte gallega –excepto durante los meses de verano- continua siendo un lugar donde puedes escoger qué ola de la serie vas a pillar, y donde incluso te apetece charlar con los demás surfistas en el agua. La causa: el clima.
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Llamadme huraño pero cambio el baño con las mejores olas del mundo rodeado de "buitres"… por cualquier baño en agua congelada, bajo la lluvia y en olas mediocres pero a solas.
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KingMatt se casi-disculpaba por el tiempo que hizo en Galicia esa pasada semana: tuvimos algo de lluvia y viento fresco del sudoeste. Y las olas no fueron nada del otro mundo, pero la tranquilidad en el agua sí. King: te cambio esos baños mediocres de tu terriña por todos los baños masificados que me esperan durante los próximos meses en estos lugares que habito.
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Dos entrada nuevas en el blog del Surfilm Festibal: una y dos.

viernes, 16 de mayo de 2008

Dani de Campelo

Me es impensable pasar del Cabo de Estaca de Bares y no visitar a Dani, en Campelo. Y es que no solamente es uno de mis mejores amigos, si no que nuestra amistad atesora recuerdos de nuestra época de universitarios en Barcelona, cuando acompañados de Aitor “huesos” Zulaika íbamos en búsqueda de olas a lo largo de la costa catalana.


(Dani en acción en una playa cercana a su querido Campelo)

Con Dani tenemos varias tradiciones cada vez que nos vemos, y una de ellas es disputar una manga “mano a mano”, como si de la final del Pipeline Pro se tratase. Normalmente escogemos el peor pico (lo importante es estar solos en el agua), con olas pequeñas y cerronas y… todo vale! Eso sí, el resultado final siempre es de empate. El martes disputamos una de esas mangas y hoy, en su casa del acantilado de Campelo hemos charlado un buen rato sobre Atlanticsurfer.com, sobre Campelo y sobre el surf en general. Además fue su cumpleaños recientemente.

36 años ya ¿eh? Qué mayor te estás haciendo!!
(risas) No tanto como tu pero ya me hago mayor ya…. Tengo canas, tengo una hija…

¿Por dónde empiezo? ¿Por Atlanticsurfer.com o por Campelo?
Empieza por Atlanticsurfer, por lo peor. No es muy agradable.

¿Te quedan malos recuerdos?
Que conste que si no fuese por Atlanticsurfer no estaría donde estoy, pues me abrió puertas para, años después, estar donde estoy. En ese aspecto siempre estoy agradecido. Y no me arrepiento para nada, pero fue desagradable en el sentido de que pones mucha ilusión y trabajo y te das cuenta que tienes un producto que nadie quería comprar por miedo.



¿Te queda algo positivo de esa experiencia?
Desde el punto de vista empresarial fue un desastre total. Pero en el plano personal sí saco muchas cosas positivas. Conocí a gente que de otra manera no hubiera conocido nunca, y con los que hoy en día sigo manteniendo buenas relaciones gracias a que ni dejamos ninguna deuda por pagar. A nivel personal aprendí mucho de cómo se comporta la gente cuando hay dinero detrás. Ví que hay mucho caradura. Aprendí a ser todavía más cauto. Me di cuenta que hay muy poca gente que esté orgullosa de su trabajo: la mayoría de la gente quiere cobrar y largarse a otra cosa; esto está muy bien para vivir al día pero si quieres acabar siendo un gran profesional en tu campo… Y luego pues eso, empresarialmente no fue bien pues tuvimos que devolver un préstamo al banco durante dos años, y esa fue la parte desagradable. La respuesta de la industria no fue tanto que el producto fuese malo, si no una cuestión de miedo por lo que había pasado con swell.com en los USA y demás.

De todas formas no queda casi ningún portal de surf en internet: Swell.com fue comprado por Surfline y ahora es surfline.com… Y a nivel nacional estaba Surfobsession, mundosurf, surferos.net que creo que también está medio parado…
Cuando yo me fui parecía que surfobsesion iba a ser el que aglutinase a todo el mundo, pero tenía el mismo problema que todos nosotros; tenían publicidad pero venía de la revista, no por que la gente pusiese publicidad directamente on-line. Yo veía que el camino que yo estaba dejando ellos iban a dejarlo en unos meses. Lo vendían más como un apéndice de la revista.

¿Cuánto duró Atlanticsurfer.com?
Desde Septiembre 2000 hasta Julio 2001… lo que fue el portal en la red. Al final teníamos una nueva versión en desarrollo, pero no salió nunca a la luz. Duró eso por que decides no perder más dinero. Entraban pocos ingresos. Que conste que al final llegaron un par de grandes de la industria a poner dinero, pero les dijimos que no. Es que al final ya ni tenías ganas de dedicarte a ello. Fue la época de mi vida en la que menos surf hice. Lo mantuvimos hasta Diciembre 2001, sin actualizar y por que no nos costaba dinero, pero creo ahora el dominio está libre y ya no está en la red. Tengo el portal en un cd que, tal y como lo meto en el ordenador lo ves como estaba cuando lo cerramos en la web, y en una tarde se sube. Pero creo que un día de esos lo quemaré todo.

¿Cuántos eráis? ¿Cuatro?
Sí, Isa (su actual mujer), yo, Jorge que era el webmaster y Alfonso que era su ayudante para todas las tareas pesadas (escanear fotos, etc…). Y luego los colaboradores, que algunos todas las semanas te mandaban material y a otros no servía de nada apretarles porque no tenían interés. Eran muchos colaboradores: Gony en Cádiz, Willy Uribe, Juan Fernández, Raúl García, Ibon Amatriain que luego lo dejó, tú… Y me estoy dejando a mucha gente. Luego los fotógrafos casi todos los de entonces pero claro, pagábamos menos que las revistas.

¿Te mandaban lo que sabían que no se les iba a publicar en las revistas?
No siempre. Hubo reportajes que tuvimos nosotros las fotos antes que la revista. Y alguna revista se cabreó con el fotógrafo por eso. También había casos en que me mandaban fotos que no eran de tubazos de dos metros perfectos. Pero el surf es diferente; hay surf para todos y por eso no me gustan los número monográficos de tubos o de ola grande, etc… Es como el típico video de surf de tubazos: los primeros 15 minutos bien pero luego te aburres. Y también me da que hay poco que aprender en muchas revistas, por ejemplo con la Surf Europe de hace unos años, que todo lo que contaban era que ligaban con unas chicas y se emborrachaban y andaban con el coche haciendo el cabra… Hombre yo compro una revista de surf para leer sobre el surf, pero no para eso.

Lo que pasa es que es imposible hacer una revista que guste a todos…
Sí, pero al final la manera de sobrevivir es la especialización. Y si aquí no hay suficiente mercado, pues entonces que no haya especialización.

¿Revistas vs internet?
Nuestro esquema era el de una revista online apoyada por lo que la tecnología te permitía: predicción de olas, información más dinámica, no tener que esperar para ver los resultados y fotos de sesiones y campeonatos, etc… Pero es que lo de Internet se aplica ya a todo: ahora la gente lo quiere todo, perfecto y ya. Quiere pillarse tubos de metros y medio el primer día… y no se da cuenta que la gente que lo hace es por que lleva muchos años de esfuerzo. Pero la gente lo quiere todo ya. Ahora hay una generación muy grande que está empezando en el surf con menos esfuerzo del que requería antes, y creo que el porcentaje de gente que lo dejará será mucho más alto que antes.

Hablemos de Campelo ¿tu jardín secreto?
De secreto, en verano, nada.

¿Por que no haces de sheriff de Campelo? Con las que se lían cada verano… pero de sheriff bueno, no de sheriff macarra.
De macarra no me sale, y las pocas veces que he sido sheriff macarra siempre me ha salido mal y le pedí disculpas al tío, o sea que lo descarto. Me pone muy nervioso que la gente se salte las reglas. Hay una regla principal: respeta a los locales. Si tienes vacaciones y viene el local a echarse un baño a la hora de comer, déjale en paz coger un par de olas y no vengas a agobiar poniéndote al lado. ¡¡Y se te ponen a remar la ola que estás remando!! En Campelo, una ley que tenemos es que nadie rema la ola de otro. Es muy raro en Campelo ver a dos locales remar la misma ola. Es una manera más tranquila de surfear, sin tener que decir “voy!” o lo que sea. Mi filosofía es autorecomendarme paciencia durante el verano. Pasamos de dos o tres en el agua a cuarenta. Yo trabajo todo el verano, o sea que me tiro todo el verano con los cuarenta de las furgonetas, y ya hace tiempo decidí no tener más amigos. No hablo con la gente que está ahí abajo. Voy, me cambio, me meto en el agua, me vuelvo a cambiar y me voy. ¿Hacer de sheriff? Es que cuando alguien se está pasando es o un chulo, o un idiota -o ambas cosas-, o un novato que no se entera o un campeón (de esos que hace tres giros y se cree que puede remarlo todo). Entonces… ¿qué haces tú que sólo tienes una hora de baño? Pasar de todo… excepto si te tocan mucho los cojones.


("Share your waves" grafitti que un surfista francés dejó un invierno en la pared de lo que queda del bar de Campelo)

¿Y el descontrol del parking con sus campamentos de furgonetas, que a veces dejan todo lleno de basura, y la ruina del bar?
Esto está todo denunciado a Sanidad, a Medio Ambiente, al Ayuntamiento y… todo el mundo pasa, y más con la ruina del edificio del antiguo bar, pues hay un problema de herencia. Hay mañanas que te puede salir un león de ahí, o puedes coger una infección pisando un cristal roto que no veas. El aparcamiento, por ejemplo en verano a partir de las 3 de la tarde no bajo o ya bajo andando porque está imposible aparcar. También la gente echa mucho morro. He visto guiris que aparcan ahí la furgoneta durante un mes sin moverla, y dejan la basura al lado de las escaleras, donde no hay contenedor ni nada. Este verano pasado tuve que ir al Ayto. para pedir que por favor fueran a retirar la basura, por que por la noche van perros, los bichos que viven en el monte y está todo hecho una mierda.

Para acabar: ¿hay olas más al sur de Campelo?
(risas) Sí, puede ser… por Doniños y San Jorge. He oído rumores al respecto. (Más en serio) Claro que hay, pero son kilómetros y no siempre tengo tiempo para ir sin saber a ciencia cierta si valdrá la pena o no. Y además aquí sé que aunque las olas no sean muy buenas, estaré sólo.


(Vistas de Campelo -entre los pinos- desde la oficina de su casa)
Finalmente… ¿cuándo organizamos el Campelo Purril Classic?
Cuando queráis… pero Invitation Only, eh? Aunque a pelo después de 3 o 4 días de nordés ni de coña!!! Y sin premios ni mangas, ni nada, eh?

martes, 13 de mayo de 2008

Beachcombing

Es lo que nosotros llamamos “rastrear la playa” y es un concepto –a priori y según las revistas de decoración y de lifestyle- encantador: pasear por las playas y buscar guijarros, plumas de aves, conchas, trozos de madera y cristales esculpidos por la acción del mar, el salitre y las rocas. Especialmente en invierno, después de un par de días de oleaje grande y fuerte. Luego en casa, con cuatro herramientas uno puede realizar pequeños cuadros, composiciones, pintarlos y/o utilizarlos de adornos pasa la chimenea o para ese rincón de la biblioteca que todos tenemos y donde guardamos los libros de hazañas marítimas, cartas náuticas de sitios mágicos y el globo terráqueo.

Pero lo que acabo encontrando en las playas no me despierta la vena artística precisamente. Estos días pasados, y viendo que las condiciones no eran muy buenas, hemos dado unas vueltas por las rías altas gallegas. El domingo estuvimos un buen rato paseando por la Praia de Arealonga, en O Pazo, dentro del Concello de O Vicedo. Tras construir un “puente” - con troncos que encontramos en la misma playa- que nos permitiera cruzar el riachuelo que nos cortaba el acceso al mar, al llegar a la orilla… ahí estaba: solitaria, majestuosa, imponente, emanando todo su magnetismo como el obelisco de “2001 – una odisea en el espacio”…



…una pantalla de ordenador. Sí, a escasos metros del mar, en aparente buen estado y sin ninguna explicación lógica. En un radio de unos diez metros a su alrededor encontramos varios objetos más: un bidón de plástico, un bote de pintura, un tetrabrik de leche, varios flotadores de artes de pesca, una bayeta de WC y una caja de frutas. No pudimos resistir la tentación de juntar los elementos para componer algo parecido a una mesa de oficina… antes de llevarlo todo a los contenedores de basura.


Seguiremos suspirando por encontrar playas que únicamente nos ofrezcan preciosos guijarros, plumas de aves, cristales y demás conchas.
¿Y vosotros, qué es lo más raro que os habéis encontrado nunca en una playa?

lunes, 12 de mayo de 2008

Nouvelle cuisine made in Galiza


Percebes con Nocilla. Cortesía de las Rías Altas gallegas.

viernes, 9 de mayo de 2008

Imanes

Los anglosajones los llaman “swell magnets” y con ese nombre designan aquellas playas o picos que reciben todo el swell. Estos lugares hacen posible que te des un baño en días que parece imposible después de ver otras playas. Seguro que conocéis alguno en vuestra zona. Advertencia: aún así tienen que haber algo de mar, y muchas veces son susceptibles al período y a la dirección de la mini marejada para funcionar o no.


(El imán en cuestión)

Pues bien ayer me di un baño en uno de esos sitios. Está claro que a pesar del platazo aparente, algo de mar hay pues en Cavaliers están disputando la prueba del circuito mundial de longboard, aunque sólo puedan celebrar unas pocas mangas al día aprovechando la marea baja. Pues ayer un amigo me avisó del plan: el tema es que él y sus compañeros se habían dado un baño el día anterior en ese sitio… pero ellos iban en long y en SUP. Reconozco que no las tenía todas conmigo, pues yo sólo disponía del fish y no estaba seguro que las olas dieran para tanto, pero aún así lo intenté y no me arrepentí. El sitio –del que por otro lado Pedrúa ya me había hablado- es una punta rocosa sumergida en cuyo extremo rompe un pico de derechas e izquierdas. En días como ayer y con un fish, sólo la primera sección ofrece algo de juego… y mejor la izquierda que la derecha. Fue cuestión de esperar a que se vaciase el pico a la hora de cenar y disfrutar de un baño delicioso.


(Outside set at Malibu)

¿Y qué tiene que ver la foto de este lienzo con la entrada de hoy? Pues que uno de los integrantes del grupito no era otro que Sandow Birk, el pintor que realiza esos lienzos. Resulta que Sandow y su novia han estado 3 meses en París y antes de volver a California se han pasado un par de semanas recorriendo la costa cantábrica. Estuvimos charlando un poco mientras cenábamos. Me gustó que Sandow pareciera una persona totalmente normal y corriente (y buen surfista además), y no uno de esos artistas tan en boga últimamente en las exhibiciones e inauguraciones de tiendas molusquianas-retro-cool-post-hippy del otro lado del charco. Ni gafitas, ni ropa estrafalaria ni poses raras.

(The battle of Lake Erie)

Una de las anécdotas de su estancia aquí es que tuvieron una mala experiencia con un corchero de Salinas hace unos días. Parece ser que Elyse (la novia de Sandow) le molestó sin querer en el agua un día de olas diminutas (ella está aprendiendo a surfear) y el corchero les quería pegar a ambos. Al final la cosa no pasó a mayores. Si queréis ver más cuadros de Sandow, visitad su web.


(Cold front moving across Jeffrey's Bay)

P.S. 1: La semana que viene estoy de vacaciones, furgoneteando por ahí. Me llevaré el portátil, por lo que no descarto actualizaciones varias en función de lo que me encuentre en la carretera.
P.S. 2: No dejéis de visitar las dos últimas actualizaciones en el blog del Surfilm Festibal aquí y aquí.
P.S. 3: Tenía preparada una entrada extensa sobre el tema de Nias. Pasé un buen rato investigando en internet al respecto. Pero como este tema ya lo debatimos aquí no voy a colgar la entrada entera, si no únicamente ALGUNAS CONCLUSIONES al respecto:
1) El titular es una mentira: la derecha de Nias sigue funcionando tan bien o major que antes; la izquierda ya no. Bawa ahora solo se puede surfear cuando no está grande.
2) Algunas de las afirmaciones que se hacen son incorrectas o incompletes: siguen yendo surfistas a esos sitios a surfear y no ha habido ningún éxodo de gente a otros sitios.
3) Nada de lo que dicen es de actualidad: La situación no ha variado desde el terremoto de hace un par de años.
4) No he encontrado ningún informe al respecto, ni en la web de la oficina de Indonesia de la Unesco ni en la de la UNPD. Ya sé que eso no quiere decir que no exista ese informe, pero…
5) Ha llegado el verano y la agencia EFE –que es quien redactó la noticia que luego diferentes medios se han encargado de reproducir- tiene que sacar noticias sobre el surf a todo precio. De la misma forma que en invierno tienen que sacar noticias sobre el esquí. En ese caso la fiabilidad es lo que menos importa.

martes, 6 de mayo de 2008

Un Sábado con final feliz (en dos actos)

Acto primero
08h00 en Cavaliers:
Unos veinte surfistas ya se encuentran en el único pico de Cavaliers (Anglet), de entre los cuales varios competidores de la prueba del Owbow World Longboard Tour de Anglet que ha empezado hoy.


Acto segundo
09h00 en algún lugar al Norte del Adour:
Un surfista en el agua… y dos más en la playa dirigiéndose hacia uno de los muchos picos que se ven desde la cima de la duna. Mismo tamaño que en Cavaliers. Con la marea más alta se iría poniendo mejor.


Espero que el puente os haya cundido tanto como a mí. No dejéis de visitar la última entrada en el blog del Festi aquí.

viernes, 2 de mayo de 2008

Hacemos...


Os veo de nuevo el martes. Buen fin de semana a todos.