Don Quijote goes surfing...
Q- Mira Sancho, ya están ahí...
S- Donde mi Señor? No consigo ver nada...
Q- Eso te pasa por quedarte sentado en esa burra, Sancho. Sube a esa colina y los divisarás...
(...)
S- Tenía Vd. razón, ya llegan!!
Q- Ves Sancho, son como nosotros pero... la diferencia radica en que no están en sus tierras; están en las nuestras y a fe mía que les expulsaremos, mi fiel escudero!!!
S- Pero mi Señor, nosotros también hemos visitado tierras ajenas sin invitación. Sin ir más lejos estuvimos por Valencia no hace mucho. Como buenos caballeros... ¿no deberíamos corresponder cuando otros nos visitan? Al menos para averiguar sus intenciones antes de entablar batalla.
Q- ¡¡¡Nunca mi fiel amigo!!! Una vez más tus palabras demuestran por qué eres escudero y yo caballero. ¡Ay! compañero mío, debes aprender que nosotros -los caballeros- debemos siempre preservar el honor de nuestras tierras y de nuestros señores. Y los que nos visitan deben someterse a nuestra voluntad tan buen punto cruzan los lindes de nuestros dominios. Y no sólo eso, si no que también deben jurar que nunca hablarán de las maravillas que encontraron aquí, para así impedir que vengan otros, y otros, y otros...
S- Entonces noble caballero, cuando nosotros visitamos tierras lejanas por que hemos oído de sus maravillas en bocas de otros...
Q- Sancho, tal es la naturaleza del caballero -algo que no creo que puedas comprender nunca- que hace que por mucho que nos guste oír hablar de tierras ajenas no queremos que se hablen de las nuestras. Hipocresía le llaman algunos ignorantes a ese fenómeno. ¡Bah...qué sabrán ellos!
S- ¿Pero bien que le gusta por ejemplo, noble caballero, leer relatos sobre otras Damas que Nuestra Señora en esos enormes libros suyos? Si Nuestra Señora es tan magnífica -algo que no pongo en duda-... ¿acaso no gozaría más Vd. leyendo relatos sobre Nuestra Señora en esos mismos libros?
Q- ¡¡¡NUNCA!!! Leer relatos sobre damas ajenas es edificante y sano. Y forma parte de nuestra formación como caballeros. Es casi una obligación me atrevería a afirmar. Pero nunca nadie debe escribir sobre Nuestra Señora o nuestros dominios, pues nunca nadie debe leer sobre su belleza hasta tal punto que pueda sentirse tentado a visitar nuestras tierras y cabalgar libremente por ellas...
S- Cuanta razón tiene VD. al afirmar que, efectivamente, nunca podré ser un caballero. Sus razonamientos son de tal profundidad y complejidad que no puedo aspirar a hacerlos míos.
Q- Lo sé, mi fiel escudero, lo sé. Venga date prisa y sígueme hasta la casa del prestamista para que le pague la mensualidad de la hipoteca de nuestro castillo. Que luego tendremos que entablar batalla con esos desconocidos que se acercan ahí a lo lejos. ¡¡A fe mía que si no fuera por la hipoteca iba yo a quedarme aquí, en estas tierras donde los gigantes parecen molinos y los molinos se comportan como gigantes!!
S- ¿Pero y el amor hacia Nuestra Señora y estas tierras? Yo pensaba que eso era lo que nos retenía aquí, mi señor.
Q- Libres Sancho, eso es lo que seríamos si no tuviéramos una hipoteca que pagar al prestamista y que nos ata a estas tierras. Libres de poder visitar otras tierras a nuestro antojo y de cabalgar por ellas. Por que el único libre es el que no tiene ninguna tierra que defender... pues ninguna es suya. Y es libre el que a todas partes puede ir sin miedo, a sabiendas de que nunca será recibido como nosotros recibimos a los intrusos. Y no pienses más Sancho, que a los locales guardianes de las tierras como nosotros nos está prohibido pensar. Prepara tu bastón y afila bien tu navaja pues esta tarde tendremos batalla.
FIN
13 comentarios:
ya sabes que me ha gustado. muy guapo.
Jajaja , que crack Cervantes!!
Dudo mucho que los don quijotes de las playas sean capaces de entender las metaforas escondidas en el texto..
Vaya risas. Don quijote es un personaje increible y siempre actual.
Joderrr con D. Miguel...otro Nostradmus??..je,je...
Un saludooo...
Acertada es la diarrea verbal con la que nos ilustras oh noble señor, mas debo decir que sólo en algunas tierras donde los placeres son inusuales, allá por el Mare Nostrum, podríamos decir que los que llegan de fuera suelen ser bien recibidos, es más, gozamos de dar a conocer nuestros escasos placeres, pues por escasos,algunos los toman por leyenda.
Un caballero del Mare Notrum
Quizás el Quijote debiera empezar con un "en un lugar de la costa de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un local de los de lanza en astillero..."
Sublime Niegà, me ha gustado mucho lo de la hipoteca del castillo jajaja
Si todos los locales chungos de las playas leyeran más seguro que se acabarían las rencillas y roces violentos.
Saludos!
Antuan
Boníssim !!!
Pau
Dispensenlos mi señor!
Son fieles a "sus tierras" mas su opaca armadura, no les deja ver más alla de su montura.
Mas solo los nobles caballeros, aquellos de transparence coraza saben, que sus tierras no son suyas y que solo por poseer poseen, unicamente, los pasos de sus andaduras...
Que buen relato!! saudos
Buenísimo!!
Jajaja, increible, nada podía describir mejor lo miope que resulta el localismo, algo para reflexionar seriamente y aprender. Empezando por uno mismo. Ya estoy viendo al Maromo a lomos de Rocinante...
Saludos!
Muy bueno, yo si los visitantes fueran respetuosos les daría la bienvenida, como hace muchos años. Es muy triste no entablar conversación para que los visitantes no se suban a la parra.
Debería ser de obligada lectura para todos los orangutanes de cada pico.....sigues sorprendiendo cuando hilas fino
Si,si... todo vale. Viva el libre albedrío y la libertad de expresión, aunque salga en pelotas nuestra bien amada dulcinea del tochoso.
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