miércoles, 26 de mayo de 2010

Reflexión

A pesar de la búsqueda de productos más ecológicos, la relación entre producción y consumo se mantiene igual: siempre hay que producir más. ¿Por qué no desarrollamos una especie de auto-moderación voluntaria para luchar contra este narcisismo deportivo que nos acecha?
Esta reflexión nos aleja del terreno de la práctica deportiva y del consumo para entrar de lleno en el terreno de la filosofía.
¿Tendremos que volver a una simplicidad voluntaria -como las primeras civilizaciones y los pueblos autóctonos- o, al contrario, seguiremos con esta tendencia de crecimiento (verde o no) sin fin, en el que perdemos nuestras vidas por querer ganar y dentro el cual el surf deberá encontrar su lugar?

Olivier Sigaut; Surf Session Mayo 2010.

8 comentarios:

Juan dijo...

Prohibidas las tablas modernas de surf!! El que tenga huevos a entrar con una alaia!!
Es coña. Ya todo ha cambiado. Tiendas de surf en cada esquina, surfcamps por todos lados, surfing en la publicidad, ropa "surfera" en todos los chavales, hacer surf es guay. Si uno es capaz incluso puede llegar a ser un capullo musculado con mechas rubias y gafas de sol caras, puede ser un local subnormal como los de Xagó y hacer el macarra delante de las nenas, tambien uno puede ser un shaper, uno más de los miles y miles y lograr vender alguna creación, puedes tambien montar una tienda y vender tablas hechas en china, no solo eso, tabla china, más quillas, más invento, más funda más cuatro horas de clase por 250 euros, uno puede ser mucho o no ser nada dentro del surf, puede consumir mucho o no consumir nada. Yo por ejemplo, no soy surfer, no soy nada, soy un treintañero que se mete en el agua con una tabla de surf, que hace el ridiculo en las espumas, que se pone de pie de vez en cuando, soy uno de esos que escucha desde la orilla "otro puto viejo que viene a joder", o que si entro en una tienda me quieren vender lo más caro y lo más innecesario. No pasa nada, me la suda. Cada vez que logro ponerme de pie sobre mi tabla de surf, cada vez que noto que estoy posicionado y avanzo recto entre una muralla de espuma blanca; el gozo es tan grande, el placer tan inmenso, la ilusión tan poderosa que sé que todo valió la pena. La masificación, los niñatos subnormales, el tendero que me quiere timar, mi pinta bochornosa con el neopreno, la espalda y los hombros molidos de remar mal y como un perro, el miedo cuando viene un poquitin grande y... contestando a tu pregunta. ¿Que voy a saber yo si no soy un surfer?

Deguananonli dijo...

Corroboro absolutamente todo lo expuesto por Juan, es más, añadiría que bajo esta misma perspectiva, a mi, lo que el surf me ha dado, el surf me lo va quitando más rapidamente de lo que quisiese. Y yo ya soy un cuarentón largo con la suerte de haber vivido muchos años de baños sin stresssss, años en los que un bigote ó una barba significaban respeto.

alberto rueda bilbao dijo...

Creo que mientras nos guste tanto el dinero, el consumo, el aparentar, y un sin fin de comportamientos muy poco virtuosos, no hay nada que hacer.
Consumir el mundo hasta que se acabe.

Chusma Surfboards dijo...

Seamos sinceros mientras el objetivo de las empresas sea siempre el de crecer, usarán todos los medios a su alcance para que crezca el consumo, generando necesidades, modas o lo que sea para que este aumente, hay que cambiar los objetivos y en lugar del crecimiento buscar equilibrio, pensando en todas las piezas, materias primas, trabajo que se genera y consumo, pudiendo mantener así una pervivencia lejos de objetivos especulativos.

Es necesario que los consumidores nos planteemos unos nuevos hábitos, pero no somos los únicos factores de la ecuación.

RedFish dijo...

He tenido que leer dos veces el post porque pensaba que hablabas de surf, y no en general, de la sociedad de hoy (y de ayer). Pero qué más da, si en el surf tenemos lo mismo que en cualquier otro sector!

En efecto, un asco. Pero ese sistema, el que ha durado a penas 200 años, ha llegado a su fin. La máxima de crecimiento=progreso, el capitalismo, tras unas cuantas crisis, ha terminado por fracasar. Se ha agotado, ya no puede dar más de sí. Como acabó el mercantilismo, o el sistema feudal, o el imperio romano...

Y esto significa que después de la muerte de un sistema, se gesta uno nuevo. Y aquí estamos ahora. Por un lado tenemos a los de siempre intentando exprimir hasta la última gota del cadáver, mientras que el resto deberá buscar-se la vida, literalmente. Y aquellos intentarán convencer al resto de que sólo ellos pueden garantizarles la vida.

Y luego dependerá de cómo respondamos todos, ese resto de "humanidad", al reto que nos plantearán mañana. Yo seguiré diciendo que una mierda, que yo por ahí ya pasé y sé de qué va el rollo, y que ya me buscaré la vida.

Eso sí: si me preguntan la opinión, diré que por mi el próximo sistema imperante, global e interestelar, debería regirse por una sola ley inquebrantable: VIVE Y DEJA VIVIR. A partir de ahí, que el nuevo sistema se llame gilipollismo o como sea, me la pela, porque el mundo molará mazo..

Euka dijo...

Esto algunos tenemos que hablarlo en el barco en noviembre...

RESPECT dijo...

Hay algunas corrientes de pensamiento que propugnan el crecimiento 0 . Lo que está claro es que progreso no es igual a mas, sino a mejor. La cuestión pasa por no estar tan esclavizados por las multinacionales, bancos y demás. De nosotros depende.....

Anónimo dijo...

¿Cuantas tablas tenéis?
¿Cada cuanto renováis el quiver?
¿Es necesario?

Saludos.Buena reflexión.