Carta de Nueva York

Carta de Nueva York

Una nueva sección en la cual nuestro nuevo colaborador Ted Endo, nos cuenta su visión de nuestro surf mezcladas con algunas anécdotas del día a día de vivir al otro lado del Atlántico.

(...) Pero no todo fue bueno. La cara más fea y mala también estuvo presente en pelis que, una vez más, tiraban del cliché denostado y cansino del contacto con la naturaleza, la pseudo-espiritualidad del surf y Dave Rastovich. Ya es malo cuando nosotros los americanos (y los australianos) realizamos esas obras onanistas; pero es todavía peor cuando son los europeos los que las hacen. La película más interesante del Festibal fue Modernist Basque Surfing. En ella se nos muestra la impresionante belleza del baile y canto tradicional vasco… hasta que la música cambia radicalmente y nos ofrece unas imágenes muy bellas de longboard. De forma separada cada sección es excelente, pero la mezcla no acababa de cuajar. Es evidente que los realizadores quisieron mezclar ambas temáticas pero no estaban seguros de cómo hacerlo.

Cómo adaptar o repudiar la cultura americana en un contexto nacional es un asunto al que la mayoría de países tienen que enfrentarse en un momento u otro. Los españoles son a la vez muy adaptables y grandes conservadores – una mezcla que tiende a producir cosas excelentes y horribles a la vez. España ha dado al mundo (y esta lista no es para nada exhaustiva) Picasso… pero también Franco; ha dado el ejemplo de cómo pueden convivir comunidades plurilingüísticas con diferentes culturas dentro de un mismo estado… pero también ETA; y, como no, ha dado los toros y… bueno, los toros. Por supuesto que cuando llegó el fenómeno del shortboard este fue adoptado con un fervor cuasi-religioso. Sucederá lo mismo con las tablas “alternativas” cuando este fenómeno madure en unos pocos años. La cultura del surf española crecerá y mejorará con el paso de los años, pero moldearla en algo que tenga sabor español, como este país ha hecho con muchas otras culturas a lo largo de siglos, no será fácil.

“Somos una generación bastarda...” me dijo Chusma mientras esperábamos la serie en Liencres sentados encima de unos Mini-Simmons. Se refería al hecho que muchos shapers de la costa cantábrica son shapers de primera generación, tienen muy pocos precedentes locales y eso les obliga a buscar ideas e inspiración en internet. Aunque él se refería al mundo del shape, creo que esta afirmación puede hacerse extensiva a toda la cultura surf española. Estábamos en Liencres para asistir al Amstel Cosmic Children Festival – un evento que celebra la historia y gracia de los orígenes del surf en España… pero cuyo nombre, curiosamente, es en inglés. Tras dos días de surfear tablas retro y beber litros y litros de Amstel estaba resacoso, quemado por el sol y no tenía claro si estaba asistiendo a un evento de cultura surf española con tintes de cultura surf americana, o al revés… o es que ambas ya eran lo mismo. Durante la entrega de premios, los organizadores regalaban botellas de vino tinto, sobaos pasiegos, latas de anchoas y todo ello mientras sonaba “Californication”, el himno a la hegemonía cultural de los Red Hot Chill Peppers.(...)

(continua)

================================================

Ya ha salido (eso me han dicho) el número 143 de la 3sesenta, y además de un repaso visual a los primeros años de la revista con algunas fotos míticas una entrevista a Andrew Chisholm y muchos fotones de quitar el hipo, se une al proyecto Ted Endo. Este surfista residente en Nueva York, y colaborador habitual de revistas como la Surfer o The Surfer's Path, ha pasado una parte del verano entre nosotros (ya residió en España unos años atrás) y en los próximos números nos va a contar su visión del surf en España y el paralelismo con la Costa Este americana. Todo eso desde su "Carta de Nueva York" que publicaremos en cada número. Aquí (arriba) tenéis un extracto de la primera entrega.

Y de regalo os dejo esta foto mítica de Javi Amezaga que ilustra "Aquellos Maravillosos Años", un repaso visual que hacemos en este mismo número a los inicios de la revista, cuando nuestro surf estaba en la infancia. En lugar de Dodges, Cadillacs, Woodies y Ford Ts, los inicios de nuestro surf se vivieron en Seats 850 y 600. Y sinceramente, me parece mucho más entrañable!!