This is the real thing
Parece que por fin nos hemos dado cuenta que tenemos una inmensa "Baja California" al Sur del estrecho y que nos está esperando. Se nos llenan los ojos de viajes a Baja de la mano de los californianos y nosotros -yo el primero- nos conformamos en volar/conducir a Agadir y, tal rebaño de ovejas, no salirnos del tramo de costa que va de Essaouira a Sidi Ifni. Algunos quizá recordaréis una entrada de este blog, ya hace meses, en la que un chaval andaluz me preguntaba información para bajar a África en furgo; pero no hasta Marruecos si no hasta Senegal o más abajo. Carlos –que así se llama este surfista sevillano- ya volvió y estos días hemos coincidido por el Algarve.
Os dejo con el texto de sus aventuras de 4 meses en la carretera por África, contado en primera persona por Carlos, y con un impresionante vídeo de 40 y pico minutos. No encontraréis ni Callahans ni Taylor Steeles; ni Crossings ni The Searchs; son muchas palabras y el vídeo es largo pero a diferencia de los productos que nos venden los medios y las marcas en sus webs y revistas, this is the real thing. A disfrutar cuando estéis tranquilos, con una cerveza fresca o un té con menta en la mano:
surf west africa from Carlos luna on Vimeo.
PREPARATIVOS
“El plan si el dinero y el tiempo lo permitían era bajar con la furgoneta por Marruecos, Sahara, Mauritania, Senegal y Gambia, una vez allí dejar la furgo y volar a Sierra Leona y Liberia (destinos casi vírgenes para el surf y el turismo). El plan era ambicioso, pero presiones y obligaciones ninguna; llegaríamos hasta donde pudiésemos. Esta expedición la formamos Guillermo, Carmen y un servidor, Carlos.
Después de meses recopilando información sobre nuestros posibles destinos, se acerca la fecha de salida; por supuesto las cosas no están preparadas, ni la información recopilada apuntada en ningún lugar.
Nuestro lema involuntario “deja para mañana lo que puedas hacer hoy” fue la tónica en los preparativos del viaje. Así ocurrió con la mecánica de la furgoneta, con las tablas y hasta con nuestra propia salud. El que mejor se fue se llevó las vacunas que le faltaban en una bolsita. Para otros las vacunas se quedarían para siempre en la nevera de Sanidad Exterior. Por supuesto del seguro médico mejor ni hablemos.
Os dejo con el texto de sus aventuras de 4 meses en la carretera por África, contado en primera persona por Carlos, y con un impresionante vídeo de 40 y pico minutos. No encontraréis ni Callahans ni Taylor Steeles; ni Crossings ni The Searchs; son muchas palabras y el vídeo es largo pero a diferencia de los productos que nos venden los medios y las marcas en sus webs y revistas, this is the real thing. A disfrutar cuando estéis tranquilos, con una cerveza fresca o un té con menta en la mano:
surf west africa from Carlos luna on Vimeo.
PREPARATIVOS
“El plan si el dinero y el tiempo lo permitían era bajar con la furgoneta por Marruecos, Sahara, Mauritania, Senegal y Gambia, una vez allí dejar la furgo y volar a Sierra Leona y Liberia (destinos casi vírgenes para el surf y el turismo). El plan era ambicioso, pero presiones y obligaciones ninguna; llegaríamos hasta donde pudiésemos. Esta expedición la formamos Guillermo, Carmen y un servidor, Carlos.
Después de meses recopilando información sobre nuestros posibles destinos, se acerca la fecha de salida; por supuesto las cosas no están preparadas, ni la información recopilada apuntada en ningún lugar.
Nuestro lema involuntario “deja para mañana lo que puedas hacer hoy” fue la tónica en los preparativos del viaje. Así ocurrió con la mecánica de la furgoneta, con las tablas y hasta con nuestra propia salud. El que mejor se fue se llevó las vacunas que le faltaban en una bolsita. Para otros las vacunas se quedarían para siempre en la nevera de Sanidad Exterior. Por supuesto del seguro médico mejor ni hablemos.
Ya cargando las ultimas cosas en la furgoneta (que parecía el armadillo de Armagedon) en casa de Guille (el espalda rota), se nos acerca un padre de familia con su hijo y nos pregunta: perdona, esto no es para un viaje normal ¿verdad? Esto es para ir muy lejos ¿no? Al final conseguimos salir el 3 de diciembre acechados por el síndrome de Diógenes, después de posponer la salida varias veces.
Antes de embarcarnos para Marruecos pasamos un par de días en Cádiz donde Neptuno nos deleitó con buenas olas de despedida rodeado de amigos.
NORTE DE MARRUECOS
Pasamos los 2 primeros días surfeando los 3 solitos en la costa norte de Asilah, durmiendo en la playa con los militares de guardianes. En esta zona es jodido dormir en la playa pues hay muchos militares por el tráfico de drogas y de personas, tuvimos que pedir permiso. De Asilah a Chawen a avituallarnos y a recibir la visita de dos amigas: Elena la italiana y la China. Durante el regreso de nuestro abastecimiento en la montaña nos ocurre nuestra primera ruina: ruidito raro en la suspensión… ¡Sus muertos con lo que nos hemos gastado! Aun así nos vamos de excursión a la costa mediterránea de Oued Laud, por supuesto flat aunque bastante guapa la excursión. De ahí a Ceuta a dejar a nuestra amiga y de ahí a Kenitra donde pasamos 3 días surfeando olas de hasta 1.5 m antes de decidirnos arreglar lo de la suspensión. Nos levantamos por la mañana, el mar esta pasado así que por fin nos decidimos a ir al mecánico. En nuestro camino pasamos por la desembocadura del río de Kenitra y cual es nuestra sorpresa al ver romper un metro perfecto de izquierdas entre 2 espigones y 3 personas en el agua. No es posible ¿que hacemos? En un ataque de responsabilidad nos vamos al mecánico y decidimos surfear a la vuelta. Nuestro mecánico español después de un pastón que te cagas se ha dejado un tornillito de la suspensión nueva flojo y llevamos 600km con la suspensión izquierda sin trabajar. El morito nos lo soluciona en un rato por 25€. A la vuelta la marea ha subido y la ola ha desaparecido. ¡¡¡Nooooooo!!!
Pasamos los 2 primeros días surfeando los 3 solitos en la costa norte de Asilah, durmiendo en la playa con los militares de guardianes. En esta zona es jodido dormir en la playa pues hay muchos militares por el tráfico de drogas y de personas, tuvimos que pedir permiso. De Asilah a Chawen a avituallarnos y a recibir la visita de dos amigas: Elena la italiana y la China. Durante el regreso de nuestro abastecimiento en la montaña nos ocurre nuestra primera ruina: ruidito raro en la suspensión… ¡Sus muertos con lo que nos hemos gastado! Aun así nos vamos de excursión a la costa mediterránea de Oued Laud, por supuesto flat aunque bastante guapa la excursión. De ahí a Ceuta a dejar a nuestra amiga y de ahí a Kenitra donde pasamos 3 días surfeando olas de hasta 1.5 m antes de decidirnos arreglar lo de la suspensión. Nos levantamos por la mañana, el mar esta pasado así que por fin nos decidimos a ir al mecánico. En nuestro camino pasamos por la desembocadura del río de Kenitra y cual es nuestra sorpresa al ver romper un metro perfecto de izquierdas entre 2 espigones y 3 personas en el agua. No es posible ¿que hacemos? En un ataque de responsabilidad nos vamos al mecánico y decidimos surfear a la vuelta. Nuestro mecánico español después de un pastón que te cagas se ha dejado un tornillito de la suspensión nueva flojo y llevamos 600km con la suspensión izquierda sin trabajar. El morito nos lo soluciona en un rato por 25€. A la vuelta la marea ha subido y la ola ha desaparecido. ¡¡¡Nooooooo!!!
Al día siguiente ponemos rumbo al sur dirección Safi en busca de la mítica Cobra (Raas Lefa), pero antes nos perdemos por los alrededores de Rabat y acabamos dentro de Sale, ciudad de mierda donde las haya. Chabolas y mendigos fue lo único que vimos, y un hombre con el síndrome del elefante con un pie enorme; increíble más grande que mi cabeza. Salimos de allí lo antes posible y seguimos rumbo al sur. Pasamos El Jadida y 8 km al sur en Sidi Bouzid encontramos una playa con focos ante la cual la concha de San Sebastián se queda en pañales. Realmente se puede surfear por la noche sin problemas lo único que esta muy pequeño. Al final del día conseguimos llegar a Oualidia.
En Oualidia nos quedamos 3 o 4 días. Es un pueblo de pescadores fabuloso comimos de todo: centollo, pescado, gambas, ostras… y a precio de risa. Los pescadores y guardianes se portaron con nosotros de escándalo y disfrutamos de buenas sesiones de surf en los alrededores, aunque algo revuelto.
A la mañana siguiente continuamos nuestro viaje rumbo sur entre kilómetros de plantaciones tomateras. Había un swell enorme y se veían olones por toda la costa. Al mediodía llegamos a la playa virgen de Lalla Fatna, en el agua un buguero y cayendo unos troncos de ahí te espero. Por la tarde en nos metemos un baño orillero bastante guapo y ponemos rumbo a Safi.
En Safi pasamos una semana. Allí conocimos a los chavales y a los empleados del club náutico. Pasamos una semana increíble: dormimos en la playa de la ciudad sin pagar ni un duro en la puerta del club náutico, un 10 para ellos pues nos hicieron estar como en casa, a nosotros y a unos franceses, a Nataniel que con su R4 también iba a Senegal. Pasamos el día del cordero en casa de Jazid, la hospitalidad de esta gente es increíble nos invitaron a su casa sin pedir nada a cambio. De camino ya veíamos el reguero de sangre que había por la calles y los gritos de los corderitos degollados. Una vez en casa de Jazid desde la azotea pudimos ver a todas las familias en las suyas despellejando sus corderitos. La verdad es que fue un digno de ver y de compartir con aquellas gentes y nos reímos muchísimo. A mi novia le toco preparar los huevos y el corazón del animal. Desde entonces el corderito ha salido de su dieta. En cuanto a surf pillamos la cobra un día con un metro solo 3 personas en el agua aunque la serie tardaba mucho en venir, pero probamos el power que tiene la ola y lo que es capaz de hacer. La verdad es que es jodido pillarla: necesita unas condiciones bastante particulares. Los otros días zureamos playas de los alrededores a las que íbamos con nuestros amigos del club náutico. Safi es otro rollo, no hay turistas y al parecer tienen muy mala fama entre los otros marroquíes pero para nosotros fue un destino para recordar no por su naturaleza precisamente pero si por el trato. También tiene un mercado muy interesante y barato.
Después de una semana abandonamos Safi rumbo a Essaouira siempre por la costa y carreteras secundarias. Al final del día llegamos a Sidi Kaouki (territorio kite) nos cayó el diluvio universal y no había olas, así que visita turística a Essaouira y para Imessouanne.
Nuestra llegada a Imessouanne coincidió con la Navidad así que como os podéis imaginar había más gente que en la guerra. Estaba un poco cambiado con respecto a la ultima vez que estuve hace 5 años (ya se sabe: el ladrillo). Aun así pasamos 4 días muy buenos y durante 3 pillamos la mítica derecha del puerto (lo tenía pendiente) con hasta 1.5m. Eso sí madrugón para evitar a la muchedumbre. Surfeamos olas larguísimas y perfectas con una maniobrabilidad que hasta el más sparring lo fliparía. El lugar perfecto para aprender, después de la larga surfeada salías y volvías caminando. Al cuarto día nos toco surfear en la catedral y decidimos poner rumbo a Taghazout.
Taghazout en Navidad es la mayor merienda de negros que jamás se haya visto, allá donde miraras había picos llenos de gente. Qué asco y encima con unas olas de mierda. Pasamos 6 días de los que cabe salvar una sesión en algún lugar entre Boilers y Tamri, y otra en Boilers donde debí de partirle la cara a un belga hijo puta. No solo me salta la ola sino que encima me intenta dar un puñetazo por la cara. Le digo:
¿Qué coño haces?
Y me vienen 2 niñatos (se suponen que eran campeón y subcampeón júnior de Marruecos con una pinta de guiris afincados que te cagas) y me dicen que el belga tiene casa aquí que viene una vez al año y quiere surfear.
¡¡Pues yo también, no te jode! ¡¡Qué culpa tengo yo de que haya 25 hippies en el agua!!
De lo único que me arrepiento es de no haberle partido la cara al gordo cabrón. Encima esta grabado. En Taghazout también conocimos a gente interesante como al fotógrafo canario del gran azul Óscar y a su mujer también fotógrafa, Catty. Ella es de Senegal así que nos dieron información muy valiosa y algunos contactos por si necesitábamos algo. Compartimos con ellos algunas sesiones de surfing y de barbacoa. Un abrazo muy fuerte para ellos.
El fin de año hicimos una cena digna del mejor restaurante y nos fuimos de fiesta a Agadir, lo pasamos bien aunque digamos que Marruecos no es el mejor destino para irse de fiesta jejejeje.
SIDI IFNI
Llevábamos ya casi 4 semanas de viaje y nos apetecía ya algo más tranquilito así que pusimos rumbo sur en busca de la tranquilidad. Paramos en Sidi Rabat donde caían unas derechas rápidas y tuberas en un entorno totalmente salvaje rodeado por un parque nacional (aunque ya están haciendo una urbanización). Al día siguiente rumbo Sidi Ifni. Por lo que había leído tenia grandes esperanzas puestas en este sitio así que teníamos muchas ganas de llegar. El recibimiento no fue de lo mejor pues un swell de 10 metros hacía que toda la costa estuviera insurfeable y encima lluvia. Después de 4 días de dar vueltas y no darnos ni una sola sesión decidimos irnos al sur por la costa hasta Playa Blanca y de ahí al Sahara. Todo iba sobre ruedas hasta que después de 40 Km. la carretera se acaba llegamos a un paisaje espectacular, un camino discurre en paralelo al curso de un río, ¿seguimos por el camino? Claro.
SIDI IFNI
Llevábamos ya casi 4 semanas de viaje y nos apetecía ya algo más tranquilito así que pusimos rumbo sur en busca de la tranquilidad. Paramos en Sidi Rabat donde caían unas derechas rápidas y tuberas en un entorno totalmente salvaje rodeado por un parque nacional (aunque ya están haciendo una urbanización). Al día siguiente rumbo Sidi Ifni. Por lo que había leído tenia grandes esperanzas puestas en este sitio así que teníamos muchas ganas de llegar. El recibimiento no fue de lo mejor pues un swell de 10 metros hacía que toda la costa estuviera insurfeable y encima lluvia. Después de 4 días de dar vueltas y no darnos ni una sola sesión decidimos irnos al sur por la costa hasta Playa Blanca y de ahí al Sahara. Todo iba sobre ruedas hasta que después de 40 Km. la carretera se acaba llegamos a un paisaje espectacular, un camino discurre en paralelo al curso de un río, ¿seguimos por el camino? Claro.
El camino se empieza a estropear y a estrechar cada vez más hasta tal punto que a un lado hay un muro y al otro el abismo, y la rueda de fuera esta apoyada sobre un muro de rocas de pizarra que van cediendo por el peso de la furgoneta. ¿Qué hacer? Marcha atrás ni de coña imposible, la única solución palante como los de alicante hasta encontrar un sitio para dar la vuelta. Al cabo de un ratito aparece un morito de no se sabe donde y nos dice que un poco mas adelante hay un sitio donde dar la vuelta, biennnn. La furgoneta empieza a oler a chamuskina paramos de vez en cuando para que se enfríe el motor. Cuando llegamos al sitio para dar la vuelta me doy cuenta de que solo es un saliente un poco mas grande, lo veo imposible pero que remedio, ¿no? A cada maniobra recuperaba centímetros así que imagínense los 10.000 giros de volante y palante y patras que tuve que hacer y con la omnipresente chamusquina. Al menos ya tenemos la furgo al revés y cuesta bajo. La bajada resulta mas fácil y por fin volvemos a la carretera pero la furgo no acelera un carajo. Algo no va bien así que volvemos a Sidi Ifni todo emparanoiaos, y nosotros que nos veíamos ya en el desierto. Un mes y 2 veces en el mecánico y todavía no estamos ni en el desierto. Bajón de moral.
Esa misma tarde vemos a un mecánico que nos dice que hemos quemado el disco del embrague. Mi mecánico en España me dice que eso en España ruina: 700€ por lo menos. En Marruecos lo conseguimos a unos 180€ y nos clavaron… pero qué coño! Al día siguiente el mecánico iría a Agadir a buscar nuestro disco. Esa misma noche botellón para celebrarlo, en ese botellón conocimos a Oscar, medio ifneño medio granadino y a todos sus colegas (Maid, Said, Zacarias…). Al día siguiente ya nos había prestado una casa sin esperar nada a cambio.
En esa casa estuvimos …como Pedro por su casa! No era nueva pero para nosotros era más que suficiente. Fue redecorada con recortes de revistas de surf, y allí recibíamos a nuestros amigos marroquíes y guiris, muchas canutadas y tajines de pulpo. La gente de este pueblo nos hicieron sentir de una manera muy especial como en casa tanto dentro como fuera del agua. Compartimos todo.
Nos estremecimos con las historias de Said y Maid: ambos habían cruzado ya 3 veces a canarias y este verano la cuarta, pero para ellos era algo normal y no tenían ningún miedo. Nos enteramos de cómo estafan a los negritos y de cómo les cobran mucho mas que a los marroquíes. Incluso de cómo los tiran al mar en Layounne o de cómo los dejan en Mauritania y les dicen que están en Canarias (contado por un militar mauritano).
Oscar y compañía nos llevaron playas con las que solo se puede soñar y que tu solito no las encuentras ni quemado, incluida la del barquito y la de Desert y no seré yo quien diga cuales son ni donde están. Pillamos olas increíbles y casi a diario desde medio metro hasta casi tres. La derecha de Ifní es la mas consistente y aguanta hasta mucho viento es larga y muy maniobrable, también pillamos izquierdas tuberas y largas y todo esto en un ambiente que parecíamos locales: nadie nos saltaba olas y todo era colegio. No he surfeado en ninguna playa con gente que me hiciera sentir más a gusto. En este plan de buen surf y buen comer nos pegamos un mes después del cual Guille siguió 10 días más y Carmen y yo hicimos un viajecito por Tafroute, Taghazout y Marraquesh.
Hay que remarcar una sesión con 1.5m perfecto en la derecha, para Guille y para mi solito. Otro baño de izquierdas tubero con 3 personas. La verdad es muchas veces la gente que había en el agua eran los que habíamos ido en la furgo. Con todo el respeto era para que os arañarais el careto todos los que leáis esto, la verdad es que yo me lo arañaría.
También hay que destacar de Ifni el rescate acuático que tuve que hacer para salvar a mi novia. En el puerto de Ifni se metió a surfear con un niño de 14 años. Les dije no os peguéis al espigón que por ahí sale todo el agua y hay corriente. Yo iba viendo como se mascaba la tragedia desde fuera, atardeciendo y poquito a poco hasta que se metió en la corriente, yo en el espigón viéndolo todo. Al final tuve que tirarme a lo Buchanan desde el espigón vestido y todo y sacarla por las rocas, con su estado de pánico y todo. Vamos un show que solo se imaginan los 3 que estuvimos allí. Se me rompió el pantalón y acabe medio desnudo.
El viaje a Tafraoute, situado en pleno Antiatlas fue de 4 días. El sitio es la hostia pues es un paisaje de roca lunar grandísimo solo que salpicado de oasis de palmera y pueblos de barro, hubo excursión en bici y alojamiento en RIAD típico. El ultimo día nos fuimos al oasis de Afella Ighir (cerquita de Argelia) y para variar nos metimos por un camino que en el mapa venia como para 4x4. Esta vez la ruina nos salio bien y circulamos por pista a través de valles de palmeras; cada vez que acababa un valle siempre aparecía otro parecía que nunca acababa. Después de 15km de los 50 posibles nos salimos del oasis y emprendimos el camino de vuelta a través de desierto de roca, un contraste alucinante.
La excursión a Marraquesh estuvo bien para cambiar de aires pero resultó un poco agobiante por como se las gasta el personal allí. Curioso de visitar pero para una y no mas Nicolás. Y la carretera Agadir-Marrakesh un infierno, a ver si acaban la autopista ya hombre. De vuelta parada en Taghazout y bañazo épico en Boilers con offshore y olas de entre 1 y 2 metros. Sí, sí, estabas surfeando tranquilamente un metro y de repente el troncho enorme barría a la peña. También hubo una sesión enorme en Killers de 2.5 marea subiendo y 7 hippies en el agua. Los hippies se fueron saliendo y la ola rompiendo prácticamente en las cuevas de los acantilados; cuando me di cuenta me habían dejado con un israelita nadie más. Hijos de puta y con esos olones… salí escopetao. Eso si, no antes de haberme cubierto de gloria con 2 bajadones para cagarse. Hay que destacar que la policía vino a echar todas las furgonetas de la playa y que al final acabaron con nosotros de barbacoa comiendo pinchitos de pollo y hasta los llevamos a su casa.
Tocaba volver a Ifni a recoger a Guille y tirar para abajo que ya iban 2 meses de viaje y estábamos en Ifni todavía, de arte eso sí, pero en Ifni. Pronto se nos acabaría también la visa así que había que moverse. Hacia poco que se habían cargado a la familia de franceses en Mauritania, y un atentado contra la embajada de Israel. Los moritos a lo que preguntaras por bajar a Mauritania decían que estábamos locos que allí gente peligrosa, armada y tal y cual. La madre de Óscar el ifneño igual. Y yo digo la gente porque coño habla de lo que no sabe y dicen las paridas que ven en la tele, hombre Marruecos no es pero tampoco lo que se vende por ahí.
En Ifni durante los últimos días conocimos a una holandesa Didi que había venido con sus padres, estuvo a gusto con nuestra compañía y decidió volver. Al final tras un poco de debate se vino con nosotros dirección Mauritania.
EL SUR
El camino hacia el sur a través del desierto era largo pero la carretera estaba realmente bien, cruzamos kilómetros de interminable Hamada, desierto de piedras. Antes de llegar a Layounne empezaron a extenderse dunas de arena hasta el horizonte. Cada pocos kilómetros nos paraba la policía, ficha de control para ver quienes somos, a donde vamos y tenernos controladitos. Una pesadilla nos pudieron parar 15 veces. Pasamos Layounne y Borjour alternando kilómetros de dunas con kilómetros de piedra. Después de mas de mil kilómetros desde Sidi al fin llegamos a Dakhla, ciudad situada de en un enclave precioso con el mar a ambos lados y en medio del desierto. Pasamos unos días en el festival de música de Daklha, si aunque parezca increíble había un festival aquí, este era el segundo año que lo celebraban. Aquí disfrutamos de algunas buenas sesiones en pointsbreaks de derechas, pero la suerte no estaba de nuestro lado puesto que venía un swell gordo pero llegaba al día siguiente de cuado acababa nuestra visa. No pasa nada: lo pillaremos en Mauritania.
El camino hacia el sur a través del desierto era largo pero la carretera estaba realmente bien, cruzamos kilómetros de interminable Hamada, desierto de piedras. Antes de llegar a Layounne empezaron a extenderse dunas de arena hasta el horizonte. Cada pocos kilómetros nos paraba la policía, ficha de control para ver quienes somos, a donde vamos y tenernos controladitos. Una pesadilla nos pudieron parar 15 veces. Pasamos Layounne y Borjour alternando kilómetros de dunas con kilómetros de piedra. Después de mas de mil kilómetros desde Sidi al fin llegamos a Dakhla, ciudad situada de en un enclave precioso con el mar a ambos lados y en medio del desierto. Pasamos unos días en el festival de música de Daklha, si aunque parezca increíble había un festival aquí, este era el segundo año que lo celebraban. Aquí disfrutamos de algunas buenas sesiones en pointsbreaks de derechas, pero la suerte no estaba de nuestro lado puesto que venía un swell gordo pero llegaba al día siguiente de cuado acababa nuestra visa. No pasa nada: lo pillaremos en Mauritania.
En Daklha también conoceríamos a un inglés traficante de alcohol y hachís que se ponía las botas en esas latitudes. Un día sin olas saliendo a mariscar también me encontré una cometa de kite de 11 metros. Tras una semana llegaba la fecha y teníamos que partir hacia Mauritania; en el mapa parece que esta al lado de Daklha, pero en realidad faltan 400 km para el borde de absoluta nada con muchos cartelitos de “danger - mines”. En el camino hicimos una par de paradas en busca de points ocultos pero no fueron fructíferas. He de aclarar que llevaba todo el viaje interrogando pescadores que habían trabajado en Daklha sobre si veían olas, gente con tablas y sin velas... y todo me indicaba que sí. Siempre miraba la predicción de esta zona y os puedo decir que durante un mes hubo olas a diario y offshore; eso sí después hubo otro mes de swell de viento y nortada.
En el último hotel antes de la frontera la gente diciendo eso: dormid bien que ya no vais a ver un sitio así hasta la vuelta (que afán de hablar de lo que no se sabe). Conocimos unos alemanes que venían de Ghana y que habían llevado para fumar por toda Africa y sin problemas: les escuchamos y craso error. Menos mal que justo antes de llegar a la frontera dije: “eso no se esconde en ningún lugar o va en el cuerpo humano o no viene”.
LA FRONTERA CON MAURITANIA
Lo primero con que nos encontramos nada más llegar a la frontera es a un par de Gendarmes que nos dicen “¿beer?” No tenemos. Vale pues cuando selles los pasaportes nos vemos aquí (hijo de puta). Para empezar te hacen 3 registros: policía, aduana y gendarmería. Yo ya estaba viendo la tragedia con la policía y la aduana muy bien, nos echaron los perros y resultado negativo. Había uno que incluso hablaba español y se porto muy bien con nosotros. Ahora venía el gendarme de las birritas:
“Bueno, se que lleváis algo así que dádmelo y no pasa nada. Ahora, como lo busque y lo encuentre el responsable eres tu.” Refiriéndose a mí. “Yo he trabajado en la frontera de Tánger y sé que lleváis ¿Qué coño hacen ustedes sin fumar en Mauritania? Si no me lo dais voy a bajar todo lo que haya en la furgoneta hasta que lo encuentre y sino lo encontraré en ustedes.”
Acojone interior, me cago en sus muertos. Empieza a sacarlo todo y empieza a encontrar papeles, boquillas, librillos, pedrolas y hasta una chusta en el rail de la puerta. A cada hallazgo decía “ummm, pistas”. Coge una pedrola y me dice: “¿esto que es?”
Le digo eso se habrá caído de cuando hemos fumado en Marruecos y no lo sabíamos, pero le juro que no fumamos.
“Y ¿puede ser que llevéis 1 kilo o 2 y no lo sepáis?”
“Que va hombre, si somos deportistas.”
Después de una hora larga y el nota sudando la gota gorda toca el cambio de turno y acaba desistiendo. Salimos de allí que no nos lo creíamos, habíamos vuelto a nacer. Pero todavía tendríamos que volver varias veces más en los próximos días. Para el que no lo sepa, entre Marruecos y Mauritania hay 5km de terreno que reciben el nombre de tierra de nadie o “No man’s land”. Y como su mismo nombre indica no pertenecen a nadie, no hay ley, y está lleno de minas fuera de pistas. Antes de cruzar la última barrera que separa Marruecos de “No man’s land” una pareja de militares nos miran y no dicen: “¿sabéis que a partir de aquí no hay control?”
Nada más entrar a “No man’s land” estábamos eufóricos de no acabar en la cárcel marroquí. La primera visión fueron decenas de “estatuas africanas” enormes que la gente había abandonado porque en la aduana les iban a crujir con aranceles. Después grupos de hombres ataviados con el típico traje globo mauritano en color blanco o celeste con fajos de billete ofreciente cambio. Un poco mas y nos percatamos de que el lipasam no ha pasado por allí en su vida: en seguida a la derecha primer coche quemado y desguazado. “Ostia, si es un 4x4 de gran canarias!!”. Seguimos hacia delante y el espectáculo se volvió dantesco: decenas de coches calcinados a izquierda y derecha y hippies durmiendo a la sombrita. Que mal rollito, se mascaba un poquito de tensión en el ambiente. Yo había mirado 100 veces la ruta a seguir en la tierra de nadie pero la verdad iba distraído. Entonces el camino empieza a bifurcarse en 2, 3, 4... caminos y digo: “ahora ¿cual?” Vienen 2 coches de frente así que me bajo para preguntarles. Ahí viene el primero, levanto el brazo para que se pare y ñiammmmm de largo. Será cabron. Ahí viene el segundo levanto la mano y mismo resultado. Me cago en to lo que se menea, tendremos que salir de aquí nosotros solos. Subo a la furgo y elijo un camino y atascada que te cagas en un lago de arena, del tirón se nos heló la sangre. En mi cabeza solo veía a la furgoneta como al 4x4 de Gran Canarias. A esto que el primer coche que no se paro viene hacia nosotros: “Ea, ya viene a darnos el palo con el Kalashnikov”. Se baja un hombre y nos dice lo siento pero tenia un bisniss que hacer y no podía parar; ahora sí os puedo ayudar. Nos ponemos con el y 2 má y acabamos sacándola. Intentamos darle dinero en agradecimiento y no quiso; dijo que era un regalo para nosotros. Al final resultó que la mayoría de los contrabandistas son gente normal que lo que hacen es comprar cosas (televisores, muebles, ropas...) que vienen de Marruecos allí para no pagar aranceles y las meten a Mauritania por pistas sin pasar la frontera. A la vuelta allí estaría nuestro colega y nosotros en “No man’s land” como en casa, jajaja. ¿Qué tal el viaje? ¿Y el brazo de tu amigo?
Un par de klms. más y llegamos a la frontera mauritana. No hay más que unas barracas de madera con una pila negros uniformados y con colchones en el suelo. Pero mucho más tranquilita que la marroquí. Eso si la primera impone que te cagas, uno de ellos es igualito al comandante chungo de Diamantes de sangre. Tras unas horas de aduana llegamos a Nouadibhoo. Las 3.000 viviendas pero en basto. La gente adelanta por izquierda y derecha (yo también), todo está permitido: todo el mundo con la larga puesta y para echar gasolina coche arrancado, fumando y con un camello en el maletero de la pick up. Aun así me gusta. Mañana a surfear a Cap Blanc y pasado a ver si nos deja entrar en la Gouira que es zona militar heavy mined.
CAP BLANC
Nos alojamos en una habitación para los 4 con colchones en el suelo y al día siguiente vamos a Cap Blanc a través de pista claro. De camino pasamos por Cansado que es una playa cementerio de barcos realmente impresionante, con cientos de barcos. Después de una media hora llegamos al mencionado cabo, abajo se extiende una playa digna de ser llamada paraíso. A la derecha la colonia de focas monje, a la izquierda un enorme banco encallado en la arena y todas las rocas llenas de mejillones y percebes que esta gente no saben que se comen. Más tarde enseñaríamos al militar del faro como se cocinaban.
Nos alojamos en una habitación para los 4 con colchones en el suelo y al día siguiente vamos a Cap Blanc a través de pista claro. De camino pasamos por Cansado que es una playa cementerio de barcos realmente impresionante, con cientos de barcos. Después de una media hora llegamos al mencionado cabo, abajo se extiende una playa digna de ser llamada paraíso. A la derecha la colonia de focas monje, a la izquierda un enorme banco encallado en la arena y todas las rocas llenas de mejillones y percebes que esta gente no saben que se comen. Más tarde enseñaríamos al militar del faro como se cocinaban.
Después de un rato y como había pocas olas se me ocurre la idea de subirme al barco y desde allí me pongo a llamar a mi amigo Guille, como no sube. Empieza el reportaje gráfico en el barco y empezamos a ver detalles de ahí vivía alguien una chanclitas por ahí, un chaleco por allá. Los accesos al interior están cortados, al cabo de un rato encontramos el único sitio por el que se podía acceder al interior. El barco por dentro esta casi perfecto, mas detalles chaleco salvavidas, extintores... seguimos un poco más y llegados al salón vemos tabaco y papel higiénico. Una foto a la cocina y nos vamos: la cocina por supuesto llena de cacharros. Al fin salimos de allí y cuando vamos a bajar del puente vemos a un negro gritando en yo que se que idioma, y viene desde la escalinata por la que hemos subido nosotros.
Yo que voy y lo único que digo es “relax, tourist photo”; hasta que llega a mi altura.
Solo nos separa una escalera: él está abajo y nosotros arriba. Entonces me percato de que lleva un cuchillo como el de Tarzán y empieza a saltar tipo orangután golpeando con el cuchillo las barandillas de las escaleras y sin parar de gritar. A esto que escucho los pasos de mi amigo corriendo, pues nada… a correr yo también!! Entonces empieza una persecución por el pasillo del puente de un metro de ancho con el cuchillero detrás. Mi colega llega a la escalinata y empieza a bajar y mientras yo que iba en medio de escudo humano veo como el negrito se va acercando y cada vez haciéndose más grande hasta que está a dos metros mío y salto a la escalinata tipo bombero, yo por la derecha y mi Guille por la izquierda. Por supuestos agarraos con las manos y los pies en el aire. En la bajada Guille pierde el equilibrio y se cae a la arena desde 5 o 6 metros. Cuando llego me lo encuentro con las estrellitas en la cabeza de los dibujos animados. Le digo: “Corre” y lo único que decía es “no puedo, no puedo”. Lo cojo de la mano y proseguimos la huida en busca de los militares del faro. Al final vino la gendarmería: contamos lo ocurrido pero no lo denunciamos por no liarla mas. Los policías y militares se mostraban sorprendidos de lo que había ocurrido y decían que no era normal. El jefe nos dijo que querían que esa playa fuera segura para el turismo. Al final Guille acabo con una radiografía de recuerdo del hospital de Nouadiboo. Y el militar nos invitó al faro al día siguiente a tomar el te. El psicópata del barco resulto ser su vigilante, pues por lo visto alguien lo había comprado (el barco) y creía que podía reflotarlo.
Al día siguiente Guille no se podía mover y se quedo en la habitación. Eera el día que llegaba el superswell y ahí me dirigía yo con 2 chicas a intentar llegar a la Gouira En los mapas viene la Gouira como marroquí pero de facto es mauritano; la base que hay allí es de los militares mauritanos y se puede ir desde Nouadiboo. El plan era ir por la pista que llevaba hasta la base a través de uno de los peores campos de minas, hasta encontrar un control militar y una vez allí preguntar por el superior y ver si nos dejaba pasar solo para hacer surf, y si no pues ofrecer algo de pasta.
Tras cruzar un vertedero y preguntar a lo que pululaban por allí abandonamos la carretera asfaltada y nos metemos por una pista con la incógnita de si nos atascaremos o no y las omnipresentes minas. El camino empieza a estrecharse y no es más que las líneas de unas ruedas en medio de una llanura de desierto. Al cabo de un rato llegamos a una casetilla abandonada donde lo único que se ve son unas pintadas con spray, donde pone: “danger, danger, danger; acess interdit”. Seguimos hacia delante hasta que el camino desaparece a los pies de unas dunas bajas. Me cago en todo lo que se menea. Nos salimos de la furgo y nos dirigimos a la cima de la duna con la esperanza de que solo sea una o dos y conseguir cruzar. Ahora me viene a la mente aquel texto de la Stormrider Guide sobre la Gouira que dice: “¿Cuántas piernas estas dispuesto a perder?” Pues las que hagan falta. Subimos en fila india a la duna y descubrimos que detrás de la primera se extendían varios cientos de metros de dunas. Desgraciadamente por ese camino resultaba imposible así que decidimos dar media vuelta y volver a la playa de Cap Blanc (la del cuchillo) a ver como estaba allí.
Llegamos a Cap Blanc y había medio metrillo pero no me metí: me dedique a echarle fotos a las focas hasta que descubrimos que las rocas estaban llenas de percebes y mejillones gigantes. Nos pusimos manos a la obra y al cabo de un ratito apareció el militar que nos ayudo el día del cuchillo y nos trajo una espátula y se puso a mariscar con nosotros. Tras dos bolsas llenas nos vamos al faro a tomar el te con el militar. Allí le enseñamos a cocinar los percebes y los mejillones puesto que no tenia ni pajolera idea de que eso se comía: se quedo sorprendido. Pasamos una grata tarde con el hablando de todo incluso de la religión. Al final nos dejo subir a lo alto del faro y nos dijo que la próxima vez el nos llevaría a la Gouira por los carriles sin necesidad de pasar por las dunas. Lo tenemos pendiente.
MAURITANIA
Al día siguiente ponemos rumbo a Nouakchot, capital de Mauritania. Era fiesta y todo estaba cerrado y no teníamos ni medio litro de agua pero decidimos poner rumbo al sur y comprar en la gasolinera. Así emprendemos el camino a través del desierto de dunas. Solo hay manadas de camellos y casas-campamentos con algunas jaimas y casetas con techo de uralita. Al cabo de un rato y ya al borde de la deshidratación, paramos en una de ellas. Cuando nos asomamos tenían los notas en la chabola hasta una nevera ¿Será un espejismo? No, lo que era una clavada, dos euros la botella. Bueno pues ponme una y 2 coca colas y que sea lo que Diós quiera hasta la capital.
Más adelante paramos en una gasolinera y mientras esperamos aparece una pick up con un camello en el maletero. El conductor se baja fumando coge el surtidor con la mano con la que no fuma y se pone a echar gasolina sin apagar el coche por supuesto. Y a nosotros no nos dejan ni hablar por el móvil. Y debió de ser normal porque nadie le dijo nada. A mi personalmente me gustó.
Tras 5 horas de flipar por el desierto llegamos a la capital, que comparado con el resto parecía casi normal. Eso si todo el mundo conduce con la luz larga puesta. Hicimos noche allí sin mucho que destacar y al día siguiente proseguimos nuestro viaje rumbo a Senegal.
Desde la capital hacia el sur a Senegal el paisaje empieza a cambiar. Los árboles van apareciendo en la arena y la población se va oscureciendo. Se empieza a notar un cambio. Cerca del río Senegal esta la única tierra fértil que hemos visto al cruzar Mauritania de norte a sur.
Por si no lo sabéis en Senegal ponen problemas a los vehículos que no tienen el cpd, que es una mierda de seguro del Race; en realidad solo en la ultra corrupta frontera de Rosso. El plan era cruzar la frontera por Diema a unos 100 km dirección a la costa, ya que no había que coger ferry y parecía menos corrupta. Pero cuando nos acercamos a Rosso y preguntamos por el camino a Diema no nos podíamos creer el camino que nos indicaban. Como siempre llegamos tarde casi a las 18:00. El permiso para el coche caducaba al día siguiente y encima un militar nos dijo que Diema estaba a varias horas y que no llegaríamos antes de que cerraran (mentira cochina esta abierta 24 h), y que por allí no había donde dormir. Al final nos dejamos embaucar y pagando unos 100E entre 4. Pasamos la frontera Mauritana sin que nos miraran ni pidieran nada; cruzamos el rió Senegal y al llegar del tirón el milico nos saca del recinto de la aduana y nos deja fuera ya del recinto de aduana y se va con nuestros pasaportes. Y encima nos dice “no habléis con nadie”. Y mientras nosotros preguntándonos volverá o tendremos que ir a la embajada indocumentados. Una vez mas salimos adelante y ponemos rumbo a St Louis.
SENEGAL
De camino veríamos nuestro primer episodio del National Geographic cuando un grupo de buitres gigantes invade la carretera para devorar algún animal atropellado. Llegando a St Louis nos vamos percatando de que aquí todo es diferente: los coches, la gente, las costumbres… Aquí también son musulmanes pero mucho más relajaditos. Las negritas no van tapadas y se ponen hasta sus tirantitas. Pasamos por una tienda cualquiera y… Dios mío ¿que es eso? Alcohol!! Esa misma noche habría que cogerse una tranca. Nos alquilamos una habitación en la parte de St Louis que está en el mar. Esa misma noche iríamos de discoteca, y cual sería mi sorpresa cuando vamos a una disco que es el parque de bomberos. Pero no queda ahí: los porteros dentro y fuera de la disco son bomberos, vestidos de bomberos (¿quizás para cobrar?). Por supuesto esta el omnipresente turismo sexual.
De camino veríamos nuestro primer episodio del National Geographic cuando un grupo de buitres gigantes invade la carretera para devorar algún animal atropellado. Llegando a St Louis nos vamos percatando de que aquí todo es diferente: los coches, la gente, las costumbres… Aquí también son musulmanes pero mucho más relajaditos. Las negritas no van tapadas y se ponen hasta sus tirantitas. Pasamos por una tienda cualquiera y… Dios mío ¿que es eso? Alcohol!! Esa misma noche habría que cogerse una tranca. Nos alquilamos una habitación en la parte de St Louis que está en el mar. Esa misma noche iríamos de discoteca, y cual sería mi sorpresa cuando vamos a una disco que es el parque de bomberos. Pero no queda ahí: los porteros dentro y fuera de la disco son bomberos, vestidos de bomberos (¿quizás para cobrar?). Por supuesto esta el omnipresente turismo sexual.
Pasamos varios días en St Louis, ciudad con una arquitectura colonial preciosa. Parecía no… era otro mundo. Esta zona estaba muy venteada así que ni nos metimos al agua.
Pusimos rumbo a Dakar, de camino encontramos varios controles de policía. El primero me dice que me pare en el último momento así que casi no puedo poner el intermitente. Afirma que tengo que pagar una multa por el intermitente; le decimos que somos estudiantes y que no tenemos dinero…a lo que nos responde como que no tenéis dinero si bebéis coca cola (por una lata en el salpicadero). Al final conseguimos pagar menos… pero pagar pagamos. Fuimos pasando otros controles donde los policías nos decían ¿me lleváis a España con vosotros?
La tarde iba cayendo así que pensamos en que seria una locura entrar en Dakar, así que nos dirigimos mejor a un pueblo pesquero situado 80km al sur de Dakar llamado Popenguine (los alemanes grifotas nos habían hablado de él). El pueblo de Popenguine era increíble casas de pescadores y villorrios de franchutes todo en primera línea de playa. Allí preguntándole si se podía acampar conocimos a Yussuf. Senegalés, propietario de una casa espectacular que se había hecho con sus propias manos. Nos invito a cenar, a fumar y a dormir en su casa. Al día siguiente disfrutamos del acontecimiento que suponía la pesca en el pueblo. Diez hombres remaban en una barca del tebeo mar adentro, soltaban la red como a un kilómetro y se venían soltando cuerdas. Una vez en tierra firme medio pueblo cogía una cuerda y el otro medio la otra. Y así a base de tirones hasta sacar la red petada de pescao (con su técnica claro). Una vez en la orilla ancianas, niños y pájaros recogían a los peces que intentaban escapar. En Popenguine hice una excursión infructuosa en busca de olas. A la tarde pusimos rumbo a Dakar.
DAKAR
La entrada a Dakar como imaginábamos era una locura: kilómetros de cola con miles de vendedores a ambos lados de la carretera; había más que coches. Empezar a conocer como movernos fue un poco locura. Encima llegamos en plena cumbre de lo que seria el G-8 africano y estaba todo cortado por soldados con ametralladoras. Solo se podía circular por los barrios pobres, pero de carreteras nada. Encima íbamos buscando un camping así que agüita. Paramos cerca de la única tienda de surf que conoceríamos allí, la de Le Virage y allí un viejo francés nos dijo que tenía un amigo con camping.
La entrada a Dakar como imaginábamos era una locura: kilómetros de cola con miles de vendedores a ambos lados de la carretera; había más que coches. Empezar a conocer como movernos fue un poco locura. Encima llegamos en plena cumbre de lo que seria el G-8 africano y estaba todo cortado por soldados con ametralladoras. Solo se podía circular por los barrios pobres, pero de carreteras nada. Encima íbamos buscando un camping así que agüita. Paramos cerca de la única tienda de surf que conoceríamos allí, la de Le Virage y allí un viejo francés nos dijo que tenía un amigo con camping.
El camping resulto ser un restaurante de lujo con playa privada. El dueño accedió a dejarnos acampar por un precio aceptable y allí nos quedamos casi una semana. Pero no sabía a los gitanos que había acogido y, días más tarde, nos dijo que vendrían camiones a limpiar aquello…
Los 2 primeros días no podíamos surfear en la isla de N’gor porque los barcos militares te echaban del agua y era imposible llegar a la costa oeste de la península con la cumbre. Así que disfrutamos de las olas en Le Virage y de la playa de N’gor Village. Allí flipamos con la pobreza, con como los niños se cuidaban a ellos mismos, con como se podía ser feliz jugando con la basura (haciendo barquitos con corchos, palos y bolsas) y con como se aprende a hacer surf con un bugui roñoso compartido por 6 o 7 niños. Allí más que nunca nos dimos cuenta de lo que tenemos.
Al día siguiente era el último día de la cumbre y ese día fuimos en barco a la isla. Ni que decir tiene que la isla es un paraíso de palmeritas y agua cristalina. Después de un tiempo sin buen surf imaginaros mi sorpresa cuando me fui a la costa oeste de la isla y había series perfectas de 1.5m en un mar azul y 7 personas en el agua. A la tarde el baño se redujo a 5 personas donde el único no local era yo. Fue un día inolvidable.
Son increíbles los contrastes entre ricos y pobres de Dakar. Hay un Beverly Hills en cada esquina con su correspondiente barrio miserable al lado, separados por metros. Igual te encuentras supermercados de película con carne envasada en Europa a precio de oro (para ricos europeos) que mercados de pescado baratísimo sobre un descampado. Había una panadería que ni en España, con 10 negritos currando para despachar pan y uno para abrirte la puerta (claro a 50€ el sueldo). Y por supuestos sus correspondientes hordas de niños mendigo.
Antes de irnos del camping tuvimos que ir a la oficina de aduanas a ampliar el passavant del coche para otros 15 días. Menuda locura el centro de Dakar para ir en tu coche: éramos carnaza. Primero: encontrar aparcamiento. Segundo: sales del coche y defenderte a lo William Wallace de la primera oleada de vendedores. Como podéis imaginar con la baca peta de cosas uno se tiene que quedar en la furgo mientras los otros van a la aduana. Tras dejar los papeles en la aduana había que esperar tres horas para que nos los devolvieran. Tres horas en el coche. Si digo que había un círculo con varias líneas de vendedores alrededor de la furgoneta, no estoy exagerando. Tras un rato nos metemos en un bar desde el que vemos la furgo y saliendo de vez en cuando. Al final de la tarde ya tras la última oleada y con passavant en mano meto primera hasta los cojones y me llevo un pivote y un bonito recuerdo para la furgo jejeje.
Rumbo sur a Toubab Dialaw: se rumorea acerca de una izquierda larguísima y orilleras potentes y allá vamos. No se ni como, casi a la primera llegamos a una playa donde parece puede entrar una larga izquierda. Decidimos que es allí y allí acampamos con la furgo en medio de una playa al lado de unas salinas. Pasamos 4 días en la mas absoluta tranquilidad, surfeando en solitario (mi colega seguía medio paralítico de la caída del barco en Cap Blanc) la sección de la orilla sin atreverme a llegar a la larga izquierda que estaba lejos de la costa y con un reguero de piedras en medio. Y con el agua mas turbia que… hubo tiempo para pescar, patear kilómetros de playa, leer y surfear.
De ahí seguimos rumbo un poquito mas al Sur y llegamos a la reserva de Bandia, una reserva de animales gigantesca donde los animales campan a sus anchas. No es como la del Castillo de las guardas. Viene un guía contigo pero no hay un recorrido prefijado, puedes tardar lo que quieras y bajarte del coche cuando quieras. Lo flipamos pasando justo al lado de rinos, monos, jirafas, cocodrilos… Qué grande los bosquecillos de baobabs!.
Un nuevo swell se acerca por el horizonte a la vez que nuestro dinero empieza a agonizar; ponemos rumbo a Dakar de nuevo para pillar el ultimo swell. El camping lo tenemos vetado así que hay que buscar otra opción económica. Encontramos un hotel en el pueblo de Ouackam, donde el encargado es un chaval francés de puta madre. Allí se quedan Guille y la francesa; Carmen y yo a la furgo (pero duchándonos allí). Ahora vendrán las mejores olas que pillamos en Senegal.
Baños en Secret y Le Vivier: todo fondo de roca con olas entre un metro y casi dos, offshore sol y varios días por delante. Guille tuvo que irse un día de excursión a la isla de Goree para no morir de sufrimiento ante la vista de las olas.
Como colofón pille un día pequeño y perfecto en Ouackam (calidad Indonesia) para mi solo. Ouackam es una playa con un poblado de pescadores y la orilla esta llena de cabezas cortadas de peces enormes, entre ellos mantas rayas, tiburones, peces martillo…Yo me decía “eso lo pescan mar adentro, no pasa nada”, y encima nadie en el agua. Pero estaba cayendo un metrin tubero y glassy solo para mí. Me metí esta vez si del tirón, eso sí mirando hasta mi sombra. Y ya estando en el pico empiezo a ver movimiento, burbujas y paranoias… me cago en la puta! era un buzo pescando! Ya me tranquilicé porque había varios y estaban más adentro así que me dije: “se comen primero a los buzos”. El agua cristalina y los peñascos a flor de piel. Para mi fue de los mejores baños del viaje y eso que no estaba muy grande… pero esa sensación de estar ahí solo con una ola perfecta y un poco de canguelo fue inigualable. Tras ver esta sesión Guille desde la orilla no pudo aguantarse mas y se metió conmigo en la sesión de la tarde jugándose su espaldita.
EL REGRESO
Nos despedimos de Dakar con una buena barbacoa de pescado en el jardín del francés del hotel. Y al día siguiente ponemos rumbo norte con dirección “vuelta a la realidad”. Nos esperan 5 días de camino y 3.700km que recorrer para volver a casa con una mano delante y otra detrás. Con solo 200€ de gasolina me planto en Sevilla. El regreso lo hacemos por Diema y descubrimos que la frontera esta abierta 24 horas y que sale mucho mas barato. Eso si hay que hacer 100km de pista.
Como conclusión diré que este ha sido un viaje diferente, para mí más intenso que otros. Hemos alucinado con la hospitalidad de todas estas gentes y como disfrutan de la vida a pesar de las miserias. También hemos encontrado aprovechados pero no es eso precisamente lo que me ha marcado. Hemos disfrutado perdidos como enanos.
Me encantaría agradecer la compañía de mis compañeros de viaje Carmen y Guille y a todas las buenas personas que nos han ayudado ha que este viaje sea como ha sido."
Carlos Luna
Carlos Luna
25 comentarios:
xapó el relato carlitos y mejor aún el viaje y el compartirlo con
todos akellos ke concebimos el surf de esta manera tan real,auténtica y alternativa al surf de masas...
Probablemente este es uno de los mejores artículos de surf que he leído en la red en tiempo. Muy bueno.
Lo que no entiendo es como no han intentado venderlo a alguna revista … y de regalo el DVD.
Saludos
swell
Probablemente este es uno de los mejores artículos de surf que he leído en la red en tiempo. Muy bueno.
Lo que no entiendo es como no han intentado venderlo a alguna revista … y de regalo el DVD.
Saludos
swell
Juerrrrrrr!!
Me habia mandado el video, pero no el relato!!!
Muy bueno el viajecito...
Pero hay que tener tiempo para hacer un viaje así.. un par de meses?
Aún así, ha sido una verdadera historia!!
Aupa Surfari30!!!!
Un saludo Niegà y si ves a Carlos... otro!
Fantástico, y con unos huevos!
Joder me alegro muchisimo de que os gustara la historia. La verdad es que con lo dejado que soy la tenia a medio terminar. Gracias a un empujoncito de Niega pues termine.
Enorabuena a Niega por este pedazo de blog.
Vayas ganas de volver....
Grande muy grande el viaje , buenisimo reportaje , pena de mas fotos .
Felicidades por este gran blog . Un saludo .
Galiza free surf !!!
carlos. Mi nombre es Pepe Hevia de Asturias. No se cómo ni donde conseguir tu email. Me podrías escribir a pphevia1@yahoo.es
Gracias
¡Buen viaje! Ya lo creo... gracias por compartirlo.
Un viaje fantástico. Espero que Africa no cambie y algún dia pueda realizar algo parecido.
Pau
Que gozada... es un relato acojonante... hay muchas cosas en ese viaje que todos necesitamos.
Gracias.
Carlitos, soy herman, ya sabes... Me ha sorprendido mucho tu relato, gratamente. Supongo que me ayuda a conocerte mejor, porque esta distancia que nos acompaña desde hace ya tantos años no ayuda mucho. Gracias por querer compartirlo conmigo.
hay mmuchisimas fotos. De hecho hice el relato con fotos al lado, al mismo tiempo que ocurrian las cosas. Pero ocupaba mucho el relato para poder mandarlas por mail y las tuve que borrar.
Gracias a todoss
mi mail es surfari30@hotmail.com pepe, ibee ahi si quieres preguntar algo o lo que sea
Gran relato...
Gran video...
E increibles vivencias...
Me ha encantado...
Con permiso del Niega lo he leido y visto con un vinito pero ha sido de lo mejor que veo y leo hace tiempo.
Me deja con muchas sensaciones en el cuerpo y sobre todo con una envidia sana tremenda y eso que acabo de volver de Bali...
Gracias Carlos y Niega...
Saludos
Este relato demuestra que la aventura no está tan lejos como parece.
Me ha encantado.
Un saludo,
Mantines viva la esencia del surf!! sigue así hermano e invitate a un par de cervecitas en la Lameda mano!! que hay crisis y así nos vemos antes de que Villy se pire pa EEUU.
Un saludo
Enhorabuena por la experiencia y gracias por compartirla, me has echo plantearme cosas en esta vida.
Fdo: Un gallego que ama el atlantico.
enhorabuena!
un gran viaje.
unos grandes viajeros.
gracias a carlos por compartir la experiencia y a niega por difundirla.
Me ha encantado vuestro viaje y tu manera de relatarlo y por si eso fuera poco lo acompañas con un video de puta madre. Excelente surfari.
k pasada!la tabla era siempre la misma k medidas era?felicitarte por vivir una experiencia de este calibre men!ojala algun dia pueda tenerla yo tamb ,gracias por compartir tu report del surfari con todos los que estamos d local esperando una buena previ y hacer k por mas d una hora con tu relato y vídeo desconecte de la curda realidad k es el maldito plato k siempre nos acecha un saludo y atope!
Yo no soy surfista, soy skimmer; pero vuestra manera de concebir el surf y la vida, es admirable.
Por cosas como las que cuentas llevo la bandera de Senegal en la suela de mi tabla.
Para la próxima, cuidado con las minas! A veces, no vale la pena.
SUERTE Y A VIVIR. Gracias por imágenes y palabras.
Shein.
enohrabuena por ese viaje y ánimo para hacer mas coomo ese. a mi novia y a mi nos ha molado un huevo y nos gustaria hacer algo parecido aunque no creo que lleguemos tan lejos, pero no se si será aconsejable hacerlo los dos solos
Buaah esto es oro! Gracias Carlos.
Vaya viaje, muchas gracias por compartir!!
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