jueves, 9 de octubre de 2008

bahasa indonesia: "j" (en directo desde Bali)

“J” como en "jelek" (feo). Ejemplo: “Bali makin jelek” (Bali se está afeando).

Recién acabé de leer “A short History of Bali” de Robert Pringle, un libro que en unas 250 páginas explica por encima el transcurrir de esta isla desde la prehistoria hasta después de los ataques terroristas de Kuta del 2002. Recomiendo su lectura para todos aquellos que quieran ir un poco más allá de las breves y suscintas explicaciones sobre política, religión, sociedad, cultura y demás que los Lonely Planet o Rough Guide de turno nos brindan... pero sin querer entrar en el terreno de los historicistas y demás analisis socio políticos. Está bien escrito, utiliza un lenguaje sencillo y ayuda a entender muchas cosas para el que tenga algo de curiosidad. En uno de los capítulos finales, el autor se hace eco de un aspecto que a la larga puede llegar a destruir la gallina de los huevos de oro de Bali: el turismo. Y el peligro que se ciñe sobre el turismo en Bali es que la isla está perdiendo su atractivo físico, se está afeando. “Bali makin jelek” ponía en una pancarta -según Robert Pringle- en un pueblo de las cercanías de Ubud no hace mucho. El hombre es el enemigo del hombre (homo homini lupus) que dijo el filósofo, y es cierto que muy poco queda de aquél Bali que enamoró a intelectuales y artistas en la época de entreguerras, o a los hippies y surfistas en los años 60-70. Nada excepto las olas; pero estas también irán desapareciendo (muerte progresiva de los corales debido a la pesca con explosivos, la contaminación, los productos químicos de las cremas solares y el calentamiento global del agua del mar) así como el acceso a las mismas fruto del desarrollo immobiliario abrumador. La culpa es obviamente nuestra, de los turistas. Y en el caso de Bali los surfistas tenemos mucho de qué responder, pues fuimos el primer turismo de masa que llegó a Kuta y alrededores acudiendo a la llamada -¡y qué llamada!- de olas largas y perfectas junto a puestas de sol de quitar el hipo. Hoy en día Kuta se parece más a Honolulu que al pueblo pesquero de una isla del Océano Índico que fue a mediados del siglo pasado. No solo todas las marcas de surf tienen su flagship store, si no que incluso ya tienen outlets. KFC, Dunkin Donuts, McDonald's o Starbucks hace tiempo que les ganaron la partida a lo pequeños vendedores ambulantes de nasi o mie goreng (donde, por cierto, se alimentan a diario los centenares de trabajadores de las franquicias antes nombradas) y surfear en Kuta tiene tanto de aventura como hacerlo en Zarautz un Domingo de Agosto... o menos. Eso sí, si pillas un Kuta reef perfecto de 1’5m. con menos de treinta personas en el agua sal y cómprate un boleto en el primer pueso de lotería que encuentres, pues Kuta Reef sigue siendo una de las mejores y más completas olas de Bali con ese tamaño.



Y sin embargo Bali es mucho Bali. Escribo estas lineas tumbado en el homestay de Tuban al que hemos llegado hace unas horas. Hemos pasado los últimos cinco días surfeando en un pueblo donde rompe una ola que todavía no sale en las guías ni en wannasurf.com. Y esperemos que por muchos años, aunque desaprensivos los hay en todas partes. Una derecha larga y divertida, con dos secciones definidas y –excepto un día- con menos de 10 personas en el agua. Una ola que palidece de envidia al lado de las cavernas de PadangPadang o de Racetracks a marea baja. Una ola que no soportaría la comparación con un Kuta Reef de 1’5m, con el tubo de Bingin o con la adrenalina de Belangan o Keramas. Y sin embargo una ola que –de momento- les da muchas vueltas a todas estas por el simple hecho de que es –todavía- poco frecuentada y se puede surfear en paz.


Esta es la tercera vez que visito Bali pero es como si fuera la primera. Mi bautismo en el Índico fue hace más de 10 años y recuerdo que todavía había tenderetes de fruta cerca de Poppies Lane; las semanas que pasé en Bali antes de ir hacia Lombok y Sumbawa trascurrieron casi integramente en las derechas largas de Nusa Dua (era durante la época de lluvias) y excepto un par de días esquivando falsos pintores y artistas en Ubud, poco más visité. La segunda vez –hace apenas tres años- Bali fue estación de enlace para un viaje a una maravillosa islita más allá de Sumbawa. Una preciosa isla a la que no se si algún regresaré, pues el recuerdo que me dejó fue tan agradable que no quisiera malograrlo con una segunda visita. Antes y después tuve algunas sesiones en Bali, pero no tuve tiempo –ni moral- para averiguar si quedaba algo en la isla de los dioses que pudiera interesarme. Mi estancia fue pragmática, desprovista de todo romanticismo y los buenos recuerdos que guardo son fruto del grupo de amigos con los que estuve. Esta tercera visita es cuando por primera vez estoy haciendo el esfuerzo para encontrar algo- en ese pedazo volcánico rodeado de Índico- que me fascine; algo que me haga regresar para otra cosa que no sea saltar a otra isla. Y creo haberlo encontrado. Y creo que como este hay muchos más lugares en Bali – por supuesto alejados del carnaval permanente en que se ha convertido Kuta y toda la Bukhit- donde uno puede dormir plácidamente hasta el amanecer acunado por los geckos, para después de un buen desayuno andar hasta esa derecha y esperar que se vaya poniendo bien con la marea. Y al salir del agua, dos o tres horas después, pedirle a un campesino un coco y beberse el agua del mismo a la sombra del árbol.

Sí, Bali se está afeando... pero no todo Bali.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno...

Parece que te lo estas pasando bien, no? Me alegro. Que viajar consiste en sorprenderse y disfrutar, con todo lo que conlleva.

Yo solo espero encontrarm algún día en Balí.

Un saludo y sigue ahí... tumbao!

Anónimo dijo...

Salgo para Bali el 5 de Noviembre...

Y no sabes como me gustan tus narraciones desde allí...
Se me quedan un poco cortas y te machacaría a preguntas, pero... se agradecen...

Es mi primera visita y espero mucho de ella, la verdad...

Disfruta lo que te queda por alli!!

P.D. Igual alguna pista de ese descubrimiento con 10 personas en el agua me puedes dar, no ?? ja ja ja

Un saludo...

Anónimo dijo...

Como dices... Bali es mucho Bali...
A mi personalmente es el sitio que mas me ha marcado. He estado dos veces y seguro que volveré.
Hay sitios que han sucumbido y han perdido su esencia pero la isla tiene mil recovecos y otras tantas caras... dale la vuelta o simplemente cambia de valle y te sorprenderá... Piérdete, conecta con la gente… y ya estas enganchado.

Disfruta Niega!!

Txals dijo...

Magnífic article. Vaig estar a Bali fa 3 anys i les fotos que vas penjar de Dreamland les vaig trobar terrorífiques. Espero que se n'adonin de l'aberració que es comet.

Salut,