¿Cuántos somos?

Hace unos meses leí en la Surfing americana un excelente reportaje llamado “The new localism”, y que podéis leer en su totalidad AQUÍ. Para los que no tengáis tiempo –o simplemente la lengua de la pérfida Albión no sea lo vuestro- a grandes rasgos dice lo siguiente:

a) hay cada vez más surfistas mayores -y de poder adquisitivo alto- con hambre de ser los propietarios de una ola, y para ello no dudan en construir/comprar casas cerca de ciertas olas (especialmente el Norte de Baja California y en Centro América) privatizando zonas enteras de la costa con urbanizaciones. Con ello están impidiendo –de facto- el acceso a los points por parte de los surfistas no residentes… además de los problemas que conlleva urbanizar una zona salvaje (contaminación, etc...), pues donde hay una demanda de ese tipo de viviendas rápidamente surgen los promotores immobiliarios sin escrúpulos.

b) Surfrider Foundation, la única organización de defensa de los surfistas no es más que un bebé en pañales al lado de otras muchas asociaciones de derechos civiles con las que co-existe. Y no digamos ya su falta de recursos al lado de los grupos constructores, inmobiliarios y demás a los que se enfrenta en muchas ocasiones.

c) la defensa de algunas olas pasa por conocer su valor económico y poder mostrarlo ante las administraciones y demás grupos de interés. En el caso de playas muy concurridas y urbanas o semi-urbanas este valor económico puede ser tan o más importante que su valor medio-ambiental, sobretodo en núcleos urbanos pequeños.

d) acuña el concepto del “nuevo localismo”: no se trata de echar a gente del agua o de mantener una ola en secreto, si no de cuidar su entorno y sobretodo, de ser pro-activo a la hora defenderla o de averiguar si hay algún proyecto que puede afectarla.

En un momento dado el artículo razona que es difícil saber el poder que podríamos tener como colectivo pues, aunque todo el mundo se lo ha planteado, en realidad nadie sabe cuántos surfistas hay en el mundo. ¿Cuántos somos?

Fernando Aguerre (ex - propietario de Reef y pre-jubilado de lujo argentino residente en California) en su legítima –pero a la que me opongo frontalmente- campaña para convertir el surf en deporte olímpico a través de la I.S.A., saca unos números de los que nadie puede dar fe.

(Antes de continuar reconozco que quizá no soy objetivo: no solamente creo que una de las peores cosas que le puede pasar al surf es que algún día se convierta en deporte olímpico, si no que me opongo totalmente a que la I.S.A. se autodenomine –y cito- “surfing world’s governing authority”. Es decir algo así como “la autoridad del mundo del surf”. Creo que es una afirmación muy engreída pues obvia a los miles y miles de surfistas para los cuales el surf es mucho más que la competición; o que simplemente la vemos como algo ajena a nuestro surf.)

Según la I.S.A. (o Fernando Aguerre, que es lo mismo) hay en le mundo más de 25 millones de surfistas. Sinceramente creo que, aunque incluyamos a todas las personas que han surfeado aunque sólo sea una vez en su vida, no llegaríamos a los 25 millones... aunque reconozco que algún domingo en Zarautz o Gros sí me lo ha parecido.

Curiosamente la SIMA (Surf Industry Manufacturers Association) cree que en los USA hay unos dos millones de surfistas; en caso de ser cierto los 25 millones en todo el mundo de Aguerre son todavía menos probables. Pero también es curioso que esta es una cifra totalmente aleatoria, pues nunca nadie ha realizado une estudio al respecto. Ni la propia SIMA ni la I.S.A..

Así pues ahí la tenemos: una de las grandes -¿la última?- incógnitas del surf. Quizá mejor así; a muchos nos gusta la noción romántica de tener como pasión un actividad (que no únicamente deporte) verdaderamente minoritaria.