Los Mares Del Sur

Al igual que Stuart Pedrell en la novela de Vázquez Montalbán que da nombre a esta entrada, tengo una obsesión: Los Mares Del Sur. Una obsesión que se acentúa durante el campeonato de Teahupoo. No sé si son los colores, el agua transparente, la perfección de las olas (aunque en Teahupoo no me busquéis), la ausencia de malaria y otros bichitos nocivos… en fin, es una asignatura pendiente. Y es tan fuerte mi obsesión que (a veces) creo que estaría dispuesto a canjear todos los viajes que he realizado por este, simplemente para aplacar mi ansia. Así pues no descarto algún día armarme de valor -ingrediente principal para una aventura así-, e ir a recorrer las islas de la polinesia francesa a bordo del Aranui III (barco mixto de carga y pasajeros que navega por varios archipiélagos). O, en función del tiempo disponible, simplemente llevar un papel con los horarios de los diferentes ferries y barcos mixtos carga/pasajeros en el bolsillo e ir trotando al ritmo de mi antojo. Lo sé: la opción más romántica es el velero, pero implica un cambio de estilo de vida para el cual no dispongo de medios ni tiempo… y cuando veo el tiempo que pasa Liz Clark en el dique seco de Papeete reparando su Swell, pienso que prefiero que la embarcación sea de otro y que se encargue él de su mantenimiento.

Así que mientras reúno ese valor que no tengo, me conformaré con pasar algunas semanas cada invierno en Canarias; con saciar mi sed de trópico y coral realizando algún viaje a Indo y con alimentar mi lujuria admirando las photos de Bernard Testemale. Como estas dos que he encontrado en el especial surf de la revista Beachbrother.

(Clickad encima de las fotos para flipar un rato)

Y si alguien está interesado en uno de los mejores libros -que no revistas- sobre el surf en la Polinesia Francesa, que busque en e-bay un ejemplar de Surfing the Chain Of Fire. Está editado por la revista Surfing World, e incluye textos de Terry Fitzgerald y fotos de Bruce Channon y Hugh McLeod. Son 124 páginas a todo color, tapa dura y surf muy ochentero (fue publicado en 1986). He aquí una parte de la portada (no me cabía toda en el scanner).