jueves, 2 de agosto de 2007

Angola mutilada

Es la época de las vacaciones para muchos de nosotros. Para algunos significa poder aprovechar las playas de “casa”, para otros carretera y manta, y para un grupo cada vez más numeroso, billete de avión y orillas lejanas.

De estos últimos, la gran mayoría optará por un pack todo incluido tipo “boat trip” a las Mentas o a las Maldivas. Otros optarán por ir a destinos más o menos seguros desde el punto de las condiciones: Bali, Australia, Costa Rica. Pero por suerte quedan unos cuantos que se van a destinos sobre los cuales hay poca, o muy poca, información sobre las condiciones de surf que van a tener.

Y curiosamente, muchas veces cuando llegamos a uno de estos últimos destinos nos encontramos que hay alguien ahí que ya surfea, que vive ahí y que su rutina diaria para ir a surfear es 10.000 veces más compleja que la que nosotros nos podemos imaginar. Este pequeño escrito, y las fotos que le acompañan, van dedicadas a todas estas personas que viven una existencia del surf mucho más pura, que habitan en lugares donde el surf es algo desconocido y mucho más salvaje. Costas donde uno se alegra al toparse con otro surfista y compartir baño, donde las existencias de parafa se agotan y hay que ahorrarla porque hasta que no venga un amigo o pariente desde la civilización, no va a haber más.

No he estado en Angola. Pero he conocido a tres surfistas que han estado trabajando y surfeando ahí. A continuación transcribo un pequeño texto que ya publiqué en su día en
Surfbcn.com adornado, esta vez, con fotos que uno de estos surfistas me mandó hace ya tiempo.


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Cada loco con su tema
Abril del 2001. Estoy en Durban (Sudáfrica) con Christophe y Jota, dos surfistas europeos (francés y portugués respectivamente) que llevan años viviendo, y surfeando en uno de los países más peligrosos de África y del mundo: Angola.
Para los que no lo sepan, Angola está en plena guerra civil desde hace más de 15 años. Sólo algunas ciudades, entre ellas la capital Luanda, viven en una situación relativamente pacífica. En Luanda reside un grupito de surfistas, casi todos extranjeros que están allí por razones profesionales, y que aprovechan los fines de semana para ir a surfear alguno de los points de izquierdas que se encuentran dentro del perímetro de (relativa) seguridad de 200 kms. alrededor de la capital. Uno de esos fines de semana fueron atacados en la playa por desertores del ejército, que incluso les dispararon a una de las tablas. Al final no pasó nada, pero el susto que se llevaron fue más que importante. De todas formas, el fin de semana siguiente ya volvían a irse a la playa como si nada.
Pues bien, desde que Christophe y Jota me han encontrado que no paran de preguntarme por los tiburones: si hay o no, en qué playas hay redes, si puede haber ataques en playas protegidas con redes, etc. Unos de los últimos días de su estancia en Durban nos pegamos un baño en condiciones bastante marginales: día gris, mar plomizo, olas pequeñas y tocadas por el viento, casi nadie en el agua, el sol ya muy bajo... En fin, que sólo falta la banda sonora de la peli "Tiburón" para completar la escena. De pronto vemos una aleta a unos 20 metros de nosotros. Antes de que Christophe y yo hayamos podido decir "delfines", Jota ya ha salido disparado hacia la orilla. Un simple delfín le ha asustado más que los disparos de unos bandidos.

Niegà

(Las siguientes fotos son cortesía de Javi, un amigo gallego –ahora residente en Fuerteventura- que compartió muchos baños con Christophe y Jota durante un largo año en Angola. Podéis… no, DEBÉIS hacer clic encima para verlas más grandes).

(Esto es lo que yo llamo GLASSY.)

(Chicama africano y hueco.)


(Yo también estaría así de contento si al llegar a la playa me encontrase con esto y sin gente. ¡¡Y eso que soy regular!!)


(¡A qué está esperando el fotógrafo para meterse en el agua!)


(Sin comentarios. Belleza angolana.)

(Sí, son los agujeros de dos balas.)

Felices vacaciones a todos los que las tengáis. Los que os quedáis a hacerme compañía (virtual), nos seguimos viendo por aquí.

P.S.: “Angola mutilada” es el titulo de una canción de Donando, y se convirtió en una especie de himno de Josean, un madrileño con el que coincidí en Sudáfrica, compañero de muchas juergas nocturnas en Jozie y Maputo, y que luego estuvo en Angola antes de irse a Argentina. Josean, vuelve ya. Las juergas ya no son lo mismo sin tí!!!

2 comentarios:

Marc dijo...

Bueno, rescatant articles podries continuar amb la saga oldies but goldies! jo no tinc vacances fins l'octubre així que ens farem companyia, estic valorant la possibilitat de pujar demà a veure l'estrena de THE THREAD...

salut i força al canut!!

Anónimo dijo...

gracias por ampliar nuestro horizonte en busca de la ola perfecta. A los que no podemos viajar tanto nos queda soñar con esos sitios.

salu2