viernes, 23 de mayo de 2025

Florence y los SEALs de la Armada U.S.A.

En el panorama actual de la industria del surf coexisten:  

…las grandes marcas clásicas: Quik, Billabong, Rip Curl, Vans, Volcom, Hurley, etc., todas ya compradas o absorbidas por empresas ajenas al mundo del surf; 
 
…las marcas creadas (o compradas) por exdirectivos de las big three: Vissla de Paul Naudé (ex de Billabong), Oxbow de Emmanuel Debrueres y Jean-Christophe Chetail (ex de Dakine y Billabong), Needessentials de Ryan Scanlon (ex de Quik)… que buscan volver a los orígenes de marcas de surf de los años 80/90, cuando eran más pequeñas y se involucraban más en la comunidad core;
 
…y marcas más personales nacidas de la mano de surfistas profesionales retirados: Outerknown de Kelly Slater, Former de Dane Reynolds y Craig Anderson, Rivvia Projects de Julian Wilson…, surfistas que han podido crear estos proyectos gracias a la pasta que han cobrado durante años de las marcas que les patrocinaron y con las que compiten a día de hoy. 
 
En este último grupo, el de las marcas creadas por surfistas que han hecho fortuna gracias a sus expatrocinadores, está Florence, proyecto de JJ Florence y sus hermanos. He aquí el último vídeo que han publicado sobre la organización a la que apoyan: la C4 Foundation, una asociación de apoyo a los Navy SEALs (fuerza de operaciones especiales de la armada norteamericana) y a sus familias. 




 

Desconozco si es la primera marca de surf que apoya directamente a las fuerzas armadas de su país o no. Venimos de años de mucho greenwashing en la surf industry (bañadores hechos con botellas de plástico recicladas, chanclas de neumáticos de coches, etc.), con algunas muy honrosas excepciones formado por ese puñado de marcas que desde el minuto 1 pusieron el medio ambiente y su salvaguardia como su prioridad. 

Quizá porque el discurso de la necesidad de proteger nuestro medioambiente es ya tan generalizado (aunque no por ello menos necesario) y no diferencia a las marcas entre sí, Florence (y quien sabe si alguna más) está optando por una estrategia de ámbito más social, otorgando descuentos a miembros de diferentes colectivos, a saber: socorristas, estudiantes, profesores, miembros de las fuerzas armadas, miembros de equipos de emergencias, y profesionales del sector sanitario.

Está claro que en los U.S.A. la fuerzas armadas gozan de un prestigio importante en la actualidad, mucho más que en algunos países de Europa, pero para una marca que se quiere global y en tiempos cuanto menos tensos en el occidente, la implicación de la misma con las fuerzas armadas de su propio país es una jugada arriesgada. 

O cuanto menos sorprendente.

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