La llegada de internet a nuestras vidas ha supuesto muchos cambios y, entre ellos el papel de los medios de comunicación. Quizá el mayor cambio es que el monopolio de los medios de comunicación se ha roto, y a día de hoy cualquiera de nosotros se puede convertir - de facto - en un medio: abres cuenta en blogspot o wordpress y… ya está!! La consecuencia más directa es la sobrepoblación de medios (blogs) de todo tipo, y el lector no sólo se encuentra abrumado por la cantidad de noticias, si no que la calidad media de las mismas es tan baja (los famosos refritos, las manipulaciones y las notas de prensa disfrazadas) que llega a ser desesperante.
Si trasladamos esta realidad al surf, nos encontramos que a todo esto se le suma un factor: en el mundo del surf no existe el periodismo de investigación como tal. O al menos no existía hasta la llegada de internet. La prensa de surf (en todo el mundo, y desde sus inicios de la mano de John Severson) se ha especializado en mantener el sueño vivo (keep the dream alive), y trasladar las emociones sentidas en el agua y la playa al papel. Su objetivo es puramente aspiracional y su objetivo hacernos soñar. En cierta manera no es muy diferente a las revistas de pornografía, donde no leemos sobre las adicciones de las starlettes, ni los abusos sexuales que tienen que sufrir para llegar a la fama, ni las dietas inhumanas a las que están sometidas para mantener su tipo. Esas revistas se han limitado a enseñarnos culos y tetas fantásticos (y con la llegada del photoshop el término “fantástico” ha cobrado toda su dimensión) y …en el próximo número más! Ídem pues con las revistas de surf: las olas siempre son tubulares, largas y perfectas; el viaje siempre vale la pena y los surfistas profesionales surfean como los ángeles y son la mar de simpáticos. Generaciones de plumas y lentes –desde LeRoy Grannis y Stoner pasando por los Naughton, Peterson, Parmenter, Grambeau, Sargeant, Callahan… sin olvidar nuestros Willy Uribe, Juan Fernández, Víctor González, Pacotwo o Sergio Villalba – nos han hecho soñar con cada viaje y con cada postal. Por que al fin y al cabo eso es lo que siempre les hemos pedido.
O no?
En realidad nosotros no les hemos pedido nunca nada. Hemos comprado las publicaciones donde salían sus fotos y textos y poco más. Y luego nos hemos abonado a aquellas webs y blogs que nos dan más de lo mismo, ya sea a nivel global o local. Pero está claro que en un mundo editorial que mueve –comparativamente- poco dinero, es más que conveniente para los medios (revistas, webs, blogs) que viven parcialmente de la publicidad (anuncios, banners o comisiones de ventas de surf shops o escuelas), ajustarse al patrón de las marcas que les patrocinan y no salirse del camino trazado. Y como resulta que estas también han querido que sigamos soñando (del “Surf is life, the rest is details” de Instinct otrora, al “Life is better in boardshorts” de Billabong actual), todos contentos.
Si eres hincha del Real Madrid no vas a perder el tiempo leyendo el Sport. Y si eres culé, únicamente mirarás el Marca después de una victoria del Barça en el Bernabeu. Y es que… para qué leer en lo que no crees? Los ejemplos son múltiples (El País vs el Mundo o la Razón por ejemplo) y se dan en todos los ámbitos editoriales. Pero y en el surf? Cual es la alternativa? Qué pasa si sospechas que no todos los viajes son perfectos, no todas las olas larguísimas, no todos los pros simpáticos y amables, no todas las leyendas tan legendarias como el paso del tiempo nos hace creer, ni todas las victorias en los campeonatos tan justas y merecidas? Qué pasa si en realidad crees que el surf es como el resto de nuestra vida: con sus cosas buenas y sus cosas malas; con más miserias que milagros dignos de contar?
En este caso pocas serán tus opciones querido lector surfista inquieto. El mundo del surf, en sentido amplio, está lleno de historias nunca contadas donde asoman la mezquindad humana como en cualquier otro aspecto de nuestras vidas. Por ejemplo hay muchas preguntas sin contestar:
-los desfases de Andy Irons con las drogas eran conocidos por toda la industria del surf; y eso incluye a sus patrocinadores. Su rol no debería haber ido más allá que comprobar que Andy siempre llevase las pegatas en todas sus tablas? No pudieron hacer nada antes de que fuese demasiado tarde? Qué necesidad había de mentir descaradamente sobre las causas de su muerte en la primera nota de prensa oficial (dengue)? Y como se explica que un grupo que factura 1.28 billones de Euros en todo el mundo (Billabong, RVCA, Kustom, Von Zipper, Element, Da Kine, XCEL, etc…) tenga la cara de pedirnos a los fans que hagamos donaciones para la mujer y el hijo de Andy? Será que no se han lucrado con la imagen de Andy durante años?
-El Pipe Masters de este año será recordado por las olas que hubo y la performance de John John. Pero si estabas en Hawaii probablemente recordarás toda la vida la paliza que TJ Barron le pegó a Makua Rothman en la misma playa y delante de todo el mundo. Y la posterior pelea entre Eddie Rothman (padre de Makua) y sus lacayos y diferentes personas en la casa de Billabong. Parece ser que algún alto ejecutivo de Billabong recibió algún que otro tortazo intentando pacificar el tema. Tiene algo que ver con el hecho que los wildcards hawaianos en Pipe cobrasen muchos menos prize money que los competidores del CT por el mismo resultado? O que el Pipe Masters se haya acabado en un día que ni Slater ni Kieren Perrow querían surfear por las condiciones que había… cuando estaba claro que venía un segundo swell mucho mejor antes de que terminase el periodo de espera?
Esta no es más es una pequeña muestra de noticias, preguntas y sucesos que curiosamente no encontramos en la prensa de surf, si no en la prensa generalista y en algunos blogs independientes. Obviamente son los más destacados por el renombre que tienen sus protagonistas, pero no nos engañemos: lo mismo ocurre en niveles más próximos geográficamente.
Es eso lo que queremos y esperamos de los medios de surf; keep the dream alive y cerrar los ojos ante estas realidades? Yo no lo tengo claro. Pero tampoco me gusta la idea de que gente -y medios- totalmente ajenos al surf hagan este trabajo llamémoslo “sucio”. Entre otras cosas por que es muy fácil que recurran a únicamente aquellos aspectos más sensacionalistas sin importarles las consecuencias.
Qué hacer? Seguir soñando o enfrentarnos a la realidad?
Menos mal que nos queda DonNavón -versionando un clásico de Frankereiter dedicado a Mick Fanning- acompañado de Sanpana y Cris del Porro! Y es que la ironía siempre sobrevive. Amén.
Untitled from javier san martin. www.shaf.es on Vimeo.