The lost wave - an African surf story narra el segundo viaje que Sam realiza a ese pueblo, ocho o nueve años después del primero, acompañado de
Joe Curren y
Holly Beck (que junto con Serena Brooke es una de las surfistas profesionales más guapas que hay, lo cual hace más llevadero el documental), para averiguar si todavía siguen surfeando y qué tal anda su amigo.
Si
National Geographic y
Walt Disney decidieran juntarse para hacer un documental de surf seguramente les saldría algo parecido a este: buena producción, presupuesto amplio, surf variado (Sam con tablón de plástico, Joe con fish retro y Holly con tabla corta), toque sentimental con suspense (¿encontrará de nuevo ese pueblo o no? Y su amigo, ¿seguirá surfeando?) y la llamada y exotismo de África que lo adorna todo. También hay algunos comentarios ligeramente racistas, de ese mismo racismo que se encuentra en
The Endless Summer I cuando Hynson y August están en Senegal, Ghana y Nigeria. Un racismo muy sutil, de hecho seguramente involuntario, pero que si uno se fija no pasa desapercibido: todo está en las palabras y adjetivos utilizados. En resumen:
no me entusiasmó pero tiene su interés.
Un par de días después cojo la última
Surfer’s Path y me encuentro con –una vez más- un interesante reportaje sobre Irlanda. Y no se donde leo que
en los últimos dos años se han filmado hasta seis documentales sobre el surf en Irlanda, todos realizados por irlandeses y sin el apoyo de marcas de surf. Sin esforzarme mucho en la red encuentro cuatro de ellos:
Waveriders,
Driven,
Sea Fever y
The Silver Surfari (estoy hablando de documentales, donde se cuenta una historia, no de vídeos de surf).
Ya sabemos que los anglosajones son capaces de explotar perfectamente cualquier aventura y marketearla mejor que nadie, pero…
¿no me diréis que no hay aventuras y hazañas en nuestras costas dignas de ser narradas en un documental? Se me ocurren mil y una: la historia de algunos lugares más emblemáticos (Mundaka, Zarautz, Somo, Salinas, Pantín, Tapia, Las Américas, El Quemao), las de las sagas de surfistas más prolíficas (los Fernández, los Acero, los García), las de surfistas que por sí solos se merecen toda la atención (Ibon Amatriain, la peña de Casa Lola, los pioneros cántabros, varios de los shapers y talleres legendarios) y sin olvidar multitud de experiencias, viajes y descubrimientos que han ocurrido entre Hondarribi y Portbou (sin olvidar las Canarias y las Baleares).
Dejando de lado pequeños cortos y clips de acción (de Jim-Box, de Gure North Shore, de Innocent, de Lucas Gallego y de multitud de Youtubeadictos), si no me equivoco
únicamente ha habido un documental realizado por gente de aquí sobre el surf en nuestras costas: el
Eskerrik asko Mundaka (y que nunca llegó a comercializarse).
No me creo que la historia del surf irlandés dé para seis documentales en un par de años y la nuestra únicamente para uno en más de treinta años. ¿Falta de interés de las productoras? ¿Demasiado miedo al fracaso? Hay historias, hay gente que sabe hacerlo… y hay más sol que en Irlanda.
¿Qué es lo que nos falta?