Aquí en este rincón del Medi tenemos una temporada de olas, como tenemos temporada de nieve o de setas. La de olas empieza a mediados de Septiembre y acaba más o menos ahora, en Mayo.
El verano es para largarse a otros sitios, porque excepto un par de días ocasionales poco hay donde rascar.
Esta temporada que ahora llega a su fin ha sido mejor que las anteriores (que fueron nefastas), pero tampoco ha sido espectacular; ni mucho menos.
Septiembre, Octubre y Noviembre fueron flojos. Muy flojos para la que suele ser la mejor época del año (se me cae una lágrima cada vez que recuerdo el mes de Octubre de 1993). Pocos días y muy pequeños.
Pero a partir de finales de Diciembre la cosa se empezó a animar y empezamos a poder surfear con más regularidad, e incluso gozamos de un par de marejadas interesantes a finales de Enero y a principios de Marzo respectivamente.
Marzo fue un buen mes, el mejor, con bastantes días interesantes. Y Abril se ha comportado.
Os dejo unas cuantas fotos de mi zona, sin ninguna pretensión artística ni orden en particular, de lugares y días diferentes de esta temporada que acaba de terminar. Están sacadas con el móvil, de forma rápida, para mandarlas al grupo de whats y que mis amigos sepan lo que hay si no han podido acercarse.
He añadido (las identificaréis fácilmente) un par de fotos de mis escapadas a Canarias (Noviembre) y a Portugal (a caballo entre Febrero y Marzo), así como del viaje que hice a Cerdeña a finales de Agosto y donde me cuadró una marejada (que pude surfear con tabla prestada). Fue mi primer viaje a Cerdeña y me enamoró. Para ellos surfear en verano no es un milagro. Parece mentira que sea el mismo mar que el nuestro: consistencia (para ser el Medi), belleza de la costa, calidad y variedad de picos.
Su serie Not By Chance es excelente por la temática y la cinematografía. Trata de modo exquisito la relación entre shaper y surfista. Vale la pena verlo subtutilado en vuestro idioma si no domináis el inglés. Un capítulo nuevo cada semana.
A continuación os dejo un texto de Steve Shearer (en Swellnet) al respecto y con el que estoy muy de acuerdo:
En primer lugar, se trata de un repudio total al Tour post-Covid, que arrancó en 2021, de Erik Logan (anterior CEO de la WSL). Todos los elementos que Elo y sus secuaces de la WSL nos dijeron que eran geniales para el deporte: el concepto del Día de la Final, el corte de mitad de temporada, la gira que comienza en Hawái en lugar de terminar allí, etc. …han desaparecido. Todo ese experimento ha sido completamente desacreditado y ahora relegado al basurero de la historia.
La reacción a la desaprobación de los fans (para decidir el título en) una ola juguetona como Trestles ha sido la más decisiva. Pipe ha sido reinstalado como el final del Tour, y se le ha dado todavía más peso. La era de los campeones del mundo que no son expertos en olas de consecuencia ha terminado.
Muestra el poder de la WSL. Tenía que ser de esta manera y, sin embargo, ahora lo han revertido completamente y lo han hecho de otra manera. Las cosas pueden cambiar, las cosas pueden mejorar. Es la admisión tácita es que las cosas tenían que cambiar. Simplemente, había demasiada deriva y desconexión con los fans para seguir por ese camino.
(Lo que ha anunciado la WSL con este cambio esta semana…) …es una gran mejora con un par de advertencias, que podrían cambiarse de acuerdo con el principio descrito anteriormente. Al no haber un corte a mitad de año, la primera mitad de la temporada adolece del mismo mal que hasta ahora: el trío de eventos australianos está genial. Es probable que Brasil vuelva a perder importancia. Eliminar el evento de El Sal y colocar un campeonato en Indonesia detendría esa caída. Keramas sería perfecto para encajar allí. Mejor aún: un doble Indo de Keramas y Ulus, como en 2018.
Lo más extraño de la reestructuración de la gira es un doblete de "postemporada", en el que un grupo reducido surfea "la bañera de Kelly" en Abu Dhabi y luego Supertubos (en otoño... por fin!!). Después de una loca racha en J-Bay, Teahupoo, Cloudbreak y Trestles, estos dos campeonatos se convierten en un punto muerto demasiado anticlimático antes de Pipe, además de ser una forma muy extraña de decidir el ranking de cara a Pipe. ¿Por qué decidir el ranking para Pipe en una ola artificial de 3 pies y sin habilidades transferibles?
Mejor quitarse de encima "la bañera de Kelly" y regresar a una Triple Corona en el North Shore, como parte de una Serie Challenger que decida los novatos del CT Tour del próximo año.
La eliminación inmediata en 1ª Ronda es brutal. El deporte ha jugado con esta idea antes, especialmente en 2009 cuando fue abortada por las protestas de los surfistas. En este caso, es probable que la audiencias y el CEO le ganen la partida a los surfistas, que viajarán por todo el mundo con el riesgo de ser enviados a casa después de una serie de treinta minutos si las cosas no salen como previsto. Muy duro.
Sin embargo, y a pesar de todo eso, el nuevo CEO de la WSL ha puesto el Tour en un camino mucho mejor. Ryan Crosby, te saludamos.
Y respecto a la eliminación de la 2ª ronda (o ronda de repesca) del WSL en el 2026, muy interesante la reflexion que hace Nick Carroll en Surfing World:
Existen razones muy válidas (para eliminar la segunda ronda o ronda de repesca del WSL).
Una es que con el crecimiento del tour femenino de 16 a 24 surfistas, los eventos contarán ahora con ocho surfistas adicionales ... Y los tiempos de ejecución de cada campeonato ya están al límite de ser demasiado largos. No se pueden acumular más series y esperar que todos tengan buenas condiciones.
Otra es que en este momento, la primera ronda es la menos vista de todos los eventos de CT, claramente, porque no tiene consecuencias.
Pero otra razón, más reveladora quizás, es que es inútil.
Para ver por qué, solo hay que mirar las rondas de eliminatorias CT masculinas de este año. Cuentan con los mismos surfistas, una y otra vez, con mayor frecuencia Deivid Silva, Alejo Muñiz, Imaikalani deVault, Edgard Groggia, Ryan Callinan y Liam, junto con todos los wildcards de 2025 hasta ahora. Y si logran pasar la 2ª ronda, nunca llegan mucho más lejos. Solo un surfista masculino, Miguel Pupo (en Pipe), ha llegado a los cuartos de final este año saliendo de la ronda de repesca.
Esa 2ª ronda no está ayudando a nadie. No hace más que confirmar la fría realidad del resultado de la primera ronda.
Ha habido un par de favoritos que han tenido que ir a 2ª ronda este año, pero no la mayoría de los 10 primeros. Y podemos estar seguros de que una vez que todos sepan que pueden ser eliminados en la primera ronda, surfearán esa ronda de manera muy diferente.
Desde que la empresa americana ZoSea comprase la ASP (compra realizada en 2013 y efectiva en 2015) y la rebautizase como WSL, creo que muchos estaremos de acuerdo en que ha decaído el interés por el surf profesional, hecho que se ha agudizado con la ausencia en este 2025 de dos de los principales candidatos al título, a la par que dos de los surfistas que levantan más pasiones: JJ Florence y Gabriel Medina.
Seguramente los europeos somos en parte culpables de esa ausencia de interés, pues tenemos a menos surfistas compitiendo en el top (si comparamos con hace 10-15 años), y menos pruebas en el calendario: llegamos a tener tres en 2009, cuando coincidieron Hossegor, Mundaka y Peniche, frente a únicamente Peniche en la actualidad.
El circuito profesional de surf fue organizado por la ASP del 1983 al 2014 y se dieron muchos cambios en el mismo durante ese periodo tan largo; por nombrar a algunos: división de un único circuito en un WQS y un WCT, reducción de número de eventos, prize money, criterios de puntuación, número de mejores olas tenidas en cuenta, reglas de prioridad y un largo etc…
Pero uno de los cambios que ha pasado desapercibido de cara al gran público con la llegada de la ZoSea (WSL) en 2015 es la propiedad de las campeonatos. Durante los años de la ASP, el campeonato era propiedad de la marca que lo organizaba, que pedía autorización a la ASP para integrarse en el circuito (WCT, WQS, Long, Projunior, etc) y esta le indicaba los mínimos que tenía que cumplir a todos los efectos (prize money, jueces, medios, retransmisión, etc., etc.).
Pero el campeonato era propiedad de la marca, y esta podía organizarlo donde y cuando quisiese (siempre de acuerdo con las administraciones locales del emplazamiento) y promocionarlo a su gusto. Algunos eran verdaderos festivales comparados con los que se hacen ahora.
Es bien sabido que muchos de estos campeonatos ocasionaban pérdidas a las marcas organizadoras, pérdidas que eran asumidas como gasto de márketing e imagen dentro de su presupuesto, pues esta no buscaba la rentabilidad directa del campeonato, sino que también tenía en cuenta el beneficio que le proporcionaba en visibilidad e imagen.
Con ZoSea esto se acabó. Ahora (desde 2015) es la propia WSL quien organiza todos los campeonatos (al menos los del CT), busca los patrocinadores y los gestiona a todos por igual. Esto implica una uniformidad en todos los aspectos (comentaristas, webcast, promoción, imagen, etc.) y la búsqueda de beneficios para los accionistas de la empresa ZoSea. ZoSea necesita que alguien sufrague una gran parte del campeonato: los patrocinadores actuales, que actualmente son un mix de marcas de surf, otras marcas comerciales ajenas al surf y administraciones locales o regionales.
He podido seguir (más o menos) varios campeonatos estos últimos meses en función de los horarios, trabajo, etc. Y estos cambios introducidos con la llegada de ZoSea, así como otros factores que no son culpa/responsabilidad suya, han desembocado en una situación nada ideal.
Por partes, y siempre desde el punto de vista del espectador que soy:
1)El surf de competición a menudo es muy aburrido
Muchos tiempos muertos. En los años 90 se pasó de tener en cuenta las 3 mejores olas de cada surfista en una manga a únicamente las 2 mejores (en los años 80 se tenían en cuenta las 4 mejores olas de cada surfista). Eso implica que actualmente los surfistas tienden a coger muchas menos olas que antes, pues se limitan a coger aquellas que les pueden dar las dos puntuaciones más altas.
Desde el punto de vista del espectador, menos olas surfeadas = menos espectáculo.
Y si encima ocurre con unas previs muy lentas (véase El Salvador o algunos días de Bells Beach este año) hay mangas verdaderamente soporíferas. A modo de ejemplo, algunas veces coincide un CT con una prueba de un QS en otra parte del mundo que se disputa en un beachbreak, con 4 surfistas por manga, y visiono los dos campeonatos en paralelo: suele ser mucho más entretenida la manga del QS que la del CT, pues hay mucha más acción.
La excepción en el CT es cuando deciden celebrar dos mangas de forma simultánea, como en Hawaii o algunos días de Peniche este año.
2)Poco carisma
Está claro que difícilmente se podrá superar a gente como Kelly, Andy, Occy… y es que los años en que coincidieron estos con Parko, Fanning, Taj, Dane, Bobby, etc., son seguramente la edad de oro del surf profesional. Actualmente JJF y Gabriel están fuera del circuito (uno por baja de paternidad y el otro lesionado), y el tercer surfista carismático (Ítalo) parece haberse deshecho de parte de su carisma para intentar volver donde le corresponde.
Ídem en categoría femenina con la ausencia de Stephanie Gilmore y Carissa Moore.
Las cifras de personas visionando una manga (se aprecia fácilmente en Youtube) son un claro indicador de qué surfistas levantan expectación y cuáles no.
Y ahora mismo las cifras son muy bajas.
3)Condiciones pobres
Es muy difícil acertar con la naturaleza y las previs, pero hay cosas que son de cajón: si quieres buenas condiciones en Europa, Octubre/Noviembre son los mejores meses. Sinceramente, no entiendo lo de Peniche en Marzo.
Estoy seguro que muchos pros del Top que sufrieron Peniche a mediados de Marzo, hubieran preferido con mucho gusto hacer el QS marroquí.
4)Falta de repercusión
Los medios de surf (papel o digitales) han muerto. Durante y después de un campeonato, incluso en el que se decide el título, hay muy poca repercusión porque hay muy pocos lugares donde se hable del mismo.
De hecho, hay muy pocos lugares en los que se hable de surf en sentido amplio: hay muchas imágenes, pero poco discurso (oral o escrito). La única excepción es Swellnet, de la mano Steve Shearer y algunos podcasts anglosajones. Muchos clips y reels en RRSS pero ningún análisis medianamente crítico y, sobre todo, independiente (más allá de fobias o filias nacionalistas de cada uno). Una lástima.
Y si la propia WSL no se implica (patrocinio a medios?) para que haya más repercusión, con críticas, incidencias, detalles, chascarrillos, análisis técnicos, etc. (aun a riesgo de que haya opiniones que no la dejen en buen lugar), el principal damnificado ante esa falta de repercusión es su propio negocio.
Y entonces ...qué? El surf profesional se va a convertir en algo muy marginal que, a pesar de su inclusión en los JJOO, languidecerá junto con el curling, el pentatlón o el bádminton en el grupo de deportes olímpicos con un seguimiento muy importante en algunos países y nulo en el resto del mundo? Pues seguramente… pero quizá esto no sea tan mala cosa, no?
Por otro lado surgen formatos diferentes de surf de competición (Capitulo Perfeito, Quemao Class, Natural Selection, William Aliotti Twin Fin Invitational, y más… aunque no todos con live streaming) que nos ayudan a alimentar ese mono adquirido a lo largo de los años de ver en directo, cómodamente desde casa, a cuatro (muy) buenos surfistas competir durante media hora en buenas olas.
Esta es la mejor tabla de la 6 que tengo (2 de las cuales no son funcionales y guardo únicamente por razones sentimentales/decorativas).
No es la más bonita, ni la más molona, ni la más cara, ni la que más me gusta ni con la que disfruto más.
Pero sí con la que disfruto más ...a menudo.
Es fiable, la utilizo muy a menudo, me permite surfear despreocupadamente y me da mucha paz. Surfea mucho mejor de lo que yo soy capaz de surfearla, por lo que tengo margen de mejora.
No fue una compra planificada, sino fruto de pasar 10 días en verano en las Landas con un parte muy miserable (fechas cerradas con mucha antelación y no hubo suerte con las olas).
Y desde entonces, teniendo en cuenta mis circunstancias personales (masificación y descontrol de gente en el agua los pocos días de olas que tenemos, pésima calidad y olas muy pequeñas la gran mayoría de días que podemos entrar, edad, peso, torpeza, forma física, etc.) me veo obligado a surfearla mucho más a menudo de lo que me gustaría. Pero prefiero entrar en el agua con ella que no entrar.
No soy el único. Cada vez veo más gente aquí surfeando con corchopanes a pesar de tener un nivel de surf que les permitiría utilizar otras tablas más “normales”. Pero vivimos y surfeamos aquí y, para lo que tenemos, estas tablas son lo más adecuado la gran mayoría de días.
Pues eso... me apetece seguir compartiendo ciertas reflexiones en torno al surf. Pocos vídeos y fotos, yo soy más de letras.
Pero no tengo claro que esto formato (blog) sea el más adecuado. De hecho sospecho que los blogs se han convertido en una reliquia de principios de siglo y que la palabra escrita tiene poco valor (si es que en algún momento lo tuvo).
Pero no voy a hacer un podcast.
Escribir en IG es mal.
Facebook creo que todavía está más muerto que los blogs.
Y TikTok y Youtube se prestan muy poco a compartir textos.
Dos opciones: seguir por aquí (este blog) o hacer una newsletter. Pero en ambos casos... hay alguien interesado?
“Yo empecé a surfear gracias a 3sesenta. En el primer número de esta revista es donde vi, por primera vez, que se podía surfear con chustas, con olitas de medio metro, que era lo que a veces teníamos a orillas del Medi. Hasta entonces pensaba que la práctica del surf se circunscribía a las olas grandes, debido a las espectaculares imágenes – normalmente grabadas en Hawái – con las que cerraban muy ocasionalmente algún noticiario de la tele. Y mi única referencia nacional era la de Galicia, pues durante la previa de un partido del Mundial de España ’82 que se disputaba en A Coruña, el helicóptero enfocó durante unos segundos a unos surfistas en el Orzán. Pero en el Medi, donde nací y crecí, nunca teníamos olas como las de Hawái o Galicia. Así pues seguramente no era posible surfear en el Medi. O eso pensaba yo al mirar las chustas durante nuestras sesiones de windsurf en otoño e invierno en las playas de Cambrils (Tarragona).
Hasta que un día, en un quiosco de Cambrils, vi una revista de surf: el primer número de la 3sesenta. Y en sus páginas vi fotos de campeonatos en olas pequeñas y fofas, como las que a veces nos visitaban en la Costa Daurada (…)”
Así empieza el texto que le mandé a Javi Amezaga para La Historia Del Surf a Través de Tres60, obra del mismo Javier en el que recoge los mejores, o al menos los más importantes momentos, de la historia de NUESTRO surf desde mediados de los 80 y hasta el presente. La historia no la escriben los vencedores. Quizá en política sí, pero no en el surf. La historia verdadera la escriben los que la vivieron en primera persona, los que estuvieron allí, cada uno la suya. Personal e intransferible. Y muy pocos son los que han visto tanto, sin ser los protagonistas principales de la película, como Javier, Jakue, Paloma y Borja.
Recorriendo – y releyendo- las páginas de este precioso libro he reconocido muchos reportajes y fotos… y en muchos casos me he acordado de dónde estaba yo cuando los leí por primera vez; cómo me impactaron y cómo me moldearon como surfista y como persona. Para bien y para mal.
Sí, el libro es una invitación a la nostalgia. Pero también una muestra de la evolución, de todas las cosas (y personas) que han pasado por este microcosmos nuestro y que han dado forma al presente que tenemos ahora, para ayudarnos a entenderlo, con sus cosas buenas y sus cosas… no tan buenas. No se me ocurre ninguna herramienta mejor a día de hoy para alcanzar ambos objetivos.
Ideal para recordar el pasado durante un momento de calma y tranquilidad mientras calentamos nuestros huesos viejos al lado de la estufa en invierno… o para regalar a es@ hij@, sobrin@ o amig@ que empieza este verano a vivir su propia historia con el surf.
Lo podréis encontrar aquí y no me llevo ni un céntimo, como debe ser: Historiadelsurf.com
...tienes que mirar este dónde analizan su técnica y estilo. Y si no flipaste con el vídeo de Tom Curren (éste), entonces igual estás en el blog equivocado.
Hubo un tiempo en que los vídeos de surf eran escasos (vhs, CDs) y su estreno/llegada a la tienda era muy esperada. A día de hoy, y desde hace ya muchos años, estamos atiborrados de vídeos de surf; no solamente las marcas y productoras, sino que cualquiersurfista saca vídeos. La red está llena de ellos... y hablo de vídeos como tales (Youtube, Vimeo…), no de pequeños clips de instagram (que también).
Y sin embargo llevo bastante tiempo aburriéndome cuando los miro (salvo muy raras excepciones), y no se trata tanto de las temáticas, pues hay para todos los gustos, sino de la estética y la producción. Me explico:
Básicamente hay dos tipos de vídeos (y esto sirve para todos los deportes de acción):
(a) los que narran una historia; son los de la escuela de Bruce Brown, Thomas Campbell, etc. (aunque algunos cuentan historias muy interesantes con producciones mucho más sencillas, como muchos videoblogs)
(b) los puramente de acción (eso no quiere decir que los de arriba no puedan tener mucha acción también); son los de la escuela de Taylor Steele, etc.
Ambos estilos me gustan y se merecen todo mi respeto y admiración por igual. Pero en ambos, últimamente, abundan una serie de factores que, quizá por su repetición, me acaban aburriendo (salvo muy honrosas excepciones). A saber:
-demasiadas imágenes a cámara lenta: la translucidez del labio de la ola con la luz del sol cuando cae y envuelve al surfista, el spray del giro, ese take off al límite y un largo sinfín de situaciones que losfilmersse empeñan en mostrarnos una y otra vez a cámara lenta. Hace 20 años tenía gracia. Una o dos tomas vale, pero en muchos vídeos se abusa de este recurso.
-los filtros: sí, esos filtros imitación de cuando se filmaba en 8mm o 16mm, con mucho grano, a veces incluso distorsionando el sonido. Lo mismo: tuvo gracia en un primer momento pero… en 2021?
-los recursos visuales (el onanismo del filmer): enséñame una vista aérea de una serie perfecta rompiendo de principio a fin en Jbay, Mundaka, Honolua Bay, Desert Point o Rincón y deja las imágenes grabadas desde la ventanilla del coche en el trayecto del aeropuerto a la playa - o como caen las gotas de lluvia sobre el mar-, en el disco duro… please!
-no ver la ola entera: Taylor Steele fue el primero en hacer vídeos de una sucesión de giros y maniobras y abrió la veda. Con el paso de los años he descubierto que lo que más me interesa no es solo ver la ola entera, sino incluso apreciar como se acerca la ola al pico, la dinámica entre los surfistas (quien va a buscarla, quien se aparta...), quienes, como y dónde la reman y el takeoff. Para luego ver la surfeada hasta el final (tubo, giros, transiciones y hasta que se acaba la ola). Esto es más fácil de realizar en aquellos spots donde hay algún sitio alto en la orilla -Orrua, Blacks Beach, Uluwatu…- pero ahora también gracias a los drones en cualquier playa.
Quizá por todas estas razones últimamente disfruto más viendo vídeos de canales/filmers con una producción menor pero que dan una imagen más real del baño. Normalmente filmados en olas decentes o muy buenas, con un elenco de surfistas muy variado (a veces aparecen pros, pero también hay gente de nivel bajo), con un mix de olas muy bien surfeadas y otras con caídas, y casi siempre enseñando las olas de principio a final.
Me estoy refiriendo a canales como Surfers Of Bali, SoCal Surfer, Brad Jacobson y algunos más. Funcionan como una muestra de lo que aquél día, en aquella franja horaria, ocurrió en esa playa/pico.
Un poco como los vídeos de porno casero, donde quizá la producción no es tan cuidada, ni los protagonistas son capaces de hacer lo mismo que los actores profesionales, pero donde igual uno se encuentra más reflejado…
Que la WSL tenga que postponer la celebración de un campeonato de surf por Covid-19, a la sazón el Pipe Masters que se estaba celebrando estos días, demuestra la falta de experiencia y profesionalidad de esta misma organización. Y seguramente también los pocos medios que destinan a hacer las cosas bien profesionalmente.
En un año en el que se han celebrado campeonatos del mundo de F-1 y de Moto-GP, grandes vueltas ciclistas y otras competiciones deportivas que mueven a muchísima más gente entre competidores, staff, técnicos, etc. que un campeonato de surf, con retos logísticos mucho mayores, la WSL acaba de dejar en ridículo al surf profesional... es decir a ellos mismos.
Para una organización cuyo modelo de negocio pasa por legitimar el surf de competición a ojos del gran público, no es la mejor noticia. Parece mentira que hubo un día en que un campeonato del circuito profesional de surf contaba con patrocinadores como Coca-Cola, Toyota, etc y juntaba a decenas de miles de personas en la playa con la final retransmitida en directo por la TV en horario de máxima audiencia.
Pero en fin, por suerte el surf es mucho más que eso.