El 20 de Noviembre de 1996 fue mi cumpleaños y lo celebré con un baño en Long Reef. Era durante mi experiencia australiana y en esas fechas ya estaba residiendo y currando en Manly desde hacia varios meses; y no tenía coche. Al volver del curro uno de los japos que vivían en el backpackers me propuso ir a buscar un baño decente con su coche, siempre y cuando le llevase a algún sitio mejor que la playa de Manly que estaba tocadísima de viento. Ni cortos ni perezosos, nos fuimos a Long Reef, unos km más al norte. Long Reef es de las pocas playas de las Northern Beaches de Sydney donde el viento del NE (que es la típica brisa marina que se levanta a mediodía) le da terral. Es una buena opción y aunque no tenga ninguna ola muy espectacular, muchos días es de los pocos sitios donde puedes pillar una ola limpia, tranquilo (la gente se reparte mucho) y con la sensación de estar muy lejos de la gran ciudad pues es una playa no urbanizada. En pocas palabras: fue un excelente regalo de cumpleaños.
Pero 15 años más tarde, esa tranquilidad que se respira en Long Reef está en peligro pues quieren construir edificios en la playa. Los locales se han unido y en esta web encontraréis muchos puntos de vista (casi tantos como locales hay). Forma parte de un proceso que lleva muchos años y por el cual suburbios costeros de Sydney, que en los años 70, 80 y 90 eran principalmente habitados por gente de la clase obrera, poco a poco se van yupizando hasta tal punto que la gente que nació ahí ya no puede permitirse vivir en su barrio. A modo de ejemplo esta carta al director en una última Surfing World:
Durante muchos años, escrito con brocha gorda y pintura blanca en el asfalto del parking de mi playa, se podía leer “Locals Only”. La playa en cuestión es Long Reef, en las Northern Beaches de Sydney. No tengo ninguna duda que estas mismas palabras se podían leer en muchas otras playas en Australia y otras partes del mundo. Hoy esa inscripción ya casi no se puede distinguir. Algunos locales también hace tiempo que no aparecen. Algunos días todavía siento cierto espíritu de camaradería, pero otros miro a mi alrededor y me pregunto “y quien cojones son toda esa gente y de donde han salido?!?” Me saltan olas, mayoritariamente brasileños, y tengo que andar con cuidado con gente mayorcita que no tiene ni idea de comportarse en el agua y es un peligro. Los años no han pasado en balde para esta playa y las cosas no han mejorado. Todo el mundo quiere vivir aquí y los precios están por las nubes. Ahora ni siquiera puedo alquilar un piso yo solo. Me crié aquí. Bajo andando a la playa cuando está bueno. Gano unos 40.000 AUS$ al año y no me queda más remedio que vivir en casa de mis padres. Llevo la vida que llevo (trabajando en una fábrica horrible), por que surfear es lo más importante del mundo para mí. El surf es la razón por la cual sigo viviendo aquí a pesar de que no cabemos todos. El otro Sábado conduje de Collaroy a Warriewood a las 10 de la mañana. Tardé más de 1 hora en realizar ese trayecto de menos de 9 kms. Regresé a casa deprimido. Una parte de mi ya no quiere vivir aquí. Una parte de mi quiere que vuelva a ser como era antes, habitada por gente obrera. Ahora toda está zona está en manos de yuppys y pijos, que quieren construir un enorme local para el club de surf con restaurante incluido; y el gobierno local da luz verde sin tener en cuenta la opinión de los que llevamos toda la vida aquí. Estos pijos se mudan aquí y necesitan un lugar donde tomarse un café mientras que sus hijos entrenan. Venid a mi casa y os haré un buen café, pero dejad mi playa en paz, como tiene que ser; no la convirtáis en un lugar para hacer negocios. Estoy de acuerdo en que las instalaciones tienen que estar en buen estado, pero no me gusta ver como se intenta convertir mi templo en un altar en el que ensalzar el capitalismo y la pijería. Amo mi ciudad, pero tengo la sensación de que me están echando. Me preocupa su futuro y me preocupa el futuro de los océanos. (…) Os pido a todos los surfistas de esta preciosa nación que conservemos las playas tal y como están. Y que los océanos estén llenos de vida. Seamos amables dentro y fuera del agua. Luchemos por lo que es justo y recordemos que todos somos visitantes cuando estamos en el agua. Ninguno de nosotros es local.
M.M.
Collaroy.
la carta del local me da mucha pena por unos momentos me sentido muy triste ,,eso lo podia aplicar a mi barrio de valencia (cabañal) que con tanta f1 y mega puertos para ricos estan echando a los que siempre han vivido y han sufrido con ese lugar ,que asco de sociedad ,cuanto mas tienes mas vales no?
ResponderEliminara la mierda !!!!